Perogrulladas

El concurso nacional de guitarra Alirio Díaz y Felipe Izcaray...otra vez

Cuando Carora cumplió 447 años, establecimos algunos acontecimientos culturales de muchísima significación para corroborar la importancia que poseemos en el panorama artístico nacional. Esto no responde a colectividades. Son las grandes individualidades las que facilitan y catalizan estos procesos que nos hacen únicos, auténticos y por ende insustituibles.

Cuando se le dio creación al Concurso Internacional de Guitarra Alirio Diaz (al parecer el de más vieja data en su género a nivel internacional); y nuestro eximio Maestro Alirio Diaz (salve Maestro!), decide institucionalizar como sede natural y permanente el Teatro que lleva su nombre en Carora; sus artífices se percatan de la poca participación de guitarristas venezolanos en el magno evento. Es así como nace de la idea del maestro Senio Alirio Diaz Risi, la creación del Concurso Nacional de Guitarra Alirio Diaz. Acaba de ocurrir su cuarta edición y es indetenible. Es todo un éxito. Las individualidades estuvieron ahí, entregadas, trabajando incesantemente, el jurado: los Maestros Valmore Nieves, Luis Quintero y Senio Diaz; sus coordinadores: Haydee Alvarez Diaz, Alirio Martin Alvarez Diaz y el Maestro Lorenzo Camejo; su productora María José Díaz, y Virginia Alvarez y Vickmelys Lopez , también del clan Diaz, soportando la operatividad del evento. En la distancia, María Isabel Diaz no dejó de estar presente en todo detalle. Y fue Carora una vez más, el centro del acontecer guitarrístico académico, de muchísimo nivel!, expresaron los miembros del jurado, con los ojos emocionados.

Este sediento pueblo que paradójicamente vio derrumbar su economía comercial por una inundación en el año 1973; vivió una avalancha de la nueva guitarra venezolana que intempestivamente se le vino encima. Más de sesenta guitarristas pasaron frente al jurado. Vinieron de todas partes, con dialectos andinos, centrales, occidentales y orientales a mostrarnos sus cualidades. A inundar Carora de Bach, de Mangoré, del Tragalochas y por supuesto de Lauro. Cuantos años han transcurrido desde que el Maestro Felipe Izcaray graduó, a decir del Maestro Juan Martínez Herrera, nuestras Orquestas Sinfónicas, tanto Infantil como Juvenil, cuando dirigió el Concierto de Aranjuez para Guitarra y Orquesta de Joaquín Rodrigo, teniendo como solista nada más y nada menos, que al mismísimo Maestro Alirio Díaz en la Iglesia San Juan Bautista de Carora.

El maestro Izcaray salió de Carora, después de ese evento, seguimos su itinerario, Los Angeles en el hemisferio norte… y muy al sur, en el país de la tierra del fuego, Argentina. Ahora, nuevamente en Carora, dirigió una Orquesta Sinfónica que suena como las orquestas que ha dirigido, porque alguien nos comentaba: "…es que sino suenan bien, Felipe no se monta en el escenario". Acompañó otra vez el Concierto de Aranjuez, teniendo como solistas a los miembros del Jurado, quienes se repartieron los tres movimientos del Concierto: el Allegro con spirito le correspondió al Maestro Luis Quintero; el Adagio al Maestro Senio Diaz y el Allegro gentile al Maestro Valmore Nieves, quien para más señas es del pueblo de Muñoz. Antes de todo esto, creemos que el Maestro Felipe Izcaray, merece un reconocimiento particular por el nivel que se percibió en la Orquesta Sinfónica de la Juventud Petro León Torres de Carora, al escoger e interpretar la Sinfonía N° 100 de Joseph Haydn, o Sinfonía Militar, como se le conoce popularmente. De los pianísimos a los fortísimos con la seguridad de que siempre que lo que se está ejecutando se hace con profesionalidad, vocación y sentimiento, esta signada con los estigmas de la gloria. La expresión sincera se escuchó en la obscuridad del Teatro Alirio Diaz: "Gracias Felipe !!!!"; el anónimo, el infaltable, el imprescindible: el público, se manifestaba con la fuerza de su aplauso y de sus loas a viva voz.

Es verdad… no existen las casualidades, le ha correspondido al Maestro Izcaray iniciar aquella noche en la Iglesia San Juan de Carora, aquellos retoños de violín, de violas, oboes, cornos, fagots, flautas y demás instrumentos, hoy muchos de ellos ya convertidos en abuelos; y estar presente como protagonista, luego de su periplo por el mundo, en esta nueva fiesta de la guitarra venezolana.

No dejamos de sorprendernos con el Grupo Brecha, afinados y entregados a un público que los escucha con un gran sentimiento de pertenencia. No dejamos de sorprendernos con la acústica del Teatro Alirio Diaz, magnifica. No dejamos de sorprendernos con la hospitalidad de los caroreños y las caroreñas claro; quienes gentilmente albergaron algunos participantes, algunos ya autodeclarados caroreños, llegando alguno además a decir que somos un planeta aparte… como Woodstock. Y no nos sorprende el comportamiento de los caroreños en el Teatro, en silencio… disfrutando del suceso. Se ha corroborado nuevamente, que sólo a través de las artes, de la conciencia y el espíritu, es cuando logramos la depuración del hombre de tanto lastre innecesario. Nos quedó la melancolía de la despedida del IV Concurso Nacional de Guitarra Alirio Diaz, pero también la alegría de saber de las presentaciones que tiene pautada nuestra querida Orquesta Sinfónica, para deleitarnos con sus ejecuciones en próximos días. Nuestro más sincero agradecimientos a estos magos del arte, por ayudarnos a escalar un peldaño mas.



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