Junio 08 de 2018.- A la redacción han llegado varias denuncias de tarjetahabientes que son presionados por comerciantes a dar en voz alta sus claves, que junto al número de la cédula, se convierte en un peligro para la seguridad. Los comerciantes ya han hecho de esta acción un uso cotidiano y aducen que no pueden mover los puntos de venta hasta el consumidor porque y que "se dañan".
Una señora de Antímano, que prefiere guardar su identidad, nos dice que en el bulevard de esta localidad, hay muchos comerciantes que practicamente los obligan a dar sus números de claves y si llegan a protestar los mandan a comprar en otros sitios, tal es el caso de una carnicería/pescadería ubicada en la parte baja del bulevar, diagonal a la Iglesia en que el punto de venta está en un sitio alto, detrás de una vidriera con ventanilla, piden la clave sin ninguna consideración, pero en otros sitios de este lugar tambén lo hacen y es casi una costumbre el pedirle la clave a los cliente, lo que consiste en un peligro, pues se presta este mal hábito a cualquier ilicito u operación fraudulenta con la clientela.
También nos reportan que en Catia, La Vega y otros sitios de la ciudad están incurriendo en esta práctica que viola los derechos de los tarjetahabientes, cuando desde los bancos se enfatiza que no se le debe dar el número de clave a ninguna persona.
Hacemos un llamado a las autoridades competentes para que fiscalicen y le pongan un freno a los negocios que coaccionan a los clientes a darles sus claves y que los sancionen por el irrespeto a que someten a los consumidores, quienes no son considerados ni bien tratados sino todo lo contrario, son la mayoría de las veces maltratados y vistos como simples objetos de ganancia y usura.