Desde el conuco

El corrupto no es de izquierda, el sumiso tampoco

"En vez de darle caricias lo que hacen es manosearla" decía nuestro amado y recordado Ali, refiriéndose a los que aparentando querer a nuestra tierra, la desangran. Sus canciones recorrían los caminos libertarios de una patria azotada por garras depredadoras representadas en esa época por los partidos AD y Copei.

Nuestros muchachos por supuesto, no conocieron de tan depredador momento de la historia venezolana. Los lideres y gobernantes de entonces, sin el menor rubor entregaron todos nuestros recursos a el imperio mayor, el tío Sam.

El hierro y el petróleo lo saranderon a su antójo, nuestros recursos naturales fueron desbaratados, los gringos se llevaban las riquezas y nos dejaba solo la miseria y el sudor de nuestros explotados obreros.

Fue una historia oscura vivida entre mentiras de una supuesto progreso, que solo incrementaba la brecha entre pobres y ricos.

Aquella realidad dió paso a un levantamiento armado de líderes de izquierda que vieron necesario dejar sus libros de estudiantes y empuñar un fusil para combatir tal injusticia y plantearse una nueva Venezuela. Mucho más tarde, se produce el ascenso al poder del proyecto transformador de Hugo Chávez, que abrió nuevos horizontes para esta maltratada república.

Tras la desaparición física de nuestro comandante, hoy de nuevo caemos en una situación de dificultad extrema. La corrupción, la ineficiencia y un bloqueo económico brutal, dieron al traste con nuestra maltrecha economía. La crisis pulveriza el bolivar y coloca a los venezolanos en una dificultad económica de proporciones alarmantes. El dólar asume el protagonismo y las dificultades de cubrir nuestras necesidades básicas se hacen cada vez más difíciles y desproporcionadas. El salario de los trabajadores no alcanza para una panela de jabón.

Mientras el pueblo se hace de una fortaleza impresionante para sobrevivir a tan difícil situación jamás vívida, los sectores políticos del pais pretenden distraer las atenciones hacia unas elecciones (por cierto, legales y regladas por las leyes electorales) claro que son legales, lo que son es atípicas, lucen poco atractivas por no representar una solución esperanzadora, en búsqueda de lograr un respiro vital en la población venezolana.

Millones de dólares ruedan en una fría campaña, ante un país pendiente por su sobrevivencia, por la comida diaria, por la medicina necesaria para sanar al convaleciente. Nunca los líderes políticos habían estado tan distantes de las preocupaciones y necesidades de la gente.

El bloqueo económico impuesto por el imperio es brutal y hace desastres en la realidad económica del venezolano, conseguir la arepa diaria es una realidad desesperante, con unos servicios colapsados, mientras el presidente celebra su cumpleaños en cadena nacional de radio y televisión, como una burla ante las necesidades de la gente. Pan y circo, pan y circo.

La situación del país es de gravedad extrema, la realidad muestra una opción complicada, salir de esta avasallante crisis, sin caer en las fauses de hambrientos y corruptos opositores apadrinados por un desesperado imperio gringo.

Se impone la cordura, para poder salir de esta situación, tres virtudes creadoras hacen falta, humildad, honestidad y sabiduría. No podemos actuar como si no pasara nada. Por un lado el afán de mantenerse en el poder, sin importar el sufrimiento colectivo y por el otro una irracional opocicion orrodillada a los designios imperiales. El pueblo llano, el del trabajo diario es quien debe arrimar su primer paso. Reagrupar los sectores progresista y revolucionarios es vital, soltar el miedo y emprender el combate por recuperar la ética del trabajo como elemento primario de la sociedad, la moral patriótica es fundamental y asirnos de una férrea disposición de lucha y desenmascarar a los corruptos.

Un corrupto no es de izquierda, un violador de derechos humanos no es de izquierda, una conducta sumisa y conformista no es de izquierda. La ireverencia razonable es fundamental en estos tiempos. De nuevo digo, hace falta humildad, honestidad y sabiduría.

Nos tienen encallejonados en una lógica absurda que les otorga la propiedad de la verdad. Si haces observaciones sos traidor.

El pueblo es sabio y paciente, nos decía Ali en sus canciones.



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Toribio Azuaje

Campesino y Conuquero. Docente

 toribioazuaje@gmail.com      @fraguaobrera

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