Venezuela acaba de ganar una de las batallas políticas y diplomáticas más difíciles de los últimos tiempos. Todos recordamos a los venezolanos que fueron llevados de manera injusta, sin acusación, y sin juicio a la cárcel de máxima seguridad conocida como CECOT en El Salvador. Luego supimos que Estados Unidos había enviado a esos venezolanos y le estaba pagando a Bukele unos 6000000 de dólares al año para mantener esos presos allí. Es decir, a todas las luces una violación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, asumida por las Naciones Unidas en 1948. Entre Trump y Bukele se pasaron por encima de todos los preceptos internacionales para desgraciarles la vida a 252 venezolanos, incluyendo varias niñas. Y es menester aclarar hoy, que las decisiones de Bukele tienen que ver con asesores venezolanos pertenecientes a la oposición, hola dirigidos por Lester Toledo.
Pero como el mundo de la diplomacia es tan complejo, los movimientos en el ajedrez geoestratégico, no son más que una demostración de fuerza. Es decir, qué tienes tú que yo necesito y por qué cosa te lo puedo cambiar. No es un secreto que estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial, y que, en cualquier momento, hasta una equivocación puede ser el factor detonante de una barbarie que sabremos cuándo comenzó, pero no sabremos cuándo va a terminar. Y que probablemente dejé a la mitad del planeta a oscuras, ya millones de almas como parias buscando dónde dormir en una noche, y buscando qué comer al día siguiente.
Es decir, Estados Unidos necesita mucho petróleo y debe garantizar tenerlo cerca, debido al estallido de un conflicto. Venezuela, por su parte, necesitaba resolver el problema de los venezolanos secuestrados y torturados en la cárcel de Bukele.
Ya sabemos que Bukele fue sólo un peón que no jugó ningún papel importante en las negociaciones que se produjeron entre el gobierno gringo y el venezolano. Simplemente cuando le ordenaron suelta a los presos venezolanos, tuvo que hacerlo, quienes denunciaron torturas, violaciones y ensañamiento.
Pero más allá, quedan muy mal parado los organismos internacionales bocones por naturaleza e incompetentes por militancia, tales como la OEA, la ONU; y además, el tiro fue por mampuesto para el nefasto gobierno español, cuya política contra Venezuela es inocultable. Y contra todos los adláteres de costumbre.
Otra gran victoria para Venezuela, que no hace otra cosa que fortalecerse.