El 4 de febrero fue una reacción en contra de la corrupción cuartorepublicana, donde el desbarajuste gubernamental era su principal fuente.
Chávez sabía que tenía que limpiar la casa de la corrupción heredada luego de su triunfo en el 98. Lo intentó mientras estuvo gobernando, la neutralizó, pero no había voluntad política dentro de una parte de su entorno y la infiltración del reformismo y el oportunismo de la ultraderecha, terminó tomando los espacios de poder, dominando y venciendo la buena fe del comandante.
Hoy vemos como los nuevos ricos hacen su agosto en cargos públicos con sus allegados empresarios. Gobiernan y luego se van a los Estados Unidos y nada pasa.
La gran mayoría son devenidos de la derecha venezolana, que oportunistamente se cambiaron el color de sus franelas blancas y verdes, para colocarse el color rojo facilitador de sus desmanes.
Ninguno aguanta una revisión contralora seria. Personas que andaban pidiendo colitas con una mano atrás y otra adelante, de la noche a la mañana son multimillonarios de una forma descarada donde el estado complaciente se hace de la vista gorda.
La Contraloría General de la República, no acciona, no hace siguimiento y control de los bienes del estado, tan sólo se limita a exigir año tras años, la declaración jurada de los ciudadanos, pero todo queda en letra muerta.
Si la Contraloría y los entes competentes del estado venezolano, se hubieran abocado a su trabajo, es muy probable que *Carlos Lanz* estuviera vivo, ya que su esposa y autora intelectual de su vil asesinato, tenía tiempo con una red de corrupción en el Ince Aragua, y por temor a ser delatados, según se entiende en las evidencias presentadas por la Fiscalía, ese fue el móvil del hecho.
Pero más allá de ese funesto y lamentable acontecimiento, lo triste es ver como se forja una nueva burguesía contrarevolucionaria a la vista de todos, pero nadie dice nada, nadie actúa, dentro de una sociedad de complices y en donde un ministro contrario a los planteamientos de Hugo Chávez, sale felizmente a decir, que hay que crear la nueva burguesia "revolucionaria" ¡Qué descaro!
Solución inmediata, sencilla y sin excusas.
Si quieren saber en donde están los nuevos ricos que nunca podrán probar sus riquezas súbitas, vayan a cada cumunidad, a cada población y preguntenle al mismo pueblo, que ellos saben quienes andaban ayer en alpalgatas y hoy andan, sin enterderse como y porqué, en lujosas camionetas 4×4, que en vez de vehículos de pasajeros, parecen naves espaciales salidas de las películas de Holliwood.
En fincas, quintas, playas privadas y mansiones, los encontrarán libando el mejor whiski escocés y sin el recuerdo de la pobreza de ayer cuando gritaban muera Chávez..
No le echen más cuentos de caminos al pueblo venezolano. O son revolucionarios o no lo son. O tenemos un estado y un gobierno para gobernar con pulcritud, según como lo dictamina la ley, o tenemos un estado y un gobierno complaciente que protege a la corrupción con la mal llamada Solidaridad Automática.
Ustedes, señores contralores del estado venezolano, tienen la ultima palabra. O son competentes o no lo son. De ser lo ultimo, renuncien, porque de lo contrario, la história les pasará una factura del tamaño de la puerta de la catedral.
Sin Justicia no hay Patria
Por: José Luis Ibrahin Esté.
Revolucionario, antireformista y antiimperialista.
