Tiempo de máscaras

Jamás Venezuela había atravesado por una crísis tan severa como la que actualmente padece. Ni en los tiempos de la conquista española habíamos sufrido tantas calamidades juntas. Al menos sabíamos por donde atacaban los españoles y enfrentamos con decisión las consecuencias de su mezquindad. Y vencimos, logramos la libertad. Pero en la actualidad Venezuela está siendo atacada despiadadamente por todos lados y con mil máscaras. Desde afuera, desde adentro, desde el Gobierno con sus traidores e infiltrados hasta por su mismo pueblo con el bachaquerismo, la especulación, la trampa y las miles de malas mañanas que se han ideado para “sobrevivir”. Por donde uno asome la cabeza nos dan un batazo. Pareciera no haber esperanzas... pero sí las hay.

¿Quién entiende a este pueblo? el cual parece estar acostumbrándose a la quejadera y criticadera sin portar nada positivo para el país. La redes sociales se han convertido en la herramienta ideal para el desahogo y ya nada de lo que vemos y leemos parece sorprendernos.

Algunas personas se han escandalizado con las máscaras usadas por los cuerpos de inteligencia policial, pero aplauden a los fascistas que se encapuchan para incendiar al país. ¿Quién entiende a una sociedad disociada? Se escandalizan con redadas policiales pero le dan “like” (me gusta) a los videos donde comunidades enteras linchan a los delincuentes; y hasta lo reproducen, editan, musicalizan, difunden, etiquetan y miran mil veces.

El pueblo exige mano dura al hampa y cuando se aplica la justicia con severidad saltan los detractores a defender los “derechos humanos” de quienes roban, violan y matan a la población. Maldicen al hampa solo cuando son víctimas de ella, pero detrás del teclado vomitan contra los cuerpos policiales porque hacen o no hacen. ¿Y quién no ha sido víctima del hampa en este país? Pero claro, a los gringos sí les queda bonita la máscara, pero a los venezolanos no. Mejor se ven con un rolito en el sobaco mientras chatean con la barriga afuera. Eso sí! “Dame pa’ los frscos y orquídeate a la derecha”.

La disociación de la realidad la hemos visto en los sueños húmedos de una intervención militar estadounidense con bombas y balas que solo derribarán las casas de los del gobierno y matarán solo a los corruptos. Más nadie será tocado por los sanguinarios Marines, quienes llegarán seleccionando con precisión y mucho respeto una por uno a las venezolanas y venezolanos que serán llevados a la justicia internacional para que reciban todo el peso de la Ley. Los escuálidos ya escribieron en las paredes los nombres y direcciones de quienes deben morir sin contemplación.

Cuando lleguen los Marines (con máscaras de todos los modelos y colores), los escuálidos serán separados de las ordas chabezistas y podrán ver en asientos VIP el fusilamiento de cada uno de ellos. Con cotufas, aplausos y todo lo típico para estos eventos. 

Por más de 20 años los oposicionistas han repetido la trillada frase: “Ahora sí va a caer el régimen”, pero la realidad es otra. Los adversarios a la “Dictadura” no tienen un verdadero lider que valga la pena y por esa sencilla razón la frustración y el odio ha ido mermando en la mente de quienes como borregas y lambones solo se conforman con maldecir y cualpar a los demás por la crisis en Venezuela. Ellos mismos inventaron la frase “maldita MUD”, para dejar bien claro que son una cuerda de fracasados. Su único logro fue incendiar las calles, quemar árboles, asesinar gente con guayas y métodos despiadaos que solo surgen de mentes enfermas y llenas de rencor. Esos son los mismos que piden justicia y libertad. El mundo al revés, el mundo vuelto mierda!... pero Cristo viene, sigan esperando. Todo se paga aquí en la tierra. Los de aquí y los de allá arderán como churros en el infierno o flotarán en las nubes con hermosas alas blancas.

Yo que soy artista y creyente en Dios, no se por qué escribo tanta paja! Será porque me duele mi Patria como no le duele a quienes viven de ella desangrándola desde adentro y desde afuera. Mejor me dedico a pintar, esculpir y dibujar, porque definitivamente ya lo que escriba, diga o haga, no cambiará el destino de esta hermosa patria.  El Apocalispsis está en pleno proceso y la Conferencia Episcopal venezolana lo está incrementando.

 

elranchitocruz@hotmail.com



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