Crónicas del Olvido

El dolor en la poesía de José Canache La Rosa

1.- Estos poemas de José Canache La Rosa rabian, forcejean con lo que sucede a su alrededor. Son poemas tan humanos que abren un espacio sangrante en el ánimo del escritor; vivos, descarnados, sin ningún atisbo en el que la poesía asuma sus desdenes u obligaciones. Es una poética para descargar los humores acumulados. Son poemas heridos, tanto que no tuvieron tiempo de cicatrizar.

Y así como son estos textos, va la realidad. El poeta sucumbe ante ella. Se deja llevar por el dolor, la carnadura de lo que ve, sufre o siente.


Razona su ardor. La herida que ve en su alma. En el cuerpo que se derrumba.
Nada detiene su palabra. Dice, maldice, bendice. Escribe desde su diario devenir, desde la labia que lo lleva a gritar, a canta con el desgarramiento de la tierra que vive, de la ciudad que lo maltrata, del país que ya no es país.

La miseria que sus ojos ven en primera persona no puede ser callada:

MENDICIDAD

Ahora soy un mendigo
Mi esposa
Mis dos hijas
Mis tres perros también.

Nuestra delgadez extrema, nuestros harapos
Nuestra mirada alucinada de hambre
Lo evidencian.

Paseamos nuestro desamparo
Por calles donde multitudes de mendigos
Caminan y pasean su hambre y harapos.

De vez en cuando
Pasa un rutilante auto de los oscuros
Y nos lanza
No mendrugos de pan
Sino chisquetes de saliva y blablablá.

Visten de blanco, verde, azul, rojo, amarillo
De todos los colores del arco iris
Pero les distingue el brillo de la avaricia en los ojos
Los labios torcidos del que sabe mentir con frialdad.

Solo paseamos con nuestra hambre a cuestas
Muriendo de mengua
Muriendo en silencio
Muriendo".

Y desde esa perspectiva, denuncia con fuerza a quienes se han convertido en desecho de ese país destruido. Desnuda a quienes son cómplices del sufrimiento de una tierra en la que ahora habitan fantasmas.
Cita parte de un poeta: lo deja correr en el suyo para destacar la culpa, la responsabilidad de quien se dice humanista y ha sido parte de un crimen, de una mentira.

UN TRUHÁN VESTIDO DE POETA REVOLUCIONARIO

Vino a verme pidiendo mi sangre desde su altura de burgués
Vino a verme con su hermoso suéter de cuello de tortuga

Estirando los ojos como avestruz
Mientras salmodiaba versos:

"Soy el más lindo de la ciudad"
"Soy el más bello"
"Soy guardián de la moda y la rebeldía francesa"
"De las bellas letras y el buen decir diciendo poemas de poesía"

2.- El poeta es una persona que ambula por las calles. Se deja llevar por su formación, por el afecto que le fue enseñado, y desde ella lanza la mortificación contra quien se ha desviado y ha dejado de ser. No calla, habla, grita, desviste el paisaje que lo agobia, que lo humilla.

SOLO SE TRATA

De ser amable con el Otro

El humilde
El humillado
El ofendido
El Otro desconocido

Se precisa llevar
Traer más bondad
Compasión al mundo

Eliminar tanto
Inútil y despiadado
Sufrimiento".

3.- El yo del sujeto / poeta no se esconde. El dolor, el hambre física, el sufrimiento rebosa el silencio. Desde ese dolor cuenta su historia, que es la misma de muchos que no tienen sosiego, pero que no pueden decirlo. El hombre que aquí pronuncia estos versos podría ser cualquiera, pero en este abismo que él mira es el poeta quien traduce la rabia, el dolor y la indolencia de lo que pasa a su alrededor. Y la muerte, esa lejanía que se aproxima, es también una plegaria.

