Así es que debería llamarse este ministerio regentado por quien durante años no se ha ocupado de ver la situación de esclavitud a la que son sometidos los trabajadores de negocios privados como restaurantes, supermercados y demás comercios. Más bien diría que ante la mirada cómplice de quien debería intervenir y castigar con sanciones severas la dictadura que han impuesto los dueños de estos negocios a los trabajadores que contratan, usualmente de manera temporal, para evitar la acumulación de prestaciones sociales y otros derechos legales.
Solo basta hacer un pequeño repaso de lo que ocurre en muchos de estos establecimientos:
- Los empleados cumplen horarios laborales de hasta más de doce horas durante varios días a la semana. Le llaman redobles y son jornadas que pueden ir desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche.
- Estos redobles de carácter obligatorio no conllevan el correspondiente pago por servicios extras, sino que forman parte del "convenio" de trabajo verbal que debe aceptar el trabajador para obtener una remuneración que ronda el equivalente en bolívares a 300 dólares mensuales.
- La negativa de cumplir esta exigencia significa el despido inmediato. - Se les otorgan 20 minutos para almorzar o cenar y 5 minutos tres veces por jornada para acudir al baño. Quien exceda los límites igualmente puede ser despedido solo con el respaldo del capataz que cronometra estos tiempos. Algo que no ocurría en Venezuela ni durante la colonia.
- Cualquier falta considerada grave por los dueños o sus caporales va desde la confiscación del sueldo del día, la reprimenda verbal insultante y pública, hasta el despido sin apelaciones.
- En algunos casos del citado redoble, la "empresa" no presta servicio de trasporte a los trabajadores, pese a lo tardía de la salida.
- Sin dar explicaciones de ningún tipo, los propietarios o sus representantes prescinden de los servicios de los trabajadores para impedir la acumulación de beneficios laborales.
- Es generalizado el maltrato por parte de los propietarios de estos comercios.
No hace falta un radar especial para enterarse de esta situación que ha estado ocurriendo durante años en nuestro país. La gran mayoría de los afectados son jóvenes requeridos de recursos para sostener a sus familias o algunos incluso, envueltos en la degradante sociedad de consumo que los lleva a soportar este tipo de explotación realizada a la vista de toda la sociedad y del organismo que supuestamente debe actuar para que se haga justicia.
En la página del referido ministerio se lee lo siguiente: "Es el encargado de la gestión de las políticas del Poder Ejecutivo nacional en materia de relaciones laborales, empleo y de la seguridad social."
¿Las políticas del gobierno son abandonar a su suerte a los trabajadores y amparar la más descarada explotación capitalista de estos neo esclavistas del comercio?