La estrategia simplista del imperio estadounidense es evidente: otorgarle el Premio Nobel de la Paz a la "Sayona" (María Corina Machado). Con esto, la situación ha escalado. Ahora, bajo esta lógica, Nicolás Maduro debería entregar la banda presidencial no a Guaidó ni al anciano Edmundo, sino directamente a "MariCori".
Es lamentable cómo el prestigio de estos reconocimientos ha decaído. Desde que el expresidente Obama recibió el Premio de la Paz, se puede esperar que se lo entreguen a cualquiera.
Tantas personalidades, organizaciones, asociaciones y movimientos no gubernamentales en el mundo son merecedores de dicho reconocimiento —piensen en aquellos que arriesgan sus vidas en Palestina— y, sin embargo, se lo otorgan a un personaje tan falso, engañador, manipulador y terrorista como Machado.
Esta es una mujer llena de odio y ambición de poder, una controladora que se marcó para siempre como enemiga del Pueblo y una eterna perdedora desde el día que insultó públicamente al Comandante Chávez en un acto solemne, tildándolo de corrupto.
Ella sigue siendo la última carta del imperio, la que podrían usar como víctima de un autoatentado provocado por la ultraderecha para justificar una invasión en Venezuela. Esa es la lectura política que le doy a este premio.
El Gobierno debe estar muy atento, porque pronto veremos la nueva narrativa internacional: la del "régimen dictatorial" persiguiendo a una flamante Nobel de la Paz y sean la CIA la que se encargue del paquete.
Ojo visor con esta premiación, ya que no pudieron explotar la embajada de USA intenten con la nueva Nobel de la Paz.