"…apenas seis años después el avance de las teorías neoliberales produjo una importante reforma de la Ley Orgánica del Trabajo, la cual fue sancionada en fecha 19 de junio de 1997, en cuyo texto se logró consagrar la supresión de una de las más importantes conquistas de la clase trabajadora venezolana, como lo era la llamada retroactividad del cálculo de las prestaciones de antigüedad. Esa misma ola logró que un año después, el 23 de septiembre de 1998, se decretara además la liquidación del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Estos importantes retrocesos y distorsiones de los derechos laborales, lograron ser contrarrestados en un plazo relativamente breve, en el marco de las deliberaciones de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999, que dejó sin efecto la liquidación del IVSS e incluyó en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) el derecho de los trabajadores y de las trabajadoras "a prestaciones sociales que les recompensen la antigüedad en el servicio y los amparen en caso de cesantía" (CRBV, artículo 92), complementada con una disposición transitoria que ordena la instauración de "un nuevo régimen para el derecho a prestaciones sociales reconocido en el artículo 92 de esta Constitución, el cual integrará el pago de este derecho de forma proporcional al tiempo de servicio y calculado de conformidad con el último salario devengado, estableciendo un lapso para su prescripción de diez años"
Fragmento de la Exposición de Motivos de la LOTTT (2012).
El día miércoles 13 de agosto por la tarde se hizo pública una lista de personal jubilado del Ministerio del Poder Popular para la Educación a nivel nacional.
Un total de 11.334 trabajadores entre docentes, obreros y administrativos pasaron de la condición de trabajadores activos a jubilados en dicho ente. Lo que sorprendió a muchos fue que en la misma tarde ya tenían un abono en sus cuentas de nóminas, según lo que circula en las redes sociales, porque oficialmente no se aclara nada, ya todos recibieron el pago de la "totalidad" de sus prestaciones sociales, estos pagos oscilan entre $100 y $300.
Así nos encontramos con que estos hechos son una nueva demostración de que se repite la historia cuartorepublicana del robo de las prestaciones sociales a los trabajadores. Cambiaron las formas pero los resultados son los mismos y los jodidos los de siempre, los asalariados.
En el último gobierno de Rafael Caldera con Teodoro Petkoff de Ministro de Hacienda se ideó el "mecanismo" para modificar el sistema de prestaciones sociales (en lo referido a manera de calcularlas). Eliminar el carácter retroactivo de las prestaciones. Por su puesto que Fedecámaras estaba presente en aquella inefable tripartita, resultado: "el robo de las prestaciones a los trabajadores" de la época. Había que adecuarse a la moda del "libre mercado" y bailar al ritmo neoliberal que imponían los tiempos.
Ahora, en el marco del asedio económico y de un país sancionado, desde el poder se comenzó a idear un modelo de "desarrollo y crecimiento económico" que deja de lado derechos y conquistas de los trabajadores, restituidas a partir de 1999 en la Constitución de la República Bolivariana (CRBV) y consagradas en la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y Trabajadoras (LOTTT). Resultado, los trabajadores vuelven a perder sus prestaciones sociales.
Ésta vez no fueron necesarios acuerdos tripartitos, aunque es claro que Fedecámaras forma parte de quienes avalan y sostienen la política laboral de hoy, no faltaron leyes (más bien sobraban), por la vía de los hechos, solo dejando que el salario de los trabajadores desapareciera (al día de hoy el salario mínimo corresponde a menos de $1 mensual con tendencia a seguir disminuyendo) se llegó al mismo resultado de finales de los 90, las prestaciones sociales de los trabajadores "desaparecen". Pero decir esto es inexacto porque la verdad es que fueron desaparecidas "exprofeso".
Los que ayer, con toda la razón del mundo, denunciaron a Caldera por eliminar las prestaciones en su último gobierno, acusaron a Petkoff de alinearse con la burguesía y traicionar a los asalariados, son quienes al día de hoy han impuesto una política laboral que entre otras terribles consecuencias para los trabajadores, elimina las prestaciones sociales, por la vía de los hechos.
No hizo falta modificar leyes, no hizo falta convencer a nadie de nada, no ha hecho falta persuadir a nadie de las "bondades del capitalismo", solo amparados en el poder y eso sí, insistiendo en que solo quienes gobiernan son la garantía plena, total y absoluta de la salvación de la Patria y quienes no están de acuerdo son sin excepciones traidores, vendidos, antipatrias, tarifados del imperio, etc, etc.
Quedarán reflexiones, como ésta, para documentar y como testimonio de un camino de desviaciones, desaciertos, fracasos y perversiones que indican que se ha tomado un rumbo evidentemente contrario al de los intereses de las mayorías.
Los docentes que ingenua e inocentemente aplaudieron en el Congreso Pedagógico de Docentes Bolivarianos, en el Teresa Carreño, a la VP Delcy Rodríguez y al Presidente Nicolás Maduro, en la clausura, son los mismos que al jubilarse, si es que las precarias condiciones les permiten llegar a ello, se toparan inevitablemente frente a la triste y dura realidad de que fueron desfalcados por su patrono.