¿Quién es más ladrón?

"Todos tenemos libre albedrio para hacer y deshacer lo que pretendamos y aspiramos en esta vida. La ruta, el camino que escojamos para ello, es decisión de cada quien para lograr el objetivo, su meta. El perdón es el último de esos destinos"

En estas madrugadas vi con honda tristeza la detención de un joven por la Guardia Nacional Bolivariana GNB con razones para hacerlo y con mucho respeto de autoridad a este ciudadano, lo presencié en mi sector residencial. La historia ya es común. El joven había robado una bomba de agua de 2 HP. Pero primero habíamos escuchado la detonación de algunos tiros. El ladrón se detuvo ante el posible riesgo de su vida, era evidente que lo pensara y lo hiciera. Del mismo joven ladrón se pudo saber que le decía a la GNB que la tenía vendida en 50 mil bolívares ¿Quién le iba a comprar esta bomba que fue robada por este joven ladrón? ¿O ladrón joven? ¿Sabrá este joven ladrón cuanto sacrificio cuesta a todo un condominio o persona comprar una bomba de agua para regalarla a este precio, arriesgarse por tanto y por nada?

El caso de los saqueadores en los cementerios: ¿Qué tumba no ha sido robada de cualquier forma? Tod@s tenemos de alguna manera, familiares que han partido físicamente de esta vida terrenal, lo que se traduce en que visitamos periódicamente su último refugio sagrado y por tal significación las mismas de seguro han sido despojadas de sus flores naturales, artificiales, floreros o materos, lapidas, piezas de arte y más. Pregunto ¿Y quiénes les compran a los ladrones de sepulturas todos esos artículos de ofrendas a nuestros fieles difuntos? Porque si no compramos como se debe y donde se debe es lógico que sean robados.

La referencia de los cleptómanos en las empresas: siempre oímos a l@s trabajador@s quejarse de que tal o cual gerente es ladrón, que tiene ese carro o casa pero el sueldo no da para eso. Que mantiene varias casas con servicios, lujos y pare de contar. Pero si nos ponemos a meditar con franqueza y queremos ser justos encontraremos empleados, trabajador@s que en el menor descuido supervisorio o de cámaras de video o no, se llevan mercancía de cualquier especie o condición en la cartera o bolso, en el maletín, la maleta del carro, por transferencia, otros. Es decir, que cada quien roba a su imagen y semejanza y de acuerdo a la necesidad y posibilidad de su entorno ¿Quién es más ladrón? ¿Los de arriba o los de abajo?

Sobre los cauchos y baterías: esta historia está más que trillada en estos momentos, se explica sola. Que levante la mano quien no la conoce y muchos lo mirarán con escepticismo. De verdad ¿Quién no sabe que si no compra en los negocios estos artículos muy de moda, sino que lo hace a alguien, los mismos son robados? Casos hay demás para ejemplificar quien es ladrón o más ladrón.

¿Dónde están los padres de los jóvenes ladrones "de bombas"? ¿Dónde están las espos@s, hijos y familiares de los gerentes, trabajadores y funcionarios, que saben que sus "seres amados" tienen más cosas de las que sus salarios no les permiten tener? ¿Dónde están? ¿Dejaremos al estado, a papa gobierno nuestras responsabilidades? Porque ¿Quienes compran lo robado? ¿Quién es más ladrón?

¿Somos nosotros esos cualesquiera que a diario "compramos" los artículos robados porque así nos salen "más barato" que hacerlo legalmente? ¿Es más barato seguirnos quejando de los ladrones siendo "nosotros" más ladrones? ¿O saldría más barato si decidimos construir una sociedad justa y amante de la paz como tod@s merecemos? ¿Debemos seguirnos quejando que en este extraordinario país con todos los recursos que tenemos ya no se puede vivir y me tengo que ir de aquí por la corrupción, descomposición, putrefacción, pudrición, podredumbre, señalando siempre a los demás? ¿Qué está más corrompido? ¿El joven ladrón "de bombas", el saqueador de sepulturas, el gerente o trabajador de una empresa o institución, el ladrón callejero que le pedimos los cauchos y baterías? ¿O somos nosotros mismos como ciudadanos de esta patria que en nuestro "libre albedrio" compramos y aceptamos lo que no nos pertenece?

Supongo, creo que hay un momento en el camino de cada una de nuestras vidas donde llegamos y debemos detenernos para preguntarnos ¿Qué estoy haciendo? ¿Es esto lo correcto? ¿A quién estoy dañando más?

Perdonarse es el principio en uno, para poder perdonar al otro ¿Vamos a esperar que nos asesinen, nos encarcelen, nos desgraciemos tod@s? Algunos deberán pagar, por supuesto, otros arrepentirse, pero tod@s debemos cambiar

 

Nuestro legado… también es sagrado

 



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Iván Méndez

Ingeniero. Articulista, productor/locutor y conductor radiofónico. Escritor

 ivanmendez2103@gmail.com

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