Divulgar esa noticia sin confirmarla, es una total irresponsabilidad...
Aporrea desde hace bastante rato nos mostró sus costuras y cada día que transcurre aporta más pruebas de que dejó de ser la voz del anti imperialismo y defensor de los derechos de los que menos tienen en este país...
Ese medio ha resuelto asumir el mismo papel de los medios de la derecha fascista tradicional, manipulando información y algo sumamente grave: Con más frecuencia de lo que creemos, divulga acontecimientos y sucesos sin antes confirmar si se corresponden o no con la verdad, como lo vimos hace tres días con el caso del dirigente copeyano Aristeguieta Gramcko, pues no obstante que el mimo día viernes 2 en febrero en curso que se produjo su detención en horas de la mañana, al final de la tarde había sido puesto en libertad por órdenes de la justicia y no obstante ello, todavía el sábado 3 en la mañana permanecía en su portal y bien destacada, la noticia de su detención y ahora nos viene con esta otra, referida a lo que parece haber sido la más terrible tortura que se le pueda hacer a un ser humano, como es caerle a palos, a golpes y en ese atroz martirio, desprenderle los testículos…
Si ello fue o no cierto, había que averiguarlo, pues se trata de un hecho inhumano, abominable y bochornoso, es -en dos platos- una terrible violación de los derechos humanos intolerable que debe ser investigada, lo cual no creo que nadie pueda discutirlo, pero lanzar esa noticia, sin que el medio que la publica agregue información adicional que apunte a saber si es o no cierta, cuando es público y comunicacional que el Gobierno Bolivariano en sus casi 20 años en el poder, además de haber demostrado ser respetuoso de los derechos humanos, como nunca antes gobierno alguno lo había sido y que por eso jamás ha tolerado que funcionarios del Estado incurran en ese tipo de delitos y que cuando alguno o algunos de ellos trasgreden su política de total defensa de los derechos humanos, actúa sin pérdida de tiempo y los coloca a la orden de la justicia.
No tenemos a la mano la lista de aquellos funcionarios que han incurrido en esas gravísimas faltas, pero sí sabe el pueblo que ha habido unos cuantos y sus casos han sido ampliamente difundidos por los medios de comunicación…
De manera que Aporrea, desde nuestra óptica, ha optado por transitar la antiética en el sagrado ejercicio periodístico y de opinión, manipulando y trasmitiendo graves denuncias sin antes verificarlas…