HAMBRIENTOS

Apretados a la lisa pared del abismo

Con mi esposa, dos hijas y dos perritos

Yo, padre de familia

Clamo angustiado por los míos

La cuerda de salvación que puedes darme".

4.- Los poemas que aquí son protagonistas de la angustia, suenan a todos, al plural de un país que se vacía, que pierde el color de rostro, que ya no tiene eco, que muere lentamente. Quedan los poemas de José Canache La Rosa
El lector podrá seguir leyendo, y que sea él quien escriba de las impresiones que estos poemas le causan.
Un temblor corporal hace ver de nuevo al hombre, a recoger los restos que a su lado se mueven. La muerte se asoma en estos versos. Una muerte asimilada desde la sombra. Una muerte que revienta en la carne ya inerte. Una muerte que fue anunciada, inducida con palabras que se convirtió en acción. El verbo incendiario del poder se reveló para hundir o borrar a las mismas palabras.

TEMBLANDO

Acostado a un lado de la vía
donde surcan raudos los autos
el perrito negro
está muriendo

Tiembla su cuerpo
un hilo de saliva y baba cuelga de su boca
y mira con sus ojillos aterrados
la muerte que se aproxima
el dolor que le desgarra

La gente pasa indiferente
los autos cruzan raudos
y nada, nada, sucede
solo un perrito negro
muriendo, muriendo"

Humanizado, el pequeño animal es una persona que maúlla. Es un animalito que habla desde su desolación. El poema desata la verdad del martirio.

GATITO

Sentí el maullido
Entre la basura
Un matorral al borde de un arroyo
Ahíto de aguas pútridas

Busqué su rostro y lo encontré

Sus grandes ojos como lunas de amianto
Se clavaron en mí y entonces
Maulló con más fuerza
Pidiendo ayuda
Solicitando auxilio
Su rostro afelpado mirando hacia mí
Sus aullidos desesperados lanzados hacia mí

No supe cómo ayudarle
Una cerca alta, muy alta,
Coronada de alambre de espinos
Cerraba el paso
Tenía prisa, alguien me esperaba
Lo dejé pasar

Y ese instante

Ese recuerdo
Sé que me perseguirá
Como dolor de cabeza punzante
Apretado en mis sienes
Por el resto de mi vida"

5.- Este poema no le pertenece a José Canache La Rosa: él lo escribió para que se convirtiera en la voz de todos. En la voz de los que no desean ser los miserables. Este poema nos dibuja a todos. Nos traza, nos dice, nos habla, nos trata de llevar de la mano en búsqueda de la dignidad.


Este grito del poeta oriental es el de todos. El ser de esta tierra se niega a ser tratado como un mendigo.

NO QUIERO TU LIMOSNA

Ni bono, ayuda, beca, dádiva

Que no provenga de mi trabajo
De hombre de bien que puede ganar dinero
Para sí y su familia con el sudor de su frente

Si quieres apoyarme
Ayúdame a no depender de nadie sino del trabajo digno

"No me des pescado: enséñame a pescar"

No me abrumes con tu caridad
Tu lastimoso proceder con el mendigo que piensas que soy

Trátame con dignidad
Soy un hombre
No una piltrafa"

6.- El fanatismo, la falsa conciencia, la mentira, el abuso de poder: facciones que han derribado la decencia y deseos de seguir adelante. La esperanza es una piedra solitaria. Quienes son el poder, han destruido la tierra que antes había sido sembrada. Un erial en el corazón de quienes hoy habitan este aire fantasma.

