Mi palabra
"Vivimos respirando mentiras,
cogidos todos en una red de farsa o disimulo,
y la verdad, siempre la verdad,
sólo la verdad, acaba por parecer locura"
Joaquín Álvarez Quintero
Después del golpe de estado del 2002 en contra del comandante Chávez, la oposición y el departamento de estado de los Estados Unidos, pasaron a experimentar en el charco de la podredumbre y han fracasado, a pesar del gran poder mediático, como el que está aprendiendo a enlazar, ya que, la mayoría de las veces terminan con el lazo en el suelo y no le queda otra, que recogerlo para seguir practicando. En los últimos años se han apoyado en las redes, pero se van hundiendo, porque han recurrir a las mentiras por demás descaradas y entre más se adentran, es como el que experimenta en el agua y no sabe nadar, ya que, las mentiras por más inverosímiles tarde o temprano quedan al descubierto para frustración de los que siguen creyendo, como si el pueblo es una pila de pendejos.
Todas las aplicaciones –Facebook, Instagram, WhatsApp, YouTube y sus derivados títeres– se la inventan para lanzar cualquiera falsedad y quien no tenga un poquito de razonamiento, sencillamente cae en el enmarañado mundo de las mentiras, en el cual el imperialismo bajo la alocada dirección de Trump y la CIA cifran sus esperanzas para detener el incontrolable desmoronamiento, pero lo que más les preocupa es que han aparecido competidores en el plano económico y no están dispuestos a ceder, lo que acelera su desesperación en medio de sus ambiciones de todo gobierno estadounidense y por eso tratan por todos los medios posibles de la penetración a través del dólar y Venezuela, lo está viviendo bajo una presión constante con el arsenal militar naval en nuestras costas y la verborrea de Trump, contra el gobierno del presidente Maduro.
Lo cierto de todo esto, es que mientras el congreso de los Estados Unidos, se encuentra envuelto en dime y diretes, por los abusos de poder del mandatario más polémico de los últimos años, ya que, cada momento le sacan los trapitos al sol, por el pasado vivido en el antro sexual del fallecido millonario Jeffrey Epstein, quien se dedicó a coleccionar cualquier movimiento de conocidos y destacados visitantes, como en un verdadero museo, pensando en el futuro: "sí, me descubren, no caigo solo, porque tengo pruebas comprometedoras" Sin embargo, cayó preso y su muerte no tiene culpables, pero están saliendo análisis muy comprometedoras hacia Donald Trump.
Pero mientras los ataques contra el mandatario, no cesan, porque ha rebasado los límites de la inmoralidad, si en algún momento se ha preocupado por esta hermosa virtud del ser humano; por el otro lado se la inventa y para eso existen los medios a su servicio, pagados con dólares en cadena sin regateo alguno, porque significa defender a un gobierno con la representación y el peso de las torres gemelas y ya sabemos lo que pasó; por eso las grandes corporaciones lo seleccionaron, ya que, para el capitalismo salvaje, no es un problema de moralidad, si no de subsistencia y cada día el panorama se les pone sumamente oscuro y ya, ni siquiera con amenazas, presiones y en última instancias invasiones pueden detener el despertar de los pueblos, a pesar de gobiernos entreguistas y sin ningún sentido de patria, como en el caso de Javier Milei en Argentina y Daniel Noboa en el Ecuador, quien ha recibido un duro golpe en el referéndum, que presagia cambios importantes en el futuro próximo.
Todo el que visita, las aplicaciones y redes, bien sea por curiosidad por costumbre o necedad en cualquier momento se consigue una mentira, que solamente despierta averiguación por un instante, porque al darse cuenta del pastel mal envuelto, lo único que provoca es risas, pero a la vez ayuda a salir de la oscuridad donde un grupo de compatriotas se encuentran sumergidos y muchos de ellos parece imposible de rescatarlos del fango y la podredumbre, ya que, el veneno ha sido para adormecerlos y aniquilarlos mentalmente. Si, es por las aplicaciones y las redes, hace rato el gobierno presidido dignamente por el presidente Nicolás Maduro, fuese cosa del pasado y los gringos paseándose libremente, como en una base militar en los Estados Unidos. Solamente nos queda hacer un balance y comparación del comportamiento entre el jefe de la Casa Blanca y el inquilino de Miraflores y podemos pecar de exagerados, pero Trump, no tiene una hoja en blanco, que no esté cargada de los vicios e inmoralidades del imperialismo en decadencia, mientras nuestro presidente, con la moral muy en alto de un verdadero patriota se encuentra defendiendo la dignidad y soberanía de su pueblo dispuesto a morir por la patria, que nos dejó el Libertador Simón Bolívar.
POR ESO, HOY MÁS QUE NUNCA ¡LEALES SIEMPRE, TRAIDORES NUNCA