Lo que Trump olvido decir de la migración en la ONU

Miércoles, 24/09/2025 05:44 AM

El Ciclo de la Dependencia: Cómo la Hegemonía de Estados