“Qué vulgaridad tratar de llamar chavismo originario a la corrupción, a la descomposición, a la putrefacción"

Por primera vez en mucho tiempo estoy de acuerdo con el presidente, Nicolás Maduro, cuando el miércoles 24 de octubre , en el marco de una reunión en el Palacio de Miraflores con intelectuales, expresó; "Que vulgaridad tratar de llamar chavismo originario a la corrupción, a la descomposición, a la putrefacción".

La conexión inicial del comandante Chávez con el pueblo no fue por su propuesta socialista, la conexión fue por su discurso radical contra la corrupción y precisamente contra la corrupción capital, la madre o fuente inicial de las demás perversiones. Envilecimiento que se produce cuando quien está ocupando una determinada responsabilidad, en la custodia de los bienes público; se apropia de la institución y la pone al servicio de sus intereses particulares o grupales.

Fueron bastante los relatos que nos contó Chávez para describir esa corrupción primogénita, como lo es la corrupción política; desde la amante de un presidente vestida de oficial recibiendo honores militares, pasando por la validación de la trampa electoral para torcer la voluntad popular, con aquello de "acta mata voto", el desconocimiento de candidatos ganadores, la intervención de sindicatos, la utilización de la justicia para encarcelar a luchadores y luchadoras sociales, el despido de dirigentes laborales y pare de contar.

Tiene razón señor presidente; los indignos no pueden tomar como bandera de lucha moralizante a quien insurgió contra la corrupción, contra la descomposición, y la putrefacción política. Por eso creo que es una vulgaridad tratar de llamar chavismo al gobierno que usted representa.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que sus primeros pasos fue no respetar continuar el gobierno de Chávez sino emprender el gobierno de Maduro, desmantelando todo el equipo de gobierno de Chávez, sobre todo execrando a los funcionarios probos y que dieron mejor resultado.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que va a la inversa de la política nacionalizadora de Chávez.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que va en contra de la política petrolera de Chávez.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que sustituyó el desarrollo planificado en el Plan de la Patria, por una cantidad de propuestas inconexas, mas parecida a la planificación de Eudomar Santos de "Como vaya viniendo, vamos viendo".

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que anula la constitución impulsada por Chávez.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que no tiene la hidalguía y el coraje que tuvo Chávez de aceptar los resultados electorales que le fueron adversos, sino que recurre a subterfugios jurídicos para torcer la voluntad popular.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que activa el proceso constituyente, violentando y desoyendo las orientaciones de Chávez al respecto.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que conociendo estas palabras de Chávez: "No hubo nunca antes en doscientos años de historia constitución alguna que hubiese sido debatida con tamaña profundidad y amplitud como esta constitución bolivariana"; hoy pretende hacer una constitución en conciliábulo; como en la vieja cuarta república.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que avala la violación del principio jurídico del debido proceso; ya están próximos a cumplir un año de detención, trabajadores de PDVSA sin aún decidirse nada, averigüen, si en once meses de detención, se han realizados las audiencias respectivas. Lo que si se ha hecho es exhibirlos públicamente, condenarlos a priori, como en la cuarta republicana y su ley de vagos y maleantes.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que desconoció la voluntad popular, de municipios que eligieron a sus alcaldes y ahora impusieron opciones perdedoras; reeditando la antigua usanza adeca.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que al concepto de estado comunal, de poder popular, lo redujo a la trivialidad de un meme; simplemente, cuando le da ordenes al poder popular, se esta desconociendo el principio indoamericano que venia rescatando Chávez de gobernar obedeciendo.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que le da una patada a Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) promulgada por Chávez, al desconocer las contrataciones colectivas.

Es una vulgaridad llamar chavismo a un gobierno que impida las elecciones sindicales, gremiales, de federaciones, de consejos comunales, sencillamente porque tiene miedo de ser barrido, contraviniendo al comandante Chávez cuando decía; "¿Le tienen miedo al pueblo?; yo no, yo haré lo que el pueblo diga, lo que el pueblo mande".

Viva Chávez

 

pablofucik21@gmail.com



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