Podrá entender un(a) filólogo(a) de qué se trata la patria? Qué es la soberanía? Le importará? Qué es un(a) filólogo(a)? Cómo podría ayudar a construir aquellos conceptos?
Un(a) filólogo(a) es en principio y según su origen etimológico un amante de la palabra, un estudioso, un especialista, alguien que profundiza en su significado y simbología. Alguien que escoge cuidadosamente las palabras, tanto para construir, como para destruir. Y por eso nos preguntamos: ¿en qué contribuye un(a) filólog(a) a hacer patria? Desde luego de mil maneras, si está claro (a).
Todas estas conjeturas me surgen a partir de la insistente intervención vía aporrea, de una conocida profesora universitaria quien en los últimos días se ha dedicado a someter a juicio las opiniones del reconocido escritor, abogado, periodista, guionista e historiador Luís Brito García.
Me pregunto ¿por qué lo hace? ¿qué le mueve a ella a apuntalar su discurso contra este reconocido patriota? Alguien que sobradamente ha demostrado probidad para defender el pensamiento bolivariano y ha brindado su apoyo intelectual al Gobierno Nacional (sin faltarle jamás la crítica y autocrítica necesarias) hacia algunas políticas que el Estado no ha sabido implementar. Alguien cuyo baremo académico es numeroso y trascendental para la vida cultural de nuestro país.
La mencionada profesora, Rosa Amelia, en dos ocasiones ha disparado sus dardos; en el ánimo tal vez de salir ella de la oscuridad, con melodramas homéricos; resaltando su especialidad como filóloga, estudiosa del griego antiguo. ¿Y? además de vaciar su arsenal clásico griego y quedar en batas vaporosas, me pregunto: ¿Qué ha producido esta joven profesora? Y ¿A dónde quiere llegar con su verborrea helénica?
Dice estar muy preocupada por la juventud que se le desmaya en la facultad y que corre a comprar merienda para que sus flacos estudiantes terminen de traducir sus oraciones de poesía griega (que a lo mejor nunca nadie ha traducido y son tan importantes).
Sería cuestión de acudir al ciudadano Rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci -quien debe ser su amigo y debería escucharle muy atentamente- y exponerle la situación, en vista de que eso sucede dentro de las instalaciones universitarias y que se haga cargo de mejorar el servicio de comedor de la ULA, para que los estudiantes mejoren su rendimiento. Para eso dicha casa de estudios tiene tantas empresas y terrenos para producir de todo y en cualquier rubro.
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