En las celebraciones latinoamericanas se estila picar la torta y tumbar la piñata, en mi niñez fueron muchas las fiestas en donde participé en estos convencionalismos, ya en mi etapa adulta no asisto con regularidad a fiestas infantiles y las celebraciones que he asistido son básicas: comida, bebida, música y de vez en cuando la torta ya sin piñata.
Sin embargo, recientemente estuve por casualidad en una fiesta de cumpleaños de un adulto a quien no conocía, andaba con mi familia, en dicho lugar habían muchos niños porque la fiesta era estilo piscinada, todo transcurría con normalidad hasta que llegó el momento de "darle palo a la piñata", ella tenía figura de mujer ataviada con poca vestimenta, cuyas partes sexuales eran exaltadas, el pubis con un simulacro de vello abundante y lo senos protuberantes al aire libre. El "shock" ocurre en el instante que un señor baja la muñeca, se la acerca a la cara a un niño de aproximadamente tres años y coloca la ficticia vagina para que el niño en cuestión la bese, acto seguido los presentes aplaudieron al niño sin darse cuenta del bizarro acto que auparon…!todos a caerle a palos a la piñata!, entre risas y gritos la figura femenina de cartón fue deshecha, alguien tímidamente y con cierto humor me dijo "que le de tu hijo", mi negación fue rotunda, jamás permitiría a un hijo o hija caerle a palos a la figura femenina, tampoco a la masculina.
Se dio la oportunidad y me fui del lugar, en el auto le comento a mis acompañantes que no estoy de acuerdo con un acto de violencia simbólica como ese, mi amiga me apoyó totalmente pero los hombres dijeron que esa era una fiesta de adultos que eso es normal, luego quisieron suavizar su comentario diciendo que no debieron haber niños, que con eso no están de acuerdo. Me pregunto ¿es normal que en una fiesta se golpee a la figura de una mujer o de un hombre? Ambas me parecen visiones desviadas de una celebración; es normal ¿Qué hayan niños visualizando actos de violencia hacia la figura femenina o lo que es peor involucrarlos en ella?, así de mal estamos.
Cabe preguntarse en cuántas celebraciones le hemos dado palo a la piñata humana, desde las princesas de Disney hasta los súper héroes han sido apaleados, reforzando así el patriarcado y la violencia que hoy tanto deseamos erradicar.
Queremos educar a nuestros hijos en valores pero estamos tan contaminados que a veces no nos damos cuenta que actos que parecen inocentes y divertidos como en este caso "tumbar la piñata" se reproducen patrones de antivalores, para preguntarnos después por qué mi hijo es agresivo si yo lo eduque bien y el jamás vio ese ejemplo en casa, claro que lo vio y participó cada vez que le pegó a una muñeca o muñeco de cartón, estaba practicando para de adulto hacerlo con una de carne y hueso.