Contra las mafias del Psuv

Un experimentado en el ejercicio del poder haciendo revolución lo fue el comandante Fidel Castro, años al frente de la batalla para construir el socialismo al margen de dogmas y libritos escritos de la "fórmula" para construir el socialismo y como buen heterodoxo recomienda no apegarse a dictámenes y considera un error el pretender creer que alguien sabe cómo se hace tan monumental obra. Pero hablemos del ejercicio del poder, algo real y palpable, no se puede construir el nuevo sistema sin la toma del poder político-económico-social-cultural y, lo más importante, el poder del conocimiento y la información. En conclusión: hay que tomar el poder para hacer una revolución y consolidarla. Pero es allí justamente en donde viene lo complejo del asunto; gobernar sin conciencia revolucionaria, sin claridad, sin visión, sin compromiso socialista, sin vivencia socialista es imposible hacer una revolución y entender las contradicciones de la dinámica misma de un proceso revolucionario.

Como es lógico, el poder se toma con la masa, orientada ésta por una vanguardia, pero al incorporarse la masa el aluvión es inevitable. Eso ocurrió y lo estamos viendo en la revolución bolivariana. El embrión generador surge de los cuarteles con Chávez a la cabeza, se produce el acto de masas del 27 y 28 de febrero de 1989, con la rebelión del caracazo. Eso activa el 4F y todo lo que de él se desprende; luego viene la asunción al poder por parte de Chávez que para poder derrotar las estructuras políticas de la burguesía, llámense AD-Copei-Derivados necesitó zurcir con filigrana un poderoso movimiento en donde hubo de todo.

Quien participa en política persigue un objetivo: el poder. Verlo de otra manera es negar la esencia de la lucha política, entonces se entra en la etapa en donde las medidas revolucionarias comienzan a generar un proceso de decantación que no siempre es tranquilo, es violento, se manifestó el 11 de Abril de 2002 con el golpe de estado, luego el paro petrolero y todos los planes de la derecha por reconquistar el poder. Todas esas situaciones sirvieron para decantar e ir apartando a los sectores más virulentos de la derecha interna en el chavismo, para aquel entonces el MVR.

Luego con la creación del PSUV, ya decantada parte de la derecha que se coló en el portaviones Chávez, las riendas del proceso en amplios espacios recae, en el sector revolucionario chavista y el sector de la pequeña burguesía profesional, técnica y habilidosa que se apoderó y atornilló en la PDVSA del corrupto Ramírez hasta casi destruirla. Paralelo a esto el sector revolucionario impulsa el poder popular que con sus contradicciones propias hace que el proceso de empoderamiento sea lento y muchas veces sin claridad táctica y estratégica. La pequeña burguesía del PSUV ocupa grandes espacios de poder dentro del estado y como es su naturaleza, usa ese poder para conformar grupos bajo el pretexto de "tendencias". Esos grupos para hacer vida e imponer sus criterios y métodos necesitan de mucho dinero; si ese dinero no pueden obtenerlo por la vía de la corrupción entonces son presas fáciles del enemigo imperialista que tiene atentas sus fauces para morder la revolución donde pueda y cuando pueda.

El pequeño burgués puede ser un gran revolucionario: de allí surgió Fidel, Che, Raul, en nuestro país Argimiro Gabaldón, el Chema Saher. A nivel mundial un Lenin, el propio Marx, Engels y muchos otros revolucionarios verdaderos. Pero éstos tuvieron un proceso en donde decidieron a conciencia plena asumir aquel hermoso pensamiento de Martí... "con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar". Ahora bien, para hacer actividad política en cualquier parte del mundo se requiere de finanzas, la derecha no tiene escrúpulos en usarlas, sus dirigentes viven muy cómodos junto a sus familias, se mueven en un ambiente impenetrable para los pobres y por lo tanto alejados de "la contaminación" revolucionaria; el revolucionario se coloca en la antípoda del político burgués y pequeñoburgués, sin embargo, cuando se ejerce el poder, la misma actividad propia del cargo y la responsabilidad que se tenga, te obliga a separarte de la masa y si no estás claro y si no tienes una profunda conciencia socialista, pues si no estas pila vas a terminar viviendo como el burgués, actuando como él y pensando de la misma forma. Con esto no queremos personalizar, trato de hacer un enfoque del contexto en donde se da la batalla.

Recientemente Diosdado los calificaba de bobos, para referirse a quienes se endiosan y se creen "la última vaina" y andan exhibiendo y con sus guardaespaldas para "ser importante", obviamente que esos son complejos de inferioridad que nos indican que el camarada no está preparado o preparada para asumir cargo de dirección. Pero la realidad es que a lo mejor ese camarada es muy bueno, muy técnico y hasta muy estudioso, lamentablemente es que estudia mucho de capitalismo y muy poco de socialismo. En palabras llanas, el revolucionario verdadero está condenado a echarle una mano a Jesús y a todos los revolucionarios de la humanidad que prefirieron el sacrificio por defender sus ideas y despreciaron la vida "muelle y cómoda", tal como nos lo dijo Fabricio Ojeda en su carta de renuncia al Congreso Nacional.

Para quien no está convencido en hacer revolución le es muy difícil entender que quien escoge este camino está escogiendo el camino del sacrificio, de la desesperanza, del desengaño, como Bolívar... "He arado en el mar"; pero fíjense, doscientos años después apareció Chávez y los soldados herederos del ejército libertador.

El pequeño burgués es fácil presa de la burguesía; la dolce vita, los lujos, la belleza de las mujeres burguesas, bien cuidaditas y arregladitas siempre. El carro de lujo, luego comienzan "los amigos" a exigirte y decirte "pero no seas pendejo, tienes que garantizar el futuro tuyo y de tu familia". Es así como muchos abandonan ideas, si es que las tuvieron, yo lo dudo, y se marchan a la construcción de mafias y con ello derechitos a casa del enemigo imperialista que tanto combatió, o al menos disimuló combatir.

El enemigo si sabe como tratar los asuntos de los acomplejados y acomplejadas y les lanza el anzuelo, siempre con buenos montos de dinero, promesas de poder y cómo relacionamos poder con dinero es fácil suponer que si vemos a alguien pelando bolas y chillando siempre, pues ese "no sirve" como dirigente, prefiero el de la camionetota y de vez en cuando unos dolaritos pa' los frescos.

Si ustedes observan detalladamente, gracias a dios la revolución ha logrado consolidar un estado mayor honesto, salvo el corrupto de Ramírez que quizás estuvo allí en ese entorno, tal vez Isea, aunque nunca calzó los puntos. Se veía a leguas que iba a traicionar, el estado mayor de la revolución, es decir, los que deciden la política macro, hasta ahora han demostrado conciencia y compromiso revolucionario. Pero tampoco hay que caer en el infantilismo de descuidar a nuestra gente. Los cuadros hay que preservarlos; no podemos seguirlos perdiendo como Otaiza, Serra, Danilo, por descuidos de la seguridad. Incluso el propio Chávez, aunque no hay prueba. Entonces digo que no hay que caer en el infantilismo de exigirle a nuestros cuadros más asediados por la derecha que no se cuiden, porque eso no es revolucionario, es una estupidez.

Pero llegó la hora de avanzar, y derrotar las mafias que se han creado dentro del PSUV es una necesidad, de lo contrario iremos derechos al fracaso. Ahora bien, el asunto es ¿Cómo controlar un partido tan grande y con tanto poder político? Las UBCHs han sido exitosas para ganar elecciones, pero muy malas para la contraloría revolucionaria de la política. Los CLAP, conformadas casi que por los mismos integrantes de la UBCH, son buenos para repartir bolsas, allí han cumplido la misión, pero para contraloría política revolucionaria no creo. Porque la contraloría política revolucionaria no se trata de esparcir el chisme por doquier, ni, ataco al que no me gusta porque me miró mal y prefiero al amigo o a la amiga, o a mi familiar, cuyo único mérito muchas veces es que solamente es familiar de algún dirigente o dirigenta. No, allí no está la solución... la escuela de cuadros es tan clandestina que no se sabe de ella desde hace rato, o a lo mejor desapareció, lo cual es grave. Así que se me ocurre proponer que se inicie una poderosa campaña UBCH por UBCH de lo que se define cómo código ético del socialista. Eso puede estar en lo que plantea Maduro del renacimiento, o el revolucionar todo. Porque de resistencia estamos hartos, creo llegado el momento del contraataque fulminante, que allí somos muy buenos.

Pero esa campaña tiene que, además, dejar una estructura totalmente nueva que permita el ejercicio de la contraloría política, que suena odiosa ciertamente, pero que es necesario porque lo dirigentes más claros no tienen el beneficio de la ubicuidad y las fallas tienden a incrementarse y agudizarse peligrosamente.

Un revolcón completo hace falta dentro del PSUV, un renacimiento y abrir las puertas de par en par a las ideas revolucionarias acompañadas de conductas igualmente revolucionarias; no se trata del mejor discurso, las cosas hay que demostrarlas en la práctica con hechos concretos y resultados tangibles para que la cosa no quede en pajita.



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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