No está fácil las pugna por el poder económico en el gobierno del Presidente Maduro.

Por un lado, Nelson Merentes, ministro de Finanzas, quien propone y defiende la creación de un tercer sistema cambiario, para atacar la inflación y desabastecimiento. Un sistema abierto, libre que fluctúe con la oferta y demanda entre compradores y vendedores.

Se opone Rafael Ramírez , presidente de Pdvsa, quien plantea que se debe devaluar en lo sucesivo para obtener más bolívares por los dólares ingresados al BCV  y saldar los problemas de caja.

Tampoco Giordani está de acuerdo con Merentes, pero menos con Ramírez, pues el ministro de Planificación cree que lo mejor es sostener el control cambiario y mantener a raya las importaciones.

Ese es el panorama a lo interno del gobierno, de hecho se habla con insistencia que Merentes será sustituido en los próximos días por un economista que ya estuvo en el gabinete del Presidente Chávez.

El panorama a lo externo, en las calles, en las empresas, es de una incertidumbre tal, que la demanda por dólares creció de manera desorbitada.

Casi nadie quiere los bolívares. El aumento salarial del Presidente Maduro, casi pasó desapercibido, y eso que se elevó a más de 4 mil con el cesta ticket incluido.

Pero el problema es que muchos venezolanos desprecian los bolívares porque no valen nada, y buscan respaldarse con dólares, euros, vehículos, artefactos electrodomésticos, computadoras, casas, apartamentos, antes que ahorrar en moneda local.

Para que tengan un idea de la colosal depreciación de nuestro signo monetario, se estima que para el próximo año o a más tardar dentro de dos, el BCV acuñará un nuevo billete superior al de 100 bolívares, que actualmente representan un 27% de los billetes que circulan en le país, contra un 3% que representaba cuando se le quitaron los tres ceros a la moneda, en 2008.

Eso quiere decir que será un billete de 200, 300, 400 o 500, pues para esos años, se estima que los de 100 bolívares serán más del 50% del total de los impresos en circulación.

¿Por qué hay tantos bolívares y menos dólares?

Venezuela prácticamente es un país monoproductor. Es decir, sólo exporta petróleo, que representa 97% de nuestros ingresos.

De los 93 mil millones de dólares que se facturó en 2012 por ese concepto, se prevé que para este 2013, habrá unos 5 a 10 mil dólares menos, que unido a unas fuertes importaciones públicas en materia de alimentos para evitar la escasez, dinamitaron los ahorros de la nación.

A esto se une el exceso de liquides (bolívares en la calles) que el gobierno ha impreso para pagar deudas, cuyos tenedores quieres dólares, lo que ha disparado el precio de la moneda estadounidense en el mercado negro, acercándose a 45 bolívares.

Pero esto no es todo, debido a lo barato que está el dólar-Cadivi, los empresarios prefieren importar antes que producir, esto también ha impulsado la demanda de divisas en el sector empresarial, que una vez adquiridas a través de Cadivi, las revenden en el mercado negro, y las mercancías que compran a dólar regulado, las terminan liquidando a dólar paralelo, con lo cual los precios se disparan.

Pero hay más…

La inestabilidad macroeconómica, unida a la política, también disparó el riesgo país de Venezuela, con lo cual, los bonos que ha colocado en los mercados nacionales e internacionales, cuando venzan en 2014 y 2015, tendrán que pagar más de lo planificado en un inicio, debido a que subieron las tasas de interés, por el llamado riesgo país.

Se sabe que en esta condiciones, Maduro tiene poco margen de maniobra para actuar en materia económica pues tiene cerca las elecciones de diciembre, y cualquier mal movimiento en ese escenario, significaría pérdida ostensible de votos regionales.

Se cree que para enero de 2014, la economía termine de explotar, y el equipo gubernamental deberá ponerse de acuerdo, y hablarle con sinceridad al país.

De lo contrario, nos seguirá comiendo la inflación, la escasez, la incertidumbre y depreciación del bolívar