Fallece a los 79 años el artista plástico mexicano Francisco Toledo

Este jueves murió el artista plástico mexicano Francisco Toledo, quien es considerado uno de los mayores artistas de Oaxaca y México.

Este jueves murió el artista plástico mexicano Francisco Toledo, quien es considerado uno de los mayores artistas de Oaxaca y México.

Credito: Agencias

Este jueves murió el artista plástico mexicano Francisco Toledo, quien es considerado uno de los mayores artistas de Oaxaca y México.

Medios locales reportan que el pintor falleció a la edad de 79 años, víctima del cáncer de pulmón; murió en su casa en Oaxaca, luego de haber sido trasladado en una avioneta desde la Ciudad de México.

Natalia Toledo, su hija, fue quien confirmó el deceso del juchiteco, quien será velado en su tierra natal. En un comunicado, su familia informó que a partir de las 23:30 horas de este jueves, habrá una ofrenda en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca para quien desee acudir.

El trabajo de Francisco Benjamín López Toledo ha sido reconocido a nivel internacional por sus técnicas como el grabado, el dibujo, el óleo y la escultura.

También fue conocido por su labor altruista y compromiso social; su obra también denunció la deforestación y la destrucción de la naturaleza.

Con ayuda de diversas instituciones, fundó el Taller Arte Papel Oaxaca, Ediciones Toledo y el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca. También impulsó la creación de otras instancias, como el Centro de las Artes San Agustín, la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, entre otros.

Hace unos minutos el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lamentó el deceso en su cuenta de Twitter: "El arte está de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en paz".

"Su paso era como la semilla de maíz, la de calabaza, la de chile y de frijol de la milpa más bella que nadie haya creado. Rayones, dibujo excelso, chango murciélago elefante chapulín. El zapoteco se oyó en coros que lo inventaron todo con ese canto tuyo Franciso Toledo", escribió en Twitter la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, quien se trasladará a Oaxaca en el primer vuelo de la mañana para reunirse con la familia Toledo y acordar con ellos el homenaje.

Su formación

El artista mexicano, a los 11 años vivía en Oaxaca, donde cursó la secundaria y estudió grabado con Arturo García Bustos y Rina Lazo; a los 17 viajó a la Ciudad de México, pero el periodo de inscripciones en las escuelas de San Carlos y la Esmeralda habían cerrado, quedándole la opción de ingresar a la Escuela de Diseños y Artesanías, donde los pintores Castelar, Dosamantes y Silva Santamaría serían más que sus maestros.

Toledo se asumió pintor desde sus muy tempranos inicios, pero le interesaba dominar técnicas de grabado sobre linóleo, madera y metal, y de relieve como la litografía, que además de multiplicar la imagen, implicaran tal rigor, que sólo su total dominio permitiera el lujo de introducir el azar como una voluntad propia de la forma.

En 1960, con 20 años de edad, el artista viajó a París para ingresar al taller de S.W Hayter. Allá conoció a Rufino Tamayo y Octavio Paz. Estableció estrecho contacto con los talleres de grabado Murlot y Bramsen & Clot. Permaneció ahí cinco años en los cuales frecuentó galerías y museos y diversificó su cultura plástica. Después viajó a Nueva York para exponer obra gráfica realizada en el taller de Kahlil. Luego en México, trabajó en el taller de Mario Reyes.

A su regreso a nuestro país afirmó su necesidad de vincularse más orgánicamente a su primera cultura en viajes frecuentes a Juchitán y Oaxaca. Regresó con una técnica pictórica depurada que no dejaría de enriquecer, así como con la influencia de ideas plásticas de artistas de distintas escuelas europeas, como Alberto Durero, Paul Klee o Marc Chagall.

El oaxaqueño recuperó técnicas antiguas e investigó otras nuevas, tanto en la pintura como en la escultura y la cerámica. Diseñó tapices que realiza con los artesanos de Teotitlán del Valle.

Su trabajo fue cada vez más reconocido y valorado. Realizó exposiciones en galerías y museos, como la retrospectiva de 1980 en el Museo de Arte Moderno que reunió cerca de 500 piezas.

De Francisco Toledo se han observado dibujos y tintas reunidos en los Cuadernos del insomne, Cuadernos de la mierda y Cuadernos de los insectos; los (anti) homenajes a Benito Juárez en collage y mixtas sobre fósil; su manual de zoología fantástica en acuarela y gráfica; su insectario en tinta y acuarela; sus platos, vasijas y murales en cerámica, dando vida a cangrejos y tortugas; sus series gráficas sobre la muerte; autorretratos en fotografía, óleo al temple y xilografía; las bicicletas, máquinas de coser y escenas de lucha libre transportados al óleo sobre papel; los mapas y planos juchitecos en papel amate, papiro y acuarela; los animales hechos en caparazones de tortuga, hojas de coco, pistaches, huevos de avestruz y cera.



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