Presidente Chávez: ¿se acuerda de Quíbor, tierra de artesanos?

Los que se quedaron en el terruño, apostando arañarle futuro a aquellas áridas tierras de Quibor (Distrito Jiménez, estado Lara) viven día con día la desesperanza que causan las decisiones tomadas a dedo, desde arriba, sin respetar o escuchar los comentarios de los de abajo, los originarios, los que ponen a parir la tierra y el barro para convertirlos en hermosas piezas de artesanía.

Si señor Presidente, le estamos hablando de Quíbor, tierra de artesanos y de agricultores. Del Quíbor que se sacudió aquella madrugada del 04 de Febrero y que vió, asombrada, una de sus primeras manifestaciones espontáneas en defensa de aquel militar desconocido por ellos, que enarbolaba el famoso “por ahora”. Le estamos hablando del Quíbor que se incorporó, entre los primeros, en su campaña por todo el país. Del Quíbor donde una decisión tomada desde Caracas impuso a un capitán que ya venía con “plomo en el ala” como Prefecto de Sanare para la Alcaldía.

Le estamos hablando, señor Presidente, del Capitán Luis Plaza, estrenado como Alcalde del Municipio Jiménez que tiene, lamentablemente, más denuncias y reclamos que gestión por evaluar. Usted debería ver, compañero Presidente, cómo están nuestras calles. No hay una sola que sirva, a pesar de que tenemos petróleo y recursos para arreglarlas. Intente buscar una acera para los peatones; sería un milagro si sus pies dan con una en buen estado. Pregunte cómo hacen los trabajadores del aseo para mal-hacer su trabajo. Desde hace mucho tiempo, los tres camiones recolectores de basura se dañaron y ahora andan en volteos, sin seguridad y sin guantes, metiéndole el pecho a la basura… Quíbor es un pueblo chiquito, pero cochino. Y no porque los habitantes seamos “malos ciudadanos”. Es que hace mucho tiempo no disfrutamos del servicio por el que pagamos.

Acérquese a Morón, Chaimare, El Pueblito, Guadalupe, Tintorero. Los artesanos, casi incomunicados por el pésimo estado de las vías, hacen milagros para sacar adelante las ventas.

Camine cerca de la “casa de gobierno”. Los rumores a voces hablan de nepotismo y amiguismo. Quiere tener acceso a una de las pocas soluciones habitacionales que se construyen? busque su “cédula” de amigo o familia del Alcalde que para luego es tarde. Trabajo? Cuál es su grado de consanguinidad con el gobierno? Solicita un micro-crédito? Igual. Los requisitos son los mismos.
Las Misiones. Existen, pero sin apoyo oficial. Imagínese a este señor Plaza, alertando a los habitantes de los caseríos en contra de la gente de “Vuelvan Caras”; acusándolos de querer invadir sus terrenos.

Quíbor tuvo su cuatro minutos de gloria cuando usted, Presidente, inauguró ese magnifico Centro Diagnóstico, en Cuara. Desde allí usted se dirigió al país en un Aló Presidente. Las grandes obras que hemos visto los quiboreños se deben a la gestión del gobierno central.. Nada que ver con Plaza.

Del resto, señor Presidente, la acción del gobierno no se hace sentir. Ah, pero tiene que ver el programa de televisión donde el Alcalde se autocomplace con esa nada que es su gestión de gobierno. Ese señor miente de la manera más descarada cuando está frente a la pantalla de la tele; cuando da entrevistas. Usted se imagina que está en “Alicia en el país de las maravillas”.

Un pueblo tan luchador, tan trabajador merece otra cosa. Un pueblo que se levanta al alba no puede, señor Presidente, tener un Alcalde nombrado a dedo. Permita, como Presidente de esta Patria, y como máxima autoridad del partido de gobierno, que los quiboreños nos demos otro gobierno.

El capitán Plaza, pese a sus amenazas y a la represión (que es su fuerte contra los débiles desde hace muchos años), va a ser revocado por el pueblo que malamente lo eligió. En Quíbor tienen que sacudirse los cimientos para darnos el gobierno que nos merecemos. No importa que el señor Alcalde vocifere que va a meter preso al que recoja firmas; que meta preso (como lo ha hecho efectivamente) a quienes reclamen por su ineptitud. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela nos exige, nos ampara, para revocar el mandato a aquellos funcionarios que estando obligados a legislar para el colectivo, sólo lo hagan para sus familiares y amigos. La Constitución nos obliga a no callar.

¿Usted ha preguntado, señor Presidente, a cuántas personas beneficiará esa monstruosa obra que es la represa de Yacambú? Dicen los activadores de la Misión Cultura que es una obra muy costosa para cuatro o cinco terrófagos, que todavía los tenemos, y que envenenan el ambiente, roban las aguas potables, cercan el pueblo con herbicidas de alta contaminación. Se preguntan los habitantes, por qué la Ley de Tierras no ha llegado al segundo productor de cebolla del país. Por qué el “tornillo”, Alejo Hernández, sigue siendo dueño de Quíbor y sus alrededores. Por qué si la tierra es de quién la trabaja, los trabajadores del campo no tienen tierras. Por qué, a pesar de las denuncias que existen contra el uso de herbicidas y pesticidas, que afectan incluso a madres embarazadas y niños, el Ministerio del Ambiente no ha hecho nada?.
Son muchas preguntas, señor Presidente. Pero más que respuestas, los quiboreños aspiramos a soluciones. Por lo pronto, le pedimos que meta la lupa a ese Plaza que amenaza con dejarnos hasta sin plazas porque está acabando, a fuerza de desidia, con nuestro hermoso y querido pueblo.

POR 10 MILLONES DE VOLUNTADES Y DE COMPROMISO CON LA REVOLUCION BOLIVARIANA.
...VOLVEREMOS POR TODOS LOS CAMINOS


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Ana Teresa Gómez (La Guara) PNA-M13A


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