"Tengo 16 meses esperando por mi pasaporte", me cuenta una joven venezolana en un pasillo de dicho organismo-bodega. "Vine desde europa exclusivamente a ver si puedo tener mi pasaporte, mi familia está allá, no se como voy a regresar si no consigo mi pasaporte".
Así miles de venezolanos esperan, ansiosamente, el documento de identificación que por derecho les corresponde. Otros, como el de la joven, se aventuran a buscar su pasaporte "express", viniendo con un documento de viaje hecho por alguno de nuestros consulados en el exterior. Un viaje de ida, no de vuelta.
Según las cifras de algunos colegas en el exterior, hay 14 mil pasaportes esperando ser impresos desde el 2016. 14 mil personas que se encuentran en el exterior y que necesitan su documento de identificación. Miles de menores de edad, recién nacidos, que jamas han tenido 1 pasaporte y se encuentran indocumentados en el exterior.
¿Cuál es la excusa?, la falta de divisas para "comprar material" de impresión, a menos de que, como se dice popularmente, "te bajes de la mula" con mil o dos mil dólares del imperio.
En el mes de diciembre del año 2017, el SAIME ideó la solución perfecta para ellos: cobrar la emisión de pasaportes y prórrogas en dólares de los estados unidos, "legalmente", a los ciudadanos residentes en el extranjero. Ordenar la bajada de mula.
La idea de Juan Carlos Dugarte, Director General del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, SAIME, se justificó en el hecho de que es casi imposible acceder a la compra de material, por falta de divisas y el alto costo de los pasaportes, "subvencionados" casi en su totalidad por el estado venezolano, como si de un favor se tratase.
En enero del 2018, el costo de la cita para la obtención de un pasaporte en el exterior o de una prórroga de dos años, se colocó a 100 dólares de los estados unidos (la moneda del imperio como instrumento de cambio). A esta cantidad le siguen 80 dolares, segun la ley del servicio consular. Total: 180 dólares.
Asi, al parecer, no habría necesidad de pedir dólares bajo cuerda, ¿verdad Dugarte?. Lejos de parecer irónico, el hecho es que el SAIME cobraba una prórroga de pasaportes (una vulgar calcomanía), al mismo precio que un pasaporte nuevo (180 dólares).
Este dinero recolectado por el SAIME por el uso de sus "servicios en linea" nunca llega al país. Este dinero se mantiene afuera,en algún banco "amigo". Controlado unicamente por el señor Dugarte, y, supone uno, la Oficina de Administración.
Aqui la mejor parte. De repente en el mes de Febrero, sin anuncio alguno, nisiquiera un "tuit", ni un "mensajito" por Facebook y mucho menos un artículo en la web del SAIME, aumentaron de 100 a 200 dólares de los estados unidos. Total: 280 dólares. Doscientos ochenta dólares por la emisión de un pasaporte biométrico o por una prórroga-calcomania en algun pasaporte viejo. A menos de que seas menor de edad, en ese caso la calcomanía está prohibida.
¡La institucionalización de la bajada de mula!