El asedio de la Casa Blanca contra Venezuela ha entrado en una fase de máxima tensión. Pese a los llamados a la mediación de países como México y Brasil, Washington ha recrudecido su estrategia mediante un bloqueo naval contra buques petroleros, elevando el riesgo de una confrontación directa en la región.
Aunque el gobierno de Donald Trump justifica estas acciones bajo la bandera de la "lucha contra el narcotráfico", el trasfondo energético cobra cada vez más fuerza. El mandatario estadounidense ha dejado claro que no descarta una intervención militar y que no se siente obligado a informar al Congreso para ejecutar ataques en territorio venezolano.
El petróleo: El objetivo central de la escalada
Desde hace una semana, Estados Unidos aplica un bloqueo total a "petroleros sancionados" con destino u origen en Venezuela. Para el Gobierno Bolivariano, esta medida representa un intento descarado de despojar a la nación de sus recursos estratégicos.
Renata Segura, directora para América Latina del International Crisis Group, señala que el pragmatismo que Trump mostró en el pasado ha dado paso a una ambición más agresiva. "Las últimas declaraciones del presidente indican un interés mayor por retomar el control de la industria petrolera venezolana. Existe una confluencia entre el objetivo de deponer a Maduro y la cuestión del petróleo", explicó la analista a RFI. Segura advierte que la posibilidad de una intervención mayor en las próximas semanas es crítica.
"Acciones espectaculares" y el riesgo de bombardeos
La modalidad de una posible agresión militar es el punto de mayor incertidumbre. Según el análisis de Crisis Group, el riesgo de ataques aéreos es "bastante alto", dado que Washington busca evitar un escenario donde Caracas pueda reclamar una victoria política por la retirada estadounidense.
"Al presidente Trump le gustan las acciones espectaculares. La posibilidad de que bombardeen infraestructura militar o logística en Venezuela en las próximas semanas no es menor", alerta Segura. Según la experta, Estados Unidos difícilmente se retiraría sin haber obtenido un "éxito" tangible que mostrar ante la opinión pública.
Rechazo internacional al "robo de recursos"
Analistas y movimientos sociales coinciden en que la narrativa del narcotráfico es un pretexto que oculta la verdadera intención de Washington: la violación de la soberanía latinoamericana para la extracción de recursos. El argumento absurdo de "recuperar tierra y petróleo" con el guión de que supuestamente "pertenecen" a EE. UU. ha desnudado las intenciones imperiales de la administración Trump.
Esta situación ha generado un intenso debate internacional, donde se denuncia un intento de saqueo energético basado únicamente en el uso de la fuerza y el desconocimiento del derecho internacional.