Navigare necesse est, vivere non necesse". A propósito de los grandes e ilegales hechos protagonizados por la flota naval de los EE.UU en el mar Caribe, que afectan el libre comercio y la navegación de Venezuela, queremos comenzar nuestra escritura con esta milenaria sentencia y frase latina que significa "Navegar es necesario, vivir no lo es", atribuida a Pompeyo por Plutarco, para motivar a marineros reacios a embarcarse en una misión crucial para suministrar grano a Roma en medio de una tormenta, simbolizando que el deber, el propósito y un bien común, debe superar el miedo a la muerte y la importancia de la vida individual. Es un lema sobre la prioridad de una misión vital sobre la propia vida, adoptado por diversas entidades náuticas e invitando a enfrentar desafíos y no quedarse paralizados ante el peligro.
Con las actuales e insensatas declaraciónes del "presidente" Trump y la presentación de la memoria de Marco Rubio, se deja entrever que estos señores no se encuentra en sus cabales. EE.UU estuvo por cien años llevándose nuestros recursos de petróleo y mineral de hierro, en un verdadero festín de sus Transnacionales y dándonos solo unos mendrugos de 0,04 centavos de dólar por cada tonelada de mineral de hierro y una Regalía por el petróleo que se estaban casi timando. Ahora este desquiciado presidente ha puesto el mundo al revés para solicitar, que se le devuelva todo el mineral, el petróleo y hasta nuestra tierra que nosotros le habíamos robado. Para razonar asi hay que ser un gran cínico y caradura y, además, no estar en su sano juicio.
Donald Trump pretende asumir que hasta el mismo Profeta Abraham, como su descendiente, le dijera, esa es la tierra prometida para ti, es Venezuela con todas sus riquezas como petróleo, minerales y tierras raras, así que toma posesión de ella por cualquier medio de acción, no importa si tienes que invadirá. Allí te encontrarás con algunos vende patria que te apoyarán.
Pareciera que aquel pueblo no ha elegido a un presidente de su país, sino a un Emperador del mundo, que hace y deshace lo que le viene en ganas y cuando quiere.
Por otra parte, el Secretario de Estado de Estados Unidos Marco Rubio, en la rueda de prensa que ofreciera el viernes 19 de diciembre, parecía enmendarle la plana a su presidente y allí insistió en sus ataques contra Venezuela. Esta presentación más bien lo ha dejado muy mal parado, mostrandolo tal como es un mentiroso, acomplejado y con el odio que profesa por América Latina y el Caribe, como lo manifestó el Cansiller Yvan Gil mediante sus redes sociales, indicando que "Rubio es un experto en promover golpes de Estado, intervenciones, guerras eternas y cambios de régimen y pretende arrastrar a Estados Unidos por ese camino, ignorando la opinión mayoritaria del propio pueblo estadounidense, que rechaza estas aventuras y que esa política ha hecho fracasar a EEUU en el mundo y ha dejado sangre y muerte en todo el planeta".
Rubio se ha aliado con la ultraderecha latinoamericana más corrupta de la América Latina y el Caribe, lo que lo lleva a un rotundo fracaso político y moral. Este Secretario de Estado no le sirve a los intereses de los estadounidenses, sirve a las mafias de Miami que financian su lobby.
Ahora bien, la turbia campaña contra el supuesto "narcotrafico" se ha convertido en el despliegue militar más grande estadounidense en el mar Caribe, y en una clara amenaza militar contra Venezuela y a estas alturas ya han confiscado dos superpetroleros cargados con petróleo que zarparon de nuestros puertos y destinados a las repúblicas de Irán y China, en una clara violación del Derecho Internacional lo que convierte a EE.UU en un país forajido y corsario.
Todos los ataques y las ‘fake news’ de EE.UU contra Venezuela y el Presidente Nicolas Madura, la encabeza el cuarteto Donald Trump, Marcos Rubio, Peter Hegseth y María Elvira Salazar, quienes tratan de culpar a Maduro como responsable de todos los males del mundo: que Maduro le vende uranio a Hezbolá, que vende la cocaína que surte el mercado de consumidores de EE.UU, que la vende a Irán, que la vende a Hamás y a Hezbola; les falta decir que la Nasa no envía cohetes a la Luna por culpa de Maduro. Jamás se habían pronunciado tantas sandeces por personas que se creían cuerdas y que están representando a un gran pueblo como el de Estados Unidos, el cual les está diciendo: "No War for Oil! ¡No a la guerra por petróleo! No Blood for Oil! ¡No sangre por petróleo! América Latina y el Caribe es zona de paz.
Muchos países y personalidades han estado rechazando la política norteamericana de amenazas, bloqueos marítimos y aéreos contra Venezuela pués, para construir una América del Sur próspera y pacífica hay que combatir las verdaderas amenazas a la soberanía que son la guerra, las fuerzas antidemocráticas y el crimen organizado. El continente sudamericano teme nuevamente, la enorme presencia militar en el Caribe, frente a Venezuela, de una potencia como EE.UU, situación actual que pone a prueba los límites del derecho internacional. Esta arrogancia imperial tiene el tupe de subsumir la Carta de las Naciones Unidas, sin anestesia, pero si con misiles y piratería.
El pueblo venezolano debe hacer proezas para librarse de los enemigos que actualmente lo envidian y lo odian, para dispersar los soberbios y derribarlos de sus viles tronos y enaltecer a los humildes. Debe asumir la sabia y milenaria sentencia pronunciada por Pompeyo el Grande.