Bragas anaranjadas-Inicio del fascionazismo

Muchas atrocidades de las que la humanidad se ha lamentado, siempre han comenzado como un acto de voluntarismo que buscaba resolver un problema creando otro mayor y por la impotencia e inoperancia de las instituciones. Muchas veces, como en toda situación límite, estos actos son aplaudidos y celebrados, irracionalmente, por las masas, hasta que pasada la embriaguez sádica, viene el ratón moral por la aberración cometida.

Este estado de cosas, comienza con la humillación, hiriendo la dignidad humana, previo a la agresión física, como característica fundamental del fascismo, que más que una ideología de la que se sustentó el nazismo, fue una práctica patológica de las monarquías previas al siglo XX y las posteriores que hoy mantienen seres de poca envergadura mental. Esta práctica fascionazista fue combatida por la revolución socialista por ser contraria a la dignidad humana. Pero, esta práctica fascionazista cabe muy bien dentro de los esquemas del capitalismo en sus múltiples vertientes, con nuevos asideros institucionales, que se burlan de eso que es el amor propio y la dignidad, práctica de la que se adueñaron los medios de comunicación masivos por intereses comerciales, en los que vemos cómo ridiculizan y prostituyen a gente de muy baja cualidad moral en concursos de belleza o desnudos, concursos de canto y más.

En el caso de la política, frente a una patología social en las que las instituciones del Estado no han sabido actuar y no han actuado a tiempo para conjurar la acción delictual del bachaqueo, ha surgido el castigo moral de exponer públicamente con bragas anaranjadas a las personas que atrapen en estas prácticas. Esos delincuentes deben ser arrestados y presentados por el Ministerio Público ante tribunales naturales o especiales, si fuere necesario, pero siempre, en el marco de las leyes. La verdad de fondo está en que las instituciones no han funcionado efectívamente.

Humillar no es proteger al Pueblo. Con el Comandante Hugo Chávez jamás se humilló al delincuente y el Presidente Nicolás Maduro ha preferido tolerar insultos de Fedecámaras-Venamcham, de rectores universitarios y de todos los ciudadanos que sin rubor alguno lo insultan. Nosotros, no nos envilezcamos. No seamos peores.

N.B.: expreso mi preocupación, al igual que la de todos los merideños y personas de buena voluntad, por la desaparición del camarada chavista, ALCEDO MORA. Tiene qué aparecer.


@l2pino2


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Luis Alexander Pino Araque


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