"El Faro de Cartagena". Carta Abierta al Vicepresidente Ejecutivo de la RBVZLA

Mérida 19 de Abril de 2017.

 

Ciudadano

TARECK EL AISSAMI

Vicepresidente Ejecutivo

República Bolivariana de Venezuela.

Excelentísimo Señor.

 

"La Justicia no se puede aplicar viendo con ojo de cíclope. Hay detenidos que son inocentes. Hay culpables que han sido liberados. Las condenas, las pruebas, no son para hacer una ensalada César con ellas, deben ser estudiadas a fondo. De lo contrario sería no un proceso sino un gheto. Con pruebas lo digo y he hecho de un caso una formal denuncia, de un caso que  ante Defensoría de Pueblo y Fiscalía General que espero sea atendida y resuelta"

 

De mi mayor consideración.

Me dirijo a Usted, deseándole lo mejor en lo personal y en lo colectivo histórico, ya que su figura se conecta a la realidad intensa de estos tiempos para la Nación venezolana y por el hecho mismo de que Usted ha sido señalado como objetivo estratégico de las fuerzas que adversan el proceso revolucionario –tanto las extranjeras como las internas- dado que han medido con certero tino la firme, sostenida y digna emergencia de su figura en el escenario nacional.

Recuerdo aún aquellos días en que tuvimos el honor de compartir gratos encuentros en la radio ULAFM, en los cuales asistí como invitado a su programa. Nunca imaginé cuán lejos llegaría Usted navegando en los rápidos de la historia o que un día ostentaría –contra toda adversidad- una no tan envidiable posición, dado el carácter y la talla de las decisiones, posturas y acciones que debe asumir ante los sempiternos espectros que amenazan todo aquello que sea un proyecto alternativo, incluyente y con ingrediente social. Siglos y décadas de ejercicio del individualismo no son fáciles de borrar. En el caso de Venezuela, ese individualismo es casi genético en la mitad de la población. He allí una de las causas de la dura batalla que no le envidio.

Como Profesor, conocedor de nuestra historia Patria y miembro fundador de la Fuerza Bolivariana Universitaria, siendo de sus firmantes del Acta Constitutiva y Ex Jefe de Redacción adjunto del periódico “Despertar Universitario” (órgano ya desaparecido, de la FBU) el único que no alcanzó nunca cargo de Poder alguno, bien porque nunca me lo ofrecieron, ni yo lo solicité o insinué; creo tener la condición moral para hacerle llegar algunas consideraciones que creo a bien, tener en cuenta. Cabe destacar que no olvido su formación como Abogado y Politólogo y sé muy bien que estas pudieran pasearse en su espíritu reflexivo quizá más de lo que mi atrevimiento supone. Tuve la oportunidad de estar presente el día de su defensa de Tesis en Ciencias Políticas –a invitación suya- el mismo, precisamente, en que fuera asesinado de manera vil nuestro colega y amigo Giandoménico Pulitti, lo que motivó un artículo publicado en aporrea, titulado “la última mirada” .

Permítame exponerle las consideraciones a que hago referencia, dado que los hilos del poder son misteriosos y a veces intransitables, al punto que los amigos que acceden a él se hacen invisibles hasta para que uno pueda hacerles llegar un consejo sano y oportuno; ya que he atisbado una rendija por la cual hacerle llegar mis ideas, la aprovecharé, con el debido respeto, y calculando el debido perdón a la franqueza con que las expongo. No hay otra manera.

En primer lugar, no creo difícil conocer los planes de los enemigos del proyecto y de la patria, pues estos se afincan, en primera instancia, en los errores y debilidades de la Revolución; y en segundo lugar, e una interpretación invertida, premeditadamente torva, cínica, artera, del Manifiesto de Cartagena, el primer gran documento político del Libertador Simón Bolívar, que escribiera el 15 de diciembre de 1812.  A tiro de ballesta, los pasos y acciones de la violenta oposición que padece nuestra Patria, ha tomado como hoja de ruta lo allí expuesto por el Libertador; sólo que ahora el enemigo –en un acto mediúmnico- se ha incorporado el espíritu que inspira dicho Manifiesto y en estrecha alianza, tanto el interno como el externo, usurpan el ideario del gran Padre Nuestro y se han propuesto –firmemente- “reconquistar la República” que perdieron y derribar a la que le sustituyó aquella, donde antes reinaban a sus anchas sobre su pueblo adormecido y sus riquezas vivas; con el ingrediente de que “la nación voraz y muy peligrosa” del norte, según temprano atisbo del General Bolívar, hoy se ha aliado a los escombros de aquél imperio español y del inglés, junto  los gobiernos pavlovianos y serviles de una generación de indignos Jefes de Estado en esto que nos empeñamos en llamar “la Patria grande” pero que la cobardía y la ignorancia de los pueblos, devorados por la manipulación mediática y religiosa, han dado al traste con logros que han costado largo tiempo y vidas valiosas, construir como Esperanza y como Realidad.

