Votaré por La Guaira de los lamentos

Jamás había sentido tanto deseo de Votar a favor del más indefenso de los 23 estados de la República Bolivariana de Venezuela y ver a La Guaira sin esas sombras que empañan la vida de su gente y su historia libertaria.

Pasó de Municipio a la categoría de Estado en la mayor orfandad, es decir, sin los músculos económicos que le dieron origen como el Puerto de La Guaira, El aeropuerto de Maiquetía y la Autopista Caracas-La Guaira. El Centralismo Bolivariano le dio una patada a la descentralización, uno de los aportes políticos más importantes de la Democracia que acabó con el odioso autoritarismo de nombrar a dedo desde Miraflores a los gobernadores.

Mi voto será tan duro que lo llevare en la mano apretado con el corazón para sentir la grata sensación de que lo estoy depositando a nombre de todo ese pueblo adolorido y como una manera de recordarles a los míos que nunca los traicioné, que cometí errores, que aprendí de ellos y rectifique a esta altura de mi vida añeja que se vacía por las rendijas del desprecio y la indiferencia.

La mayor riqueza de La Guaira es ese Casco Colonial con Castillos, Cuarteles, Fortines, Polvorines, Fortalezas, Iglesias, Calles, Sociedades Mutualistas, Casonas todas dantescas ruinas que forman una penosa vergüenza nacional. La Casa Guipuzcoana sede de la gobernación inhabitable y la casa donde nació nuestro protomártir José María España totalmente destruida.

La Sanidad de La Guaira, la única de Vargas, aceleró su enfermedad al construir al frente una millonaria plaza donde Hugo Chávez luce más libertador que Bolívar en un penoso culto a la personalidad que nadie en aplaude.

En La Guaira lo único que brilla es la fachada de la sede del alcalde y la Cámara Municipal mientras la Calle Bolívar apesta, el hospital Vargas en extrema precariedad, el gimnasio vertical un fraude, el Mamotreto de la Negra sin nombre una burla y sus dos cementerios escuelas de profanación.

El chorrito de agua del tubo de adorno de Punta de Mulatos parecen las lágrimas de los guaireños y el avioncito un antojo que ninguno abordará porque queremos votar en cambote y con pasión para que todas esas sombras se levanten.

*Periodista



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