La revolución y el comandante nos exige eficiencia administrativa y política

En su programa dominical, Aló Presidente, el pasado domingo el comandante Hugo Chávez, exigió nuevamente a su tren ejecutivo la urgencia de ser cada vez más efectivos y eficientes en la consecución de los objetivos que se plantea cada institución en procura de satisfacer las necesidades del colectivo, así como, la aplicación de modalidades y acciones enmarcadas dentro del esquema socialista. Esta refriega del comandante, aparte de animarme a escribir estas líneas, tiene su asidero en la lentitud con que enfrentamos situaciones que exigen una repuesta inmediata. En algunos casos, esta lentitud es endosable a la administración burocrática existente, en otros, a la falta de compromiso de los funcionarios implicados en la cadena de mando.

A fin de enfrentar la estructura burocrática heredada de la IV República se coloca en funcionamiento la figura de las misiones, con un resultado favorable en el logro de los objetivos propuestos en cada una de ellas, lo cual permitió y permite no solo cumplir con una acción gubernamental, sino, garantiza  un posicionamiento de la Revolución Bolivariana en la comunidad. Lamentablemente, pareciese que esta capacidad de repuesta, hoy día,  es víctima de las prácticas burocráticas existente en las organizaciones y/o instituciones tradicionales con que cuenta el Estado; instancias que por su carga burocrática no eran consideradas como idóneas para la implementaciones de planes que requieren una repuesta inmediata. Imaginemos al Ministerio del Poder Popular para la Educación llevando adelante el programa de alfabetización que se implemento a través de la Misión Robinson. Nos preguntamos, ¿Alcanzaríamos los resultados que exhibimos en la actualidad, si dicho programa se hubiese ejecutado por la vía del Ministerio?. La repuesta parece obvia, estas instancias están sobrecargadas de tareas y funciones administrativas que propician la lentitud en el proceso operativo y decisorio. ¿Se podría avanzar en la construcción de un estado socialista, con una estructura interna  burocrática y burguesa?. Necesariamente se impone la necesidad de un reordenamiento jurídico y administrativo del poder ejecutivo a fin de estar en sintonía con la propuesta política; asimismo, debe efectuarse una revisión a lo interno de algunas misiones con la finalidad de vacunarlas en contra del burocratismo que amenaza la efectividad de las mismas.

Pero más allá  de la estructura burocrática existente, un elemento fundamental e indispensable para elevar el nivel de eficiencia gubernamental tiene que ver con la entrega y disposición de los funcionarios; un funcionario comprometido e involucrado con la causa buscara la forma de encontrar salida a las dificultades que le imprime el proceso burocrático del estado, conducirá y estimulara a sus subordinados para superar tales deficiencias estructurales. Un funcionario no comprometido se valdrá de esa situación para no hacer nada o en el mejor de los casos marchara  al ritmo que indiquen los procedimientos. De allí la urgencia de tener cuadro técnicos y políticos, cuando el caso lo amerite, al mando de las instituciones gubernamentales a nivel nacional, regional y municipal. La revolución ha permitido la formación y capacitación en diversas áreas de un número importante de venezolanos y venezolanas, en su mayoría consustanciados con el proceso político,  así que el calificativo de no contar con personas  idóneas desde el punto de vista técnico no es válido a esta altura.

Estamos en un proceso revolucionario, necesitamos revolucionarios en la dirección de las instancias; el arribista no puede tener espacio, ni el amiguismo puede ser el elemento a considerar para  la designación de aquellos o aquellas en tareas fundamentales de la revolución, puesto que los mismos, responderán de sus acciones ante un amigo o amiga y no ante el proceso revolucionario. En este punto, bien vale la pena citar unos extractos  del trabajo presentado por Orlando Borrero en su libro El Trabajo de Dirección en el Socialismo, el cual señala: “…La construcción de la nueva sociedad socialista demanda en forma creciente la presencia de dirigentes con calidad en los cargos de responsabilidad. Hombres y mujeres dotados de características revolucionarias, honestos y con espíritu de sacrificio, capaces de dominar la técnica en la producción y los principios, conceptos, funciones, los métodos y estilos de trabajo y otros atributos en la dirección. Deben ser ejecutivos y sagaces, que se sitúen en los puestos claves como dirigentes con autoridad moral y acertadas perspectivas de la misión que la revolución les encomienda…”, “...Destacándose como guía por sus iniciativas, conocimientos, don de mando, rectitud de ideas, valor para enfrentar las circunstancias difíciles, audacia para buscar soluciones originales, seguridad en el camino que ha emprendido y sentido consciente de la disciplina….”

Es importante que nuestra organización política pueda ejercer un papel de acompañamiento, guía y contralor. No es fácil, el congreso extraordinario del partido entre otros, aunque parezca contradictorio, debe potenciar la presencia del partido en la acción gubernamental; previo al posicionamiento que debemos ganarnos en las comunidades, mediante un proceso de organización de la militancia con miras  a la defensa y profundización de la Revolución Bolivariana.

ramonlobo24@gmail.com



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Ramòn Lobo

Diputado a la Asamblea Nacional por el Estado Mérida. Coordinador Estadal del PSUV. ramonlobo.psuv.org.ve

 ramon.lobo2014@gmail.com      @RamonLoboPSUV

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