SIN DERECHO A RECLAMO

Extremistas
Hicieron de mi país
Dos haciendas

Esta la mía
Esta la tuya
Ambas separadas por alambres de espinos

Y como en la situación "nadie gana"
Juego "perder-perder" ó Juego mata cero
Atizaron divisiones
Cuando debía haber unión, solidaridad, respeto, comprensión del otro

"Yo gano, tú ganas"
"Tu vives, yo también"
"Celebro tu alegría,
"Mi risa es tu risa"
"Comamos juntos"
"Vivamos juntos"

Entonces trazaron fronteras invisibles en el lugar del corazón

Este mi clan
Este el tuyo

Y de golpe y porrazo un país borró al Otro
Como si cuerpo y alma
Pudieran estar separadas

Negándose, odiándose
Con rencor y amargura profunda

Todos dedicados a hacerse el daño más amargo que se pueda
Todos dedicados a negar al Otro veinte veces antes que el gallo cante
Todos dedicados a hundir el dedo en el ojo del Otro
Todos dedicados a apuñalear el corazón del Otro por pensar distinto

Y eran maldiciones que subían al cielo
Como nubes negras de muerte
Zanjas profundas de cuervos
Que trepaban al aire
En infiernos en ebullición".

7.- La pérdida de la esperanza. La desilusión, la depresión convertida en primera persona. Pero que es plural: una sensación de vacío absoluto, de volatilidad corporal. De bruma en el horizonte.
La voz del poeta devela lo que el cuerpo resiente. Con palabras de Hanni Ossott, cerramos este doloroso episodio que nos ha entregado el poeta nacido en el oriente venezolano José Canache La Rosa: "Una de las rocas sobre las que se asienta la poesía es el sentido de la muerte. La conciencia de la muerte fundamenta a la poesía (…) en la poesía rara vez se habla de éxitos y sí de precariedad, de pobreza".

En tiempos de agobio, el poeta no deja de ser la voz de los que ambulan en medio de tanto existir terrible.

POR LOS VIENTOS QUE SOPLAN

Sé que mi vida se apagará prontamente

Siento el rumor en la brisa que así lo augura
Quisiera pensar en otra cosa
Pero tanta tristeza, incomprensión, desolación

Tanta serena desesperación del alma
Casi no tolera la vida que me sostiene

Siento el rumor de muerte en la sangre de mi cuerpo y en mis venas
El horror cotidiano que me puebla

Y mis ganas
Mi deseo de partir a la tierra del nunca jamás
Constelación de Antares

Lugar de Kaaputaano
Casa de las Estrellas"

(Del libro inédito "Carruaje de fatigas")

ALBERTO HERNÁNDEZ: Correo electrónico: adezgalina@gmail.com. Guardatinajas, Guárico, 1952. Poeta, ensayista, narrador, articulista, periodista. Docente de Castellano y Literatura egresado del Instituto Universitario Pedagógico de Maracay (IUPEMAR). Maestría en Literatura Latinoamericana (Universidad Simón Bolívar). Coordinó la Sección de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Aragua. Co-fundador de la revista Umbra (1977). Dirige "Contenido" suplemento cultural de El Periodiquito (Maracay). Colabora además en revistas y periódicos nacionales y extranjeros. Su obra literaria es extensa y ha sido merecedora de varios reconocimientos. Ha publicado poemarios como: La mofa del musgo (1980), Última instancia (1985) mención honorífica en el Concurso Literario de la Secretaría de Cultura del Estado Aragua; Párpado de insolación (1989), mención honorífica en la II Bienal Literaria del Ateneo de Calabozo (1985-1987); Ojos de afuera (1989) ganadora del 1r Premio del II Concurso Literario Ipasme; Nortes ( 1991), mención de honor Primer Concurso Literario "Madre Perla"; Intentos y el exilio(1996), libro ganador del Premio II Bienal Nueva Esparta; Bestias de superficie (1998) premio de Poesía del Ateneo de El Tigre y diario Antorcha 1992 y traducido al idioma árabe por Abdul Zagbour en 2005; Poética del desatino (2001); En boca ajena. Antología poética 1980-2001 (México, 2001);Tierra de la que soy. Latin American Writers Institute, Universidad de Nueva York (2002). Nortes/ Norths (Universidad de Nueva York, 2002); El poema de la ciudad (2003) con ediciones en Venezuela y en México.



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