La debilidad del Estado, en una primera fase, para contrarrestar el vandalismo, el terrorismo, la inseguridad personal, en aras de dar una imagen prístina en el respeto a los Derechos Humanos y no estar bajo el lente contrahecho de medios de comunicación desafectos al proceso, llevó a que dichos males se hicieran cotidianos, cada vez más intensos; sumado a ello, notorios casos de corrupción y traición por parte de hombres y mujeres que han tenido figuración estelar en el proceso; han afectado seriamente el carácter Ejecutivo del Estado y puesto en peligro la sobrevivencia del mismo Estado y de sus seguidores, al punto que a esta “Dictadura” le han asesinado ya más de medio centenar de campesinos y cuadros capitales y sus asesinos intelectuales y hasta materiales se creen en la libertad de continuar su faena de crímenes. Bien lo dice el Libertador:

“Es preciso que el Gobierno se identifique, por decirlo así, al carácter de las circunstancias, de los tiempos y de los hombres que le rodean. Si estos son prósperos y serenos, él debe ser dulce y protector; pero si son calamitosos y turbulentos, él debe mostrarse terrible, y armarse de una firmeza igual a los peligros (…)”

Conozco perfectamente la separación de Poderes, pero también sé de la indispensable sincronización de responsabilidades entre ellos para asegurar la vida de un Estado Nación; desgraciadamente la Fiscalía General y el Poder Judicial están en mora absoluta con su misión y eso equivale a someter al Estado a la tragedia de Sísifo y Prometeo. Estas instancias del Estado, más bien garantizan prisión dorada a criminales notorios, convierten sus prontuarios en trayectoria política; y constituye un celestinaje malsano, en extremo. Esa nulidad en su accionar es un gigantesco plomo en las alas para un proyecto que aspira volar sobre el cielo de los tiempos y encarnar en el vivir cotidiano de los pueblos, que insiste en ser “el mal ejemplo” para los pueblos de América y el Mundo.

Los graves sucesos en ciudades como San Cristóbal, Mérida, Ciudad Bolívar, Barquisimeto, Los Teques, Valencia y Caracas (casi permanentes) son ya malignas células que bien pronto pudieran hacer metástasis. Tengo serias dudas de la chicha calma del Zulia y que a la hora nona de la historia, la actitud de sus Jefes no sea la esperada.

Otro elemento nutricio del adversario ha sido la permeabilidad por mucho tiempo, de las fronteras, por donde se han fugado o extraído, sin disparar un solo tiro, montañas de alimentos, medicinas y dinero en efectivo, al punto que han terminado por casi postrar la acción de funcionamiento de un Estado tan rico como el de Venezuela y dejado en el desamparo a enfermos, al pueblo en su necesidad de alimentarse y que realmente pasa hambre, disminuye su talla y tiene que distraer su tiempo aquél de trabajo en cosas productivas manuales o intelectuales, en faenas mediocres, insulsas, que se han tornado ya en principales, para poder sostener su salud y su mínima condición alimentaria. Ahora bien, si en tiempo de Paz –sin disparar un solo tiro- nos hemos desbancado en estos rubros tan preciados para un pueblo, se nos quiere debilitar para que no tengamos la capacidad de responder a una agresión –gracias a una inmensa corrupción y complicidad de fuerzas militares, policiales y de inteligencia, de esta Patria en connivencia con las vecinas- ya me imagino con cuánta facilidad entrarán los tanques de esas naciones “hermanas” cuando la orden sea “hacer fuego “ contra nuestro territorio. Vendrá “Nueva Granada” a “Liberarnos”, acudiendo al propósito del Libertador, pero no será otro el fin, sino de nuevo someter, destruir, fraccionar y tutelar a la nación que ha sido Padre y Madre de la Independencia en este lado del mundo.

La “clemencia criminal” con los terroristas, los vándalos y los militares traidores, han de llevar a un punto sin retorno a este proceso revolucionario, ya que los enemigos, sus maestros de la intriga y de la manipulación mediática, política y religiosa han logrado maniatar al sistema judicial y nublar la conciencia de personas que se dicen preparadas, estudiadas, al punto que son “los simples” quienes parecieran entender la encrucijada histórica, su importancia capital, por la cual atraviesa la Patria. Aunque también, de este segmento los adversarios han podido captar adeptos en extremo dañinos como los bachaqueros y las crueles bandas de delincuentes comunes, hoy financiados, bien pagados y armados, por los enemigos del Estado. Acciones como las de la OLP han logrado efectos sustanciales, pero han bajado la guardia porque en nombre de los “Derechos Humanos” han sido escarnecidos por las aves sangrientas de la mediática nacional e internacional, las cuales en su concierto hacen un bulling oprobioso contra este gobierno. Siendo sincero, la OLP, ha sido una alternativa un poco tardía, aunque con buenos resultados. Este factor de inseguridad, fue elemento clave en el bache anímico que llevó al pueblo a entregar la Asamblea Nacional a la terrible oposición que padecemos; sumado a ello el hecho de que la Revolución ha logrado internalizar el discurso histórico e ideológico en cuanto a la necesidad de la independencia, la soberanía, la igualdad etc. Pero al carecer del control y vigilancia efectivos de los medios y planes de producción, al haber permitido la oportunidad nefasta de experimentar el hambre y la urgente necesidad de obtener medicamentos, ha llevado casi al desarme anímico de gran parte de la población que no salió a votar en ese fatídico 6 de diciembre o volcó su voto a favor de quienes hoy anidan en ese importante foro legislativo. Agreguemos el agravante de que el poder judicial (con merecida minúscula) no actuó a tiempo y permitió la llegada a la Asamblea de personas que estaban sometidas a juicio y con evidentes, públicas y notorias deudas ante la Justicia, ahora han adquirido inmunidad e impunidad. He allí los estragos causados por lo que llamó el Libertador “la clemencia criminal”.

Afirmaba el General Simón Bolívar, que “la guerra defensiva” era “perjudicial y ruinosa” y como no se le escuchó, he ahí que tenemos los enemigos, de particular vileza, instalados dentro del territorio, en lugares claves y estratégicos, llegados por diferentes medios haciendo vida normal dentro de la sociedad y que se muestran muy activos en momentos en que se necesita subir la presión contra el Estado y se considera que con el apoyo de los medios de comunicación y de la manipulación de los feligreses por parte de la Iglesia que “abusando sacrílegamente de la santidad de su Ministerio” inclina la balanza “en favor de los promotores de la guerra civil” . Desde la Goajira, Santa Marta, acechan Maracaibo; desde Cúcuta acechan Táchira y Barinas y desde el otro lado del Arauca acechan los llanos. Menos mal que las Fuerzas Armadas –en medio de los cantos de sirena- han conservado su firmeza y no parecieran ser tan inexpertas y “bisoñas” como por desgracia sucedió en tiempos de esta dolorida queja del Libertador, cuando decía: “Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas y políticas…”.

Siguen vivos elementos de aquél tiempo: una América que no corrige su conducta y conserva –incorregidos- “los vicios de unidad, solidez y energía que se notan en sus gobiernos”; Hace mucho tiempo que la América del Norte  no está “en paz con todo el mundo” y aunque esté “guarnecido por el mar” y no tener amenaza visible a su territorio, ha empeñado sus tropas en sembrar guerras fratricidas y devastadoras en casi todo el orbe e instalado bases con tales fines, de manera que allí, en el costado de nuestra República incuban 7 bases militares, en la misma Nueva Granada, que han diluido el lema de “América latina, territorio de paz”.

 

Sin otro particular qué manifestarle, reiterándole mis mejores deseos, me despido de Usted.

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GABRIEL MANTILLA CHAPARRO

Profesor Titular (Jubilado) Escuela de Letras Universidad de Los Andes.

Mag.Sc. Literatura Latinoamericana. Pontificia Universidad Javeriana.

[email protected]



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