Impunidades, inmunidades y encubrimientos

La muy esperada “solidaridad automática” de la bancada de Primero Justicia con el ex diputado Mardo se dio en medio de contradicciones, rubores otoñales y caritas compungidas de quienes desde hace catorce años vienen hablando, de la boca para afuera, de la lucha contra la corrupción pero no la practican y más aún la aúpan y la encubren.

Es bueno recordar que el partido de la derecha venezolana nació producto de un acto de corrupción de unos burgueses infiltrados en la PDVSA de la IV República, específicamente la mamá del inefable Leopoldo quien violó los códigos de ética de la Administración Pública al otorgar una partida del presupuesto de la Nación a una agrupación política disfrazada y entregó el cheque al señor Borges hoy caudillo de Primer Guiso, nombre con el cual el Pueblo de Venezuela conoce a este derechista partido.

No conforme con entregar un dinero, que pertenece a todos los venezolanos, a un grupo de niños ricachones la misma doña procedió a darle una beca a su retoño para que estudiase en el Norte. Es decir un acto de corrupción montado sobre otro acto de corrupción.

El tercer acto de corrupción le tocó ejercerlo al señor Borges en la AN en la ocasión en que el diputado del Pueblo Diosdado Cabello Rondón denunció este fraude contra el país y exhibió las pruebas. El Guisador mayor defendió estos actos de corrupción y con bastante descaro afirmó que estaba orgulloso de ello. Es decir, sumó otro acto de corrupción, el encubrimiento, con el agravante que el sujeto de marras estudió y ejerció el Derecho.

No exageramos si decimos que el comportamiento de la derecha opositora está signado en el permanente encubrimiento de los delitos de impunidad de sus socios cuartorrepublicanos. A las pruebas me remito con una sola pregunta que puede parecer ingenua: ¿ En qué momento la oposición vernácula ha hecho un mea culpa de los desmanes de adecos, copeyanos, de los guisos betancuristas, calderistas, leonistas, carlosandresistas, lusinchistas, luisherreristas, de los siniestros doce apóstoles, de los desaparecidos, torturados y asesinados por los cuerpos represivos en manos de la gusanera terrorista al servicio de interese foráneos, en la constante genuflexión en lo que se refiere a los beneficios del petróleo y de la política exterior, a la descomunal Deuda Social que acumularon desde 1830 y que nunca se ocuparon en atender?

Por supuesto que la respuesta es siempre negativa. La derecha reclama y ejerce privilegios para una minoría y siempre le ha importado un comino la suerte de la inmensa mayoría de nuestros compatriotas. Así son ellos hipocritones y zalameros con el amo imperial y bien arrogantes y déspotas con el Pueblo. Son los responsables de un golpe de Estado (abril 2002) que cobró vidas inocentes, son responsables de un paro sabotaje de tres meses que hundió la economía venezolana y afectó las reservas internacionales, son los responsables de guarimbas y asesinatos de gente humilde simplemente porque pensaban diferentes a ellos.

La derecha fascista se vende como no violenta cuando sabemos que la marca que los identifica es precisamente la de la violencia. Basta que recordemos el comportamiento del candidato perdedor de las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril cuando en un acto de soberbia y rabieta ordenó a sus partidarios incendiar el país. Resultado: una docena de patriotas asesinados.

La conducta de la oposición, presente en las sesiones de la AN el pasado día lunes, los desenmascara. Los ratifica como lo que son: fascistas, corruptos y encubridores. Padres putativos de la impunidad.


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Héctor Agüero


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