Hubo una Venezuela saudita luego de perder la oportunidad de oro que tuvimos en los años 50 cuando nuestro país se presentaba ante el mundo como una de las economías emergentes con más potencial de desarrollo del mundo, hasta que los “demócratas venezolanos” le hicieran la tarea  al  departamento de estado gringo y sacaron del juego a Pérez  Jiménez,  porque eso de desarrollar a un país de su patio trasero para que sea independiente no interesa al tío Sam  y sacaron al “pana de Michelena” con su gran ideal venezolano, sin menoscabo de sus prácticas antidemocráticas pero por lo menos tenía alguna idea de desarrollo .

En esa Venezuela Saudita comenzó el camino hacia el abismo en que caemos desenfrenadamente, luego de pasar por varios gobiernos “democráticos” donde se comenzó a gestar, desde el plan de emergencia de Larrazábal un cada vez más marcado populismo  que busca mantener a las clases populares sin conciencia de clase y cada vez más atada a los planes o misiones populistas del gobierno burgués de turno, se denomine este de izquierda o derecha; es lo mismo  y así mantenerlos como clientes electorales de este sistema semi-democrático burgués. Los partidos burgueses  de la cuarta república que servían de garantía al departamento de estado gringo se durmieron en sus laureles y fue tanta la embriaguez de dólares y riquezas de estos y los usufructuarios internos y externos de la renta venezolana que no notaron su descomposición y en su frenesí de poder olvidaron que existe un pueblo que siente, llora, sufre, que es humano y le duelen sus hijos y su tierra, entonces vino aquello que los sociólogos y políticos buenos, de izquierda y derecha prevén y nunca les paran bolas,  El Caracazo; y con él el derrumbe total del embuste de sistema democrático que tanto pregonaban, el derrumbe de los partidos del status quo, la crisis económica y social y el ascenso al poder de la mano de ese pueblo olvidado, de Hugo Rafael Chávez Frías apoyado por supuesto por factores o sectores económicos de esa burguesía parasitaria interna y externa que siempre ha usufructuado nuestra renta.

Lo cierto es que teniendo siempre el potencial para ser potencia, nunca los factores de poder político y económico nacionales han sabido capitalizar para bien de todos esas potencialidades. Llegado Chávez, el pueblo delegó en él y su gente la oportunidad de empoderarse verdaderamente de la renta y reinvertirla en beneficio de todos y Hugo con su chavismo ofreció un sistema socialista que desarrollara el país y con él su gente, sobre todo los más pobres y así  la inclusión social, la inclusión política, la inclusión económica de los trabajadores y sus familias en el torrente social del país, reconstruir ese tejido socio económico a partir de los más pobres fue su bandera política y sobre ella edifico una estructura partidista electorera que gano todas o casi todas las elecciones que se les presentaron pero todas bajo unas plataformas de gestión social y económicas populistas idénticas a las puntofijistas para mantener a las clases populares amarradas a las misiones dadivosas con la intención de conservar ese clientelismo político que les garantiza ganar elecciones como único requisito de mantener el sistema seudo democrático vigente y usufructuar ahora los boliburgueses junto a los burgueses tradicionales nuestras riquezas y robarse juntos la plusvalía que genera nuestra fuerza laboral.  

Pero a los chavistas les pasó lo mismo que a los puntofijistas, se les acabo la plata, se les acabo el mana y ese sistema seudo democrático que tenemos desde muchos años,  eso de entregar dadivas para ganar elecciones tiene como combustible la renta petrolera y esta renta obedece a los designios del gran capital internacional y nuestra estructura económica no está diseñada para ahorrar e invertir sino para gastar y robar, entonces otra vez nos atrapo la crisis económica mundial sin ahorros ni inversión y no hay cama pa tanta gente diría el Gran Combo y entonces como ayer con CAP y Caldera la crisis que la pague el pueblo y la revolución y el socialismo por estar vacío de contenido y sus impulsores y gestores son más capitalistas y burgueses que el mismo Trump y Mendoza juntos, no paso de ser para los millones que creímos en algún momento en ella, un simple decálogo de buenas intenciones y allí están sus planes en el papel como una prueba más de la traición a un pueblo noble y como esperanza de retomarla algún día con otros actores.

Caracas sonó en el 89 y sonó tan duro que destrozó el tejido político de los partidos principales, al punto que no se pudieron recomponer más y ocasionó la resurrección de un cadáver político del momento como Caldera, quien llegó a la presidencia para insistir en los errores del pasado y así catapultar la llegada al poder del chavismo con su Neo-populismo y una neo-seudo democracia que terminó de romper con la ya frágil institucionalidad estatal cuarto republicana y termino de acabar con las pocas estructuras económica que tenía el país y hoy dependemos peligrosamente de las importaciones en rubros antes inimaginables ,en una pelea intestina con los otros partidos burgueses no oficiales que ellos llaman guerra económica . Situaciones que han ocasionado una crisis económica y social que solo afecta a los asalariados y desocupados del país independientemente de si eres rojo, azul o de ninguno, como la mayoría somos.

Esta vez no es Caracas la que suena a pesar de ese festival con el cual pretende el gobierno capitalino darnos un poco de circo en su intento de que olvidemos nuestras penurias, porque Jorgito es más osado que los emperadores romanos; quiere darnos circo sin darnos pan. No señores del PSUV, señores de la MUD, esta vez la que suena es Venezuela, suenan los estómagos vacíos de millones de venezolanos, suenan los lamentos de los trabajadores al día siguiente de haber cobrado su quincena, suenan las mentadas de madre por hacer una cola y conseguir poco o nada, suenan las lágrimas de familias enteras por  ver morir un familiar víctima del hampa o por no encontrar una medicina, suenan los gritos de miles de trabajadores públicos por sus derechos sociales, sus reenganches y sus reivindicaciones, suenan las cacerolas vacías de nuestras madres, suenan las arrecheras de opositores porque desconocieron sus firmas y su derecho constitucional al revocatorio y porque sus líderes negociaron ese despojo, en fin SUENA VENEZUELA; Y CUANDO ELRIO SUENA PIEDRAS TRAE.

Los partidos de la cuarta se encerraron en sus cúpulas y nunca salieron de sus espacios de comodidad, aires acondicionados, carros de lujo, escoltas y restaurantes de lujo; eso pasa hoy señores políticos de ambos bandos, cojan consejo, escuchen al pueblo porque el pueblo es como un rio desbordados, no avisa.