De un avión comercial que aterrizó en Bogotá descendió en la mañana de este lunes Mauricio Santoyo. El exgeneral de la Policía Nacional venía deportado de los Estados Unidos junto con 100 personas más, algunos de ellos con órdenes de captura vigentes.
Según lo informó Migración Colombia, Santoyo pasó por un control migratorio que tenía como función verificar las cuentas que pudiesen tener pendientes en Colombia las personas que arribaron en el vuelo.
El oficial en retiro regresaba al país luego de haber sido enjuiciado en los Estados Unidos por una corte de Virginia, por haber ayudado a las Autodefensas Unidas de Colombia cuando era un general activo. Con esas acciones, Santoyo habría facilitado a los paramilitares el envío de cocaína a Norteamérica, según las argumentaciones del fiscal Neil H. MacBride. Tras el juicio y su propia confesión, Santoyo fue condenado en diciembre de 2012 a 13 años de cárcel.
Este caso cobró gran revuelo nacional sobre todo porque Santoyo fue jefe de seguridad del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez entre los años 2002 y 2005. Con dicha condena en los Estados Unidos, este hombre se convirtió en el militar colombiano de más alto rango en ser sentenciado por una corte norteamericana. Santoyo llegó a ser uno de los policías de confianza de Uribe. Tanto así que el exgeneral aparecía en los agradecimientos de la primera edición de la autobiografía del expresidente titulada ‘No hay causa perdida‘.
A su regreso al país, fuentes aseguraron este lunes muy temprano que Santoyo sería capturado por un caso de Derechos Humanos pendiente con la justicia colombiana: el asesinato de dos activistas ocurrido el 6 de octubre de 2006.
Horas más tarde, Migración Colombia confirmó que había dejado a disposición del CTI de la Fiscalía General de la Nación al exoficial Santoyo, quien registraba una orden de captura en su contra por los delitos de concierto para delinquir agravado y desaparición forzada agravada, emanada por la Fiscalía 56 de Derechos Humanos.
