El superpetrolero Skipper, incautado por Estados Unidos cerca de Venezuela esta semana, se dirige a Houston, según confirmaron el viernes dos fuentes cercanas al caso. La acción marca una intensificación drástica en la estrategia de presión de Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro.
El buque, clasificado como Very Large Crude Carrier, transporta alrededor de 1,85 millones de barriles de crudo pesado Merey de Venezuela. Imágenes satelitales analizadas por TankerTrackers.com revelan el volumen de la carga.
Las fuentes indicaron que, debido a su gran tamaño, el buque necesitará anclar cerca del puerto de Houston y descargar la carga a barcos más pequeños, ya que es demasiado grande para ingresar al puerto.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, declaró esta semana que interceptaron y retuvieron el petrolero en virtud de una orden de incautación. La autoridad marítima de Guyana, por su parte, afirmó que el buque enarbolaba falsamente la bandera del país.
La incautación del petrolero sancionado ha intensificado las tensiones con Caracas. Fuentes familiarizadas con el asunto informaron el jueves que Washington se prepara para interceptar más buques que transportan petróleo venezolano, elevando la amenaza sobre el suministro petrolero de la nación sudamericana.
Ni el sector Houston-Galveston de la Guardia Costera estadounidense ni el Puerto de Houston respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. PDVSA, la petrolera estatal venezolana y vendedora del cargamento, tampoco respondió a una solicitud de comentarios.