Fabricio Ojeda. Luchar hasta Vencer

Cuando nos dijeron que Fabricio Ojeda se suicidó, nos vino a la mente que era otra mentira del gobierno puntofijista para justificar el asesinato de revolucionarios. Cómo se iba a suicidar aquel revolucionario maestro, periodista, estudioso, comprometido con la revolución que el 30 de Junio de 1962, renunciando a su condición de Diputado, leyó en la Asamblea del extinto Congreso Nacional un documento para irse a asumir un puesto más en la lucha guerrillera que se venía organizando ante la imposibilidad de actuar legalmente dentro de la lucha política en el país. La dictadura burguesa disfrazada de Democracia Representativa iniciada por Rómulo Betancourt, cerró casi todas las posibilidades a los revolucionarios para actuar políticamente y nos obligó a asumir la lucha armada como la forma posible para llevar a cabo la labor política dentro de los explotados.

Para los revolucionarios y para el pueblo que aún no comprende la necesidad de cambiar profundamente el mundo que vivimos, es necesario tener memoria de lo acontecido en las luchas, tanto los éxitos como las derrotas, los aciertos y los errores, lo que hicimos y lo hecho por el enemigo, la actitud de los nuestros y los aliados y la actitud del enemigo y sus aliados, y por supuesto, el contexto internacional cuando se dieron los hechos, los sujetos y los predicados (que generalmente es el pueblo anónimo, sin nombres importantes) pero fundamentalmente para que nuestros espíritus no se apaguen, debemos recordar a quienes ofrendaron sus vidas por un porvenir distinto, a quienes se desprendieron de sus bienes materiales y de sus vidas, a quienes no durmieron creyendo en su lucha y en la emencipación del pueblo trabajador. A Fabricio Ojeda hay que incluirlo en esa memoria histórica de nuestros pueblos, a Argimiro Gabaldón, a loa caídos Cantaura y Yumare, A Américo Silva, Jesśus Márquez Finol, Chema Saher, Magoya, los hermanos Bottini Marín, así como tenemos a Guaicaipuro, Urquía, a Bolívar, Manuelita, Miranda, Sucre, Pedro Camejo, Juana la Vencedora, Luisa Cáceres y a todos los inolvidables por lo que hicieron y nos sembraron como Hugo Chávez. Fabricio Ojeda a 50 a ños de su muerte sigue estando presente con su llamado a "Luchar Hasta Vencer" .

A continuación, daremos lectura a parte de la carta de renuncia al parlamento cuando se dio cuenta que desde esa instancia del Estado no tenía sentido la lucha, dadas las condiciones que nos planteaba el enemigo, el cual había acudido a la violencia sistemática contra los revolucionarios y el pueblo en general, esta carta constituye un legado histórico dejada por los revolucionarios de la década de los años 60, escrita por uno de ellos, pero reprentativa de todos. Esta lectura es para que sirva de enseñanza a las nuevas generaciones revolucionarias que hoy actúan y la incluyan en sus memorias históricas.

"Es por ello, colegas Diputados, que vengo ante ustedes a expresar la decisión de dejar el Parlamento –este recinto que pisé por voluntad del glorioso pueblo caraqueño, hoy oprimido y humillado–, para subir a las montañas e incorporarme a los compañeros que ya han iniciado el combate y con ellos continuar la lucha revolucionaria para la liberación de Venezuela, para el bienestar futuro del pueblo, para la redención de los humildes.
Estoy consciente de lo que esta decisión implica, de los riesgos, peligros y sacrificios que ella conlleva; pero no otro puede ser el camino de un revolucionario verdadero. Venezuela –lo sabemos y los sentimos todos–, necesita un cambio a fondo para recobrar su perfil de nación soberana, recuperar los medios de riqueza hoy en manos del capital extranjero y convertirlos en instrumento de progreso colectivo. Necesitamos un cambio a fondo para liberar al trabajador de la miseria, la ignorancia y la explotación; para poner la enseñanza, la técnica y la ciencia al alcance del pueblo: para que el obrero tenga trabajo permanente y sus hijos amparo y protección. Venezuela, en fin, necesita un cambio profundo para que los derechos democráticos del pueblo no sean letra muerta en el texto de las leyes; para que la libertad exista y la justicia impere; para que el derecho a la educación, al trabajo, a la salud y al bienestar sean verdaderos derechos para las mayorías populares y no privilegios de escasas minorías. Pero nada de esto podrá lograrse en un país sub-desarrollado y dependiente, como el nuestro, sino a través de la acción revolucionaria que concluya con la conquista del Poder Político por parte del pueblo. De otra manera, tanto los instrumentos de poder, como los medios de riqueza, continuarán en manos de los monopolios internacionales y de las castas oligárquicas del país, con la consiguiente explotación de los trabajadores, la proliferación del hambre y la miseria y el abandono permanente del pueblo. Esta situación precisa una transformación estructural que cambie el sistema formalista de la democracia por la efectiva realización de la misma: es decir, que arrase con todo lo podrido, con todo lo injusto, con todo lo indigno de nuestra sociedad y en su lugar erija una nueva vida de justicia y libertades. A estas alturas de la historia, cuando un vendaval de renovación sacude al mundo, los venezolanos no podemos permanecer aferrados a una vida política, sin perspectivas de futuro y que mantiene al país sumergido en el subdesarrollo económico, en el atraso crónico y al pueblo, doblegado bajo el peso constante de la miseria y la ignorancia y el hambre. Venezuela es un país privilegiado por la naturaleza. Las entrañas de su tierra están pobladas de riqueza y sobre la superficie crecen montañas de dinero. Pero estas riquezas y este dinero sólo van a parar a los bolsillos de los grandes tiburones de la política nacional e internacional, mientras que el pueblo, dueño de ellas, se debate entre la angustia de no poseer nada y el dolor de su precaria situación económica. Este país, donde se produce tres millones de barriles de petróleo diariamente y mas de veinte millones de toneladas de hierro cada año, donde las empresas extranjeras que lo explotan acusan utilidades que sobrepasan los mil quinientos millones de bolívares anuales, vive un drama terrible con centenares de miles de obreros sin trabajo, con centenares de miles de campesinos sin tierra, con centenares de miles de niños abandonados y sin escuelas, con centenares de miles de analfabetos, con legiones de indigentes que escarban en los desperdicios en busca de alimentos y centenares de miles de hombres y mujeres sin techo que se arrastran hacinados en ranchos insalubres, sin la menor protección social, sanitaria o económica. Este país que es el mas rico de toda la América Latina, muestra ante los ojos angustiados de su gente, un panorama de males y penurias que se ahonda en la existencia misma de grandes contradicciones: mientras unos lo tienen todo, comodidades, lujos, placeres y bonanza; otros nada poseen, ni nada les espera, a no ser la muerte en la mas completa pobreza. Mientras unos tienen en bancos y cajas fuertes millones de bolívares, otros carecen de recursos mas elementales de la vida humana. Mientras unos pueden mandar a sus hijos a los mejores colegios, otros tienen que resignarse a ver a los suyos crecer en la ignorancia. Mientras unos viven como parásitos, sin trabajar ni producir, otros no encuentran donde colocar su fuerza de trabajo. Mientras unos ven a sus mujeres dar a luz en clínicas lujosas, otros, los más, tienen que conformarse con verlas parir como animales en sus ranchos inmundos.

Consecuencia de esta firme convicción, resultado de ese análisis, es la decisión que he tomado de combatir con las armas en la mano, como lo hace el pueblo cuando quiere conquistar la libertad, y buscar en la acción revolucionaria la solución de nuestros grandes problemas, y lograr para el pueblo una vida nueva, distinta a la precaria existencia que ha llevado durante siglo y medio de República injusta. Esta decisión me honra y compromete, a la par que me satisface. Igual camino han tomado en épocas y países distinto los mas notables hombres de la humanidad. Igual decisión tuvieron que tomar nuestros Libertadores frente a una Patria colonizada, frente a un pueblo esclavizado. Ellos, los forjadores de nuestra nacionalidad, nos trazaron el camino y nosotros hemos de continuarlo con iguales, sacrificios, con los mismos riesgos y la misma fe, para despedazar las nuevas cadenas del dominio extranjero y garantizar la plena independencia nacional.
Esta es nuestra decisión, este nuestro camino. Vamos a las armas con fe, con alegría, como quien va al reencuentro de la Patria preferida. Sabemos que con nosotros está el pueblo, el mismo que en todas las épocas memorables ha dicho presente ante todo lo noble, ante todo lo bueno, ante todo lo justo."

La carta lo dice todo y los comentarios quedarán en todos espíritus de quienes la lean.

Ahora, vamos a leerles un poema escrito en el 2004 para un homenaje que se hizo a Fabricio Ojeda en el Cementerio General del Sur de Caracas el 23 de Enero de ese año, para recordar que Fabricio fue el Presidente de la Junta Patriótica el cual fue el instrumento fundamental que movilizó las fuerzas para el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jimenez en 1958. El 21 de Junio próximo se cumpen 50 años del asesinato de Fabricio Ojeda en los calabozos del SIFA ubicados en el Palacio Blanco. Varias son las versiones sobre la caída de Fabricio en La Guaira donde estaba en una casa de un amigo cuidándos de las fuerzas represivas. Para ese momento se estaba gestando la división del Partido Comunista de Venezuela y esto se dio a conocer por parte de quienes querían abandonar la lucha armada, dando la noticia de que Douglas Bravo y Fabricio Ojeda, posiblemente estaban en Caracas, lo cual alertó a los cuerpos represivos del gobierno de Raúl Leoni. En Ruptura Continental, encontramos el siguiente texto que sirve para estudiar lo que estamos diciendo, " El día 17 de junio de 1966 sale publicado en Tribuna Popular, el vocero legal del PCV, un comunicado indicando que Fabricio Ojeda y Douglas Bravo son "traidores" y se encontraban en Caracas. Ese mismo día, Fabricio es detenido por el Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA) en Playa Grande, junto a su compañera Anayansi Jiménez, en la casa de Mario Matute Bravo, un ex perezjimenista, de quien era muy amigo, y junto con Tulio Dugarte. El martes 21 de junio, voceros del gobierno informan que Ojeda fue hallado ahorcado.". Este hecho, forma parte de la historia negativa de las contradicciones que se dan en el seno de las filas revolucionarias cuando pesan más los intereses de un determinado grupo o fracción que los interéses de la revolución, cuando no distinguimos quien es el verdadero enemigo y esto puede estar ocurriendo con la actitud de gobierno con relación a revolucionarios que le señalan errores y desaciertos en su política, tal como se ha venido dando con los camaradas de Marea Socialista. Creemos que con estos métodos no se resuelven las contraddiciones y discrepancias entre revolucionarios y es hora de rectificar, porque el enemigo de clase, si sabe con claridad quienes somos sus enemigos. La historia no perdona. Pero vamos a la lectura de nuestro poema dedicado a Fabricio Ojeda

A FABRICIO OJEDA

José Bonilla A. 23 de Enero de 2004

 

FABRICIO

TU AUSENCIA DUELE, COMO LA DE LOS DEMÁS

QUEDA EL ALIENTO, PERSEVERANCIA Y REFLEXIÓN

POCO A POCO LLEGAMOS, ENTRE EL ACIERTO Y EL ERROR

ES NUESTRA ESPIRALADA CONCIENCIA,

VA CONTRA EL CRUEL CAPITAL

Y SU SUBJETIVIDAD, EL BURGUÉS, QUE NOS DESNUDÓ MARX

 

FABRICIO

 

QUIENES FESTEJARON TU IDA, CON EMBRIAGANTES BEBIDAS

TITUBEAN PARA ESCURRIR EL TIEMPO

CIRCUNDAN LA EXTINCIÓN. POR SU INMEDIATEZ

NO ADVIERTEN LAS RASTROS DEL PUEBLO

QUE VA TRAS SUS EVASIVOS PASOS

CON LA IMPULSIVA TINTA

DE LA INEXORABLE HISTORIA

 

FABRICIO,

 

FUISTE VIGOROSO PREFACIO, DEL RESPLANDECIENTE PUEBLO.

SUENAS Y BRILLAS TODOS LOS ABRILES,

O EN EL CANTO MÚLTIPLE DE LOS PÁJAROS,

EN EL COLOR ENCENDIDO DE LA FLOR,

EN EL DESCENSO DEL RIACHUELO,

EN EL ALEGRE VIENTO TRUJILLANO,

EN LA SONRISA BAQUEANA DE BOCONÓ

EN LA CARCAJADA DEL NIÑO

Y EN SU CRISTALINA MIRADA

 

 

FABRICIO,

 

 

AL MORIR

SE TRANSFORMA LA ENERGÍA

SE ALIENTA LO INCESANTE, Y LA VIDA SIGUE TRAS DE SI,

EN EL CONTINUO SALUDO DE LAS HORMIGAS,

EN LA FRUTA DULCE DEL GUAYABO

EN EL ABONO ORGÁNICO DEL SUELO,

EN LA ESPIGA DEL REBELDE AMARANTO

QUE CRECE EN LOS VALLES DE GUAICAIPURO

Y CUBRE OBSTINADAMENTE LOS POCOS ESPACIOS

DE LA HACINADA CIUDAD

 

ALLÍ ESTÁS FABRICIO

 

CON ARGIMIRO Y LOS DEMÁS

POR LOS CAFETALES DE BISCUCUY,

RECORRIENDO LAS MONTAÑAS

DE LARA, SUCRE Y FALCÓN

CON LA ILUSIÓN COMUNISTA

EN LOS LIVIANOS MORRALES DEL AMOR

 

FABRICIO,

 

COMO LOS ÁRBOLES QUE CAMINAN

SEREMOS LAS SEMILLAS, GERMINADAS COLECTIVAS

PARA CUBRIR DE BOSQUES

LA AISLADA SOLEDAD DE ESTA TIERRA

CARCOMIDA POR EL CAPITAL

 

FABRICIO,

 

ESTE PUEBLO COMUNERO

SERA VERDE SOMBRA

PARA QUE EL ABRASADOR SOL

NOS DOSIFIQUE SU LUZ, SU LUMÍNICA ENERGÍA

OXIGENANDO SUAVEMENTE, LAS GANAS DE CONTINUAR

 

NO DIREMOS CUANDO

 

EL MECER DE LAS AGUAS, NO TIENE TIEMPOS

EL CÁNTARO NO ES INFINITO

SUENA LA FRACTURA

LOS PUEBLOS LA HAN OÍDO

CAE LENTA Y APRESURADAMENTE

EL OMINOSO CAPITAL

 

SALUD FABRICIO, CAMARADA,

 

EXTENSIVO A LOS DEMÁS



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José Bonilla A.


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