Es como ridículo e inexplicable que delante de los ojos de los “jefes” pasen cosas como las de Citgo, las de la faja y otras ocultas hasta ahora; pero lo que sí es bien cierto es que hay ejecutivos choros pa tirá pal techo, la vaina de la tapadera dio cuantiosos jugos a la gran meritocracia aún enquistada no solo en PDVSA, sino por el doquier empresarial gubernamental-Estado, si se quiere hay empresas por no decir en su mayoría en manos de gentes de igual o peor calaña, quizás con menores delitos, pero delincuentes al fin que se creen amos por tan solo ser presidentes o gerentes generales y en donde se hace su “Santa Voluntad” y donde cuerpos de seguridad bajo sus órdenes acosan al que ose desobedecer órdenes, asome denuncia o exija auditoria a civiles y castrenses de los susodichos malhechores.
¡Jola! esto artero de Citgo de pie para que de buenas a primeras se haga un exhaustivo examen a todo el compendio empresarial-Estado, grande, mediano y pequeño y no se anuncie las inspecciones a modo de que acicalen la alfombra por donde han de caminar los auditores-fiscales o previamente haya ofertas de conchupancia, compren conciencias, hayan ojos sin ver y bocas que callen.
Que se cumpla eso de que: “caiga quien caiga” porque solo así, desmontando mafias, es como se puede llegar a una sana administración, libre de caprichos civiles-militares-políticos que solo conducen a la pérdida de la 5Ta. República.
No hay que olvidar que el pueblo es un muro de contención, pero que es frágil, puede reventar bases y pueden sus borbollones de agua arrastrar con todo lo hasta ahora logrado con sumos sacrificios, siendo su principal la vida física de nuestro Comandante Supremo. Por respeto a su memoria hagamos patria, completemos su sueño de la grandeza de Bolívar que tanto defendió ¡Lealtad!