Hemos oído en muchísimas oportunidades que nuestro comandante eterno fue asesinado y hasta se ha especulado que el cáncer que lo aquejó hasta sus últimos días había sido inoculado, por lo que se iba abrir una investigación al respecto, pero puro bla,bla,bla, sin embargo, he llegado a la conclusión, que quienes lo mataron fueron sus "seguidores" y no me refiero a usted, el o la de a pie, la vecina, el abuelo, el indigente o yo, me refiero a quienes ostentaban y aún se mantienen en altos cargos dentro del gobierno, es@s de cuello blanco que crearon empresas de maletín para solicitar dólares y desbancaron el país, es@s que se encargaron por años de raspar los cupos y sacaron las divisas, así como los que estaban la noche del 20 de octubre de 2012 en el primer y último consejo de ministr@s, llamado por nuestro Comandante eterno como el golpe timón.
En esa reunión transmitida por tv, pudimos ver a un hombre que con impotencia llamaba la atención ante la ineptitud e ineficiencia demostrada por su gabinete, el regaño que daba por no construirse el estado comunal y la amenaza con eliminar el Ministerio del Poder Popular para las Comunas, es más, la flagrante clemencia con la que le encomendaba a Nicolás más que su vida, la construcción de las Comunas. Y una se pregunta ¿quién enfermo, con tantas arrecheras no se le va a acelerar la muerte, viendo con dolor como todos sus sueños se iban desvaneciendo y percibiendo como todos sus esfuerzos y luchas por conquistar logros de bienestar para el pueblo, servían sólo para abultar bolsillos personales?
Para un ser tan sensible como demostró ser Chávez, quien se fue de este estadio terrenal con las manos vacías y limpias, tanto el dolor físico como el moral tenían que eliminarlo y menos mal que no estuvo presente para sentir la mordida traidora de perr@s que sacaron una buena tajada en su nombre, como Luisa Ortega, Henry Falcón, Rafael Ramírez, entre otr@s, pero lo peor, es que después de muerto hay quienes todavía lo siguen matando, cada vez que apelan a su nombre, imagen, recuerdos, frases, etc., para conseguir votos, adeptos, credibilidad y aceptación, es decir, toda una patente de corso para hacer lo que se les antoje en su nombre y así han llegado y seguirán llegando (si lo seguimos permitiendo), los que con pérfidas maniobras se burlan y hambrean al pueblo.
A cinco años de su desaparición física, cada día sentimos más su ausencia, sobre todo, cuando vemos la falta de autoridad para ponerle orden al bachaquerismo, al transporte público, al cambio de precios diarios, al juego macabro de la desaparición y puesta en circulación de nuestro cono monetario, en fin, a tantos males que nos aquejan, sobre todo en aquellos actos corruptos que son bastantes, donde están involucrados militares. Porque a Chávez, no le faltaron cojones para decirle cuatro vainas públicamente a Nicolás o a cualquier ministr@, gobernador, gobernadora, alcalde, alcaldesa o militar del rango que fuera si lo estaba haciendo mal; a él no le temblaba la mano para meter corriente y su recordatorio perenne de "eficiencia o nada", aun sabiendo cuanto lo engañaban, pero ahora no está y aquí seguimos con todo el poder, nacional, regional y municipal, esperando que más pronto que tarde, se aplique con fuerza, precisión y bien administrado ese poder y ver si a pesar de las amenazas y sanciones imperiales, salimos del atolladero en que estamos metidos sin que salga el pueblo a buscar las soluciones por cuenta propia. Recordemos que el pueblo vio en Chávez la figura que le pondría orden al anarquizado y corrupto país de la década de los 90, de allí su victoria.
En estos momentos el gobierno a través de Nicolás, debe imperiosamente comenzar a accionar y percibirse fuerte y protector hacia el pueblo, pero sobre todo, duro y contundente hacia los grupos económicos, militares, políticos, burócratas y corruptos,para ponerle freno a la actual coyuntura en la que se ha exacerbado el individualismo, el irrespeto, la violación de las normas y la distorsión de todo el sistema social de acuerdo a los intereses particulares por encima de los colectivos. Es imperante cambios trascendentales dentro de la revolución bolivariana y chavista con medidas y decisiones firmes, en lo político y económico, pero con sanciones ejemplarizantes a quienes haya lugar en lo social y judicial. No puede seguirse oxigenando el proceso con incendiarios discursos de cambios creando expectativas en el pueblo, pero seguir matando a Chávez, cada vez que se le da poder a quienes lo único que tienen como valor es la acumulación de capitales y hacer de la revolución su modus vivendi. Da pena ver dizque revolucionari@s dándose gran vida en estos momentos de crisis general, bien gord@s y rozagantes viajando en lujosas camionetas, mientras el pueblo cada día más flaco y famélico haciendo colas para poder comprar algo que comer y cayéndose a carajazos para montarse en bus o trasladarse a duras penas a pie o en inseguros camiones; da vergüenza, cuando se ataca a compañer@s y se les tilda de traidor@s, sólo por emitir opiniones con sentido crítico a lo que mal se está haciendo; da dolor cuando se ven los sacrificios que hacen l@s pacientes sin tener tratamientos médicos, y nos preguntamos ¿Quiénes son l@s sacrificad@s en estos momentos de crisis? Hay quienes no han entendido que el sacrificio no es sólo para ese pueblo llano y silvestre que solamente es importante para los votos en épocas de elecciones, sino que es de tod@s por igual, sobre todo para quienes están en cargos de relevancia y que deben dar el ejemplo. Hay quienes no han entendido que el legado de Chávez, fue, es y será, acabar con el ventajismo, el oportunismo, el individualismo, el egoísmo, amén del burocratismo y todos los ismos negativos que le hacen tanto daño a este proceso y a la sociedad; ya está bueno que lo sigan utilizando como amuleto, deberían de una vez por todas trabajar para, por y con el pueblo que es quien los mantiene en el poder. El compañero Nicolás en este nuevo periodo, dentro de los cambios anunciados, tiene que sacar a los que han estado por años en ministerios enrollados cual serpiente mordiendo a quien le acerca la mano, sólo por seguir disfrutando de algunos beneficios. No puede seguir con los viejos y mismos rostros que se sienten imprescindibles y que inclusive una vez Chávez sacara de su entorno por ineptos, como si sobre los hombros de ell@s reposara todo el peso del proceso revolucionario; ya se hace justo y necesario renovar su gabinete con caras nuevas sin vicios ni máculas, que impriman acciones eficaces y eficientes bajo los valores de honestidad, transparencia, sinceridad, compromiso, responsabilidad y sobre todo respeto, para no seguir matando con aberrantes acciones a nuestro comandante Chávez y que esto no se traduzca en persecuciones ni retaliaciones hacia quienes hacen de la crítica constructiva, un instrumento de lucha para lograr recomponer y reimpulsar el barco que una vez el comandante juró que navegaría por el mar de la felicidad colectiva.
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