El carro de Drácula se llevó 68 personas al cementerio

Con motivo de las muertes de 68 personas ocurridas a principio de la Semana Santa en los calabozos de Policarabobo en la ciudad de Valencia se han originado muchas críticas y comentarios, especialmente de voceros de la oposición.

Algunos de esos comentarios son malintencionados y deshonestos, puesto que  provienen de personas que conocen los procedimientos penales y policiales aplicados en el país.  En esos comentarios han querido embadurnar la labor de Iris Valera, la titular del Ministerio del Poder Popular para Asuntos Penitenciarios,  achacándole la culpabilidad de ese acontecimiento. El Fiscal General lo reafirmo: “Los calabozos de las Comandancias no están hechas para que personas que están siendo procesadas estén allí”.

Quienes hacen esas críticas saben muy bien que las personas arrestadas en un cuartel de policía estadal no son responsabilidad del Ministerio de Prisiones, ellos bien saben que es pertinencia del Gobernador del Estado y por delegación de funciones en el Comandante de la Policía de esa jurisdicción.   

La responsabilidad de esos funcionarios por esas personas acarrea su seguridad en todos los aspectos y por supuestos velar por que se cumplan todos los derechos humanos,  e igualmente que se ejecuten los dispositivos legales vigentes en el país, tanto para la protección de esas personas  y para el resto de la sociedad. En ese contexto y por las informaciones que se han difundido en los medios de comunicación en ese recinto se venían ocurriendo actos irregulares. 

Se ha informado profusamente que el fallecimiento de esas personas se produjo porque fue provocado por los detenidos un incendio, minimizando que la causa del incendio fue consecuencia de un motín de los recluidos en ese retén.   Se tendrá que determinar los motivos que ocasionaron el motín (si fueron justas o injustas), y  sus responsables, e igualmente averiguar las irregularidades que se han conocido, tales como la pernoctación de mujeres visitantes en el establecimiento policial y posesión de armas de fuego en la población arrestada.

Este suceso deja minimizado el horrible crimen que está cometiendo el gobierno sionista de Israel con la población de Palestina. Comparable con la tragedia ocurrida recientemente en la población rusa de Kémerovo por el incendio en un centro comercial donde fallecieron 64 personas.

Noticieros regionales reseñaron que el gobernador de la provincia de Kémerovo, Amán Tuléyev, se disculpó personalmente ante el presidente de Rusia, Vladímir Putin, por la tragedia y prometió proporcionar toda la asistencia necesaria a las familias de las víctimas. Además, el gobernador renunció a su cargo de Gobernador por considerar que “es la única correcta”. 

Los medios de comunicación han divulgado una investigación criminal ante el conocimiento de que un guardia de seguridad apagó la alarma de incendios y que las salidas de emergencia estaban bloqueadas; además se señaló que "se produjeron graves violaciones (de la ley) cuando se construyó el centro comercial y cuando estaba operando".  

Y a pesar de todas informaciones, el Gobernador de la Provincia Rusa  de Kémerovo renunció al cargo que desempeñaba de hace 21 años. Este acto me recuerda la acción del Comandante Hugo Chávez, cuando con dignidad y valentía asumió toda la responsabilidad por los sucesos del 4 de febrero de 1992.

En tanto aquí en Carabobo, 5 funcionarios han sido responsabilizados por la matanza en la Policía del estado Carabobo. Como siempre, la cuerda revienta por lo más delgado. Ni pensar que el gobernador Rafael Lacava, asumiría la responsabilidad que le atañe, y que renunciaría a su cargo para facilitar las averiguaciones por esta situación, tal como lo hizo el gobernante ruso. Ni siquiera por dignidad le pasó por la mente la renuncia al cargo.

Luego de este trágico episodio el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, asumió el “compromiso” de crear un consejo superior de seguridad que sirva para crear “nuevos espacios” para los detenidos.

Tarde piaste pajarito”.

Tan graves irregularidades en sus narices y no las vio. Claro no le dio importancia  ya que no era el “Reality Show” ni las comiquitas que acostumbra presentar.

Nuestra revolución se debilita con esta clase de gobernantes. Gracias a Dios son muy pocos.

 

prqg@hotmail.com



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