Waraira Repano y el Cerro Copey la contienen

Ministro Villegas firmó expediente que postula ante Unesco la tradición de la Palma Bendita como Patrimonio de la Humanidad

Expediente de la tradición de la Palma Bendita en Venezuela

Expediente de la tradición de la Palma Bendita en Venezuela

Caracas, marzo 27 - El ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, firmó el expediente que propone a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés) declarar la tradición de la Palma Bendita como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Este lunes, el ministro en su cuenta Twitter @VillegasPoljak informó que “con aval de comunidades y siguiendo instrucciones del Pdte @NicolasMaduro acabo de firmar expediente que plantea ante @UNESCO declaratoria de la tradición de la Palma Bendita (Palmeros de Chacao, de La Asunción y Valle del Espíritu Santo) como Patrimonio Cultural de la Humanidad”. La investigación, seguimiento y propuesta de postulación fueron hechas por el Centro de la Diversidad Cultural.

La propuesta recibió el apoyo del presidente de la República, Nicolás Maduro, quien el pasado domingo ratificó su respaldo a la postulación de la tradición de los palmeros.

Una de las tradiciones más antigua y trascendental del país durante la Semana Santa es la búsqueda de las palmas en el Parque Nacional Waraira Repano, actividad que realizan los Palmeros de Chacao desde hace 242 años, cuando una promesa libró al pueblo venezolano de la fiebre amarilla.

En el año 1776 el padre José Antonio Mohedano hizo un ofrecimiento a Dios a cambio de terminar con la epidemia que le arrebató la vida a más de la mitad de la población de Chacao.

Desde esa fecha, el párroco mandaba a los esclavos de las haciendas a buscar palmas en la montaña para luego bendecirlas el Domingo de Ramos, y de esa forma confirmar la fe de la Semana Mayor.

En la actualidad la tradición sigue viva gracias a Los Palmeros de Chacao, agrupación que todos los años van al Waraira Repano a recolectar las palmas, durante dos o tres días, y bajan en procesión a Caracas. Con las ramas y hábiles manos de las devotas elaboran innumerables cruces que sirven de estandartes de fe. De igual manera es bicentenaria la tradición en La Asunción y en el Valle del Espíritu Santo, ambos en Nueva Esparta. Las dos comunidades preservan la palma en el cerro Copey.


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