El Caso Moro en Italia. En 1978, el terrorismo al servicio de los intereses en EEUU

El 9 de mayo 1978 en Roma apareció en el maletero de un coche apargado el cadáver de Aldo Moro, presidente de Democracia Cristiana y artífice del acercamiento al Partido Comunista Italiano.

Lo habían matado las llamadas Brigadas Rojas (Brigate rosse), tras 55 días de prisión. Tambien los cinco hombres de su escolta fueron matados durante el secuestro.

Muchos investigadores esplican que este asesinado fue orquestrado por la CIA de EE.UU, con la participación, unto con los estadounidenses, de la Mafia y de los masones.

Hace tiempo el juez Ferdinando Imposimato, quien instruyó el caso Moro, explicó:" Moro tenía muchos enemigos y entre ellos, quien no apoyaba su política de diálogo, también en la OTAN y en los servicios secretos italianos". Incluida la Mafia y Gladio colaboraron, como lo esplican varios libros que parecieron en Italia sobre el caso Moro. Por ejemploAbbiamo ucciso Aldo Moro, de Emmanuel Amara, Cooper, 2008 (https://byebyeunclesam.wordpress.com/2018/05/09/9-maggio-1978/) y, luedo décadas de investigación, Il puzzle Moro, del periodista y escritor Giovanni Fasanella.

El psiquiatra estadounidense Steve Pieczenick declaró al diario La Stampa que se infiltró en las Brigadas Rojas para que asesinaran a Moro y evitar que los comunistas entraran en el poder http://www.lastampa.it/2008/03/09/italia/ho-manipolato-le-br-per-far-uccidere-moro-btEa6zI84tWfo1sL8jizQI/pagina.html.

En 1974, durante una visita a Estados Unidos, Aldo Moro fue prácticamente amenazado por Henry Kissinger, al punto que anticipó su regreso a Italia (aquí después del minuto 1.30: https://vimeo.com/52257341). Entre Moro y Berlinguer en 1976 se inauguró la fase de la solidaridad nacional, que seguía encontrando hostilidad por parte de Estados Unidos. Las Brigadas Rojas ya estaban infiltradas.

De los secuestradores y asesinos de Moro y su escolta, algunos huyeron al exterior y se reciclaron como escritores e intelectuales.

40 años después, muchos ex brigadistas han sido entrevistados por programas televisivos como Star. Obviamente, no señalan lo que emergió claramente de las investigaciones, incluso de una comisión parlamentaria: detrás del crimen se escondían las ingerencias de Estados Unidos y la complicidad de los servicios secretos italianos.

En una entrevista concedida en Fuoripagina, el expartisano antifascista Sergio Flamigni —nacido en 1925, por muchos años diputado del Partido Comunista Italiano — explica: "Hoy se permiten a los brigadistas en la televisión y en los periódicos, se expone su verdad sin dificultad, haciendo prevalecer contenidos mentirosos. Se quiere ofuscar el papel de Estados Unidos; algunos funcionarios del Departamento de Estado habían afirmado haber inducido a las Brigadas Rojas a asesinar a Moro, a fin de lograr Destabilizar a Italia. Moro no era querido en Estados Unidos, incluso era obstaculizado por su apertura a los comunistas".



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