Para 1982, frente a una partidocracia corrupta y asesina que ya se había anotado varias masacres, desapariciones forzosas y asesinatos como el del Profesor Alberto Lovera, "Motilón", el del "flaco orejón" Tito Heredia, entre otros, una vanguardia política, revolucionaria y crítica, se resiste a la pacificación, desde Cantaura, Estado Anzoátegui, y propone continuar luchando por generar los cambios que amerita el tránsito de la sociedad venezolana hacia un sistema social de justicia e igualdad, ya que el Estado Terrorista bajo el gobierno de Luis Herrera no se diferenciaba de los gobiernos anteriores y sus operaciones contra la insurgencia se desarrollaban bajo la asesoría de la injerencia yanqui desde la Escuela de las Américas. Desde aquí, se había diseñado ese modelo de "infiltrado" que perfecciona la coordinación con los cuerpos de seguridad, la prensa y las fuerzas armadas preñadas de rabia y odio hacia el otro que piensa distinto dando como fruto el plan que contribuirá con la destrucción del último frente guerrillero de Oriente, llamado Américo Silva, sellándose así otro capítulo de la historia política del estado terrorista puntofijista.
El "infiltrado" que pacta con la derecha resulta en el peor verdugo contra la clase revolucionaria, es el modelo de hombre que se lleva la mejor información de una masa de jóvenes soñadores preñados de libertad, justicia y paz: cuantos hombres, cuantas armas, el lugar de resistencia y las cualidades de los hombres y mujeres que saldrían a combatir. Lo pactado con el enemigo anula, en el "infiltrado", su compromiso con los intereses del pueblo y activa la fórmula política del Estado Terrorista: penetración, robo de información, masacre, exterminio, desmantelamiento, ajusticiamiento, tortura, fusilamiento y tiro de gracia a los sobrevivientes. Para el 1 de octubre de 1982, el plan de exterminio fue asegurado por el "infiltrado", el Ministro del Interior Luciano Valero, sentenciaba a muerte en nombre de la democracia, al Frente Américo Silva diciendo por el diario EL MUNDO: "Tienen que entregarse o morir". Sin son ni ton, ni respeto a los derechos internacionales de guerra y del combatiente, el Estado Terrorista venezolano selecciona entre sus más inescrupulosos y tenebrosos asesinos, como Henry López Sisco, para manejar los mapas de rutas y preparar la masacre una vez que el "infiltrado" provocaba el conflicto interno entre quienes se negaron a la pacificación. Desde el Cuartel San Carlos Gabriel Puerta gritaba mediante un escrito "entregar las armas" mientras que el "infiltrado" creaba fisuras para romper la línea de seguridad y posteriormente, así de sencillo, un operativo de cerco por tierra y aire desarrolla posteriormente el pavoroso ataque con bombas ametralladoras y franco tiradores, aniquilando 23 personas de 40; se practicó la tortura, fusilamiento y tiro de gracia a los sobrevivientes, rematando a los que intentaron huir. 17 hombres y 6 mujeres, porque estos vientres tampoco fueron respetados.
Los medios de comunicación y la información, sobre la Masacre de Cantaura", banalizaron los hechos disfrazándolos de "encuentro armado", descalificando los cuadros revolucionarios como bandoleros, criminales y enemigos de la democracia, desconociendo los contenidos de la resistencia, la lucha revolucionaria y el proyecto de país socialista. El "infiltrado" quedaría libre y aliado de un sistema de justicia despreciable que no daría importancia a la Masacre de Cantaura sino hasta el año 2009. Después de 35 años, hoy algunos de sus ejecutores trabajan para el SEBIN, y otros, como Henry López Sisco, se encuentran en el mundo placentero del norte disfrutando el precio por la sangre derramada de las y los combatientes que soñaban cambiar el sistema de injusticia que aún persiste. Uno de los infiltrados sigue vivo alimentado las llamadas guarimbas al lado de sus enemigos históricos. Roger Cordero Salas quien bombardeo a las víctimas piloteando un avión, llegó a ser diputado en 2014. Nosotros seguimos dándole giros a los molinos de trigo esperando los granos que llegarán algún día para molerlos y hacer el pan que calmará de justicia a las víctimas de este otro capítulo histórico de la impunidad en Venezuela iniciada hace 525 años. ¡¡ Patria O muerte, Venceremos¡¡
A LOS 50 ANIVERSARIOS DEL VIL ASESINATO DEL CHE GUEVARA