De Mazuco y la ley de barrios

Dos “jalones" de los meseros, diputados a la Asamblea nacional. Dos contrabandos que dejaron de serlo ante un pueblo que hace un rato largo ha identificado a los contrabandistas del pasado. Es conocida la papa venenosa que significa el contrabando Mazuco metido en el mismo saco a los electores que votaron contra el proceso al Socialismo. Pero el hecho de que hayan contrabandeado a muchos de sus seguidores, no les da derecho a abofetear la dignidad de todo el pueblo venezolano en la mejilla de la Asamblea Nacional, como si ésta fuera de los Monagas del siglo diecinueve ( S.XIX ), cuando la formaron unos cuantos asesinos que acabaron con ella en sus representantes más genuinos.

De paso, el niño provocador de apellido Blanco, se estrenó como el mandadero de la camorra que es. Pretendió que el reo zuliano, el de las metralletas y cachiporras, se sentara al lado del hermano de los Soto Rojas, de los que uno fue lanzado por los adecos desde un helicóptero allá en la montaña del "Bachiller"; y uno pregunta: ¿Qué tal, niño Blanco, si ustedes hubiesen logrado que su ficha envenenada se sentara al lado de ese indoblegable luchador que es Fernando Soto Rojas? ¿Esperaban ustedes que Mazuco con su fuca amedrentara la bancada del movimiento revolucionario?

No tiene nada de extraño. Es que ya los adecos ensayaron el método del amedrentamiento cuando el larense Alcántara peló por la bicha de 9 tiros en plena sesión de cámara. Y cuando decimos “la bicha”, nos referimos a la pistola con la que "convencía" en sus asaltos a la prensa escrita como "demócrata" censor. Claro, es que esos " calculistas" obedientes se obnubilan ante el halago de quienes le ponen la pajita en la oreja. Ya venían atragantados de paja desde cuando le metieron desde el Norte la tronco de coba en cuanto a que la bancada de la MUD era mayoría. Pero como los números no mienten, el veterano Marquina optó por apelar al manido porcentaje de las votaciones. El sabe, como adeco cercano a las viejas trampas del viejo sistema electoral que, con la transparencia de hoy, no es la cantidad de votos a escala nacional lo que refleja el número de parlamentarios. Ahora Marquina, viejo adeco, puede sacar dos diputados en Sucre, pero no puede trasladar a Carúpano los mismos votantes de Cumaná como ellos lo hacían, o a otro estado vecino, con lo cual aumentaban las curules con la misma cantidad de votantes.

En cuanto a la "Ley de Barrios”, no podía faltar la ironía burguesa. Y nos quedamos cortos al decir ironía. Mejor debemos decir la burla, cuando el burguesito Caldera salió al ruedo y soltó ésta perla: "…vengo a participar a nombre de la burguesía de los barrios de Petare.....para proponer una ley que, por fin, le asegure la propiedad de las tierras donde esa gente construyó sus viviendas". Aplausos mermados. Y nosotros, como viejos luchadores en esos barrios de Caracas, en esos "cinturones de miseria", decimos que esa proposición es la campanada que suenan los recién incorporados diputados de la oposición para condenar de por vida a esos compatriotas a mal vivir guindando, pendientes a los deslaves, con tal de que no bajen a complicarle la vida placentera a la burguesía sustentadora de los partidos AD y COPEI, macollas de UNT y Primero Justicia. ¿Hasta cuándo tanto desprecio a los pobres de la tierra? Recuerden ustedes que aquí se hace y aquí se paga.

Patria, Socialismo o Barbarie.


pedromendez_bna@yahoo.es


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Pedro Méndez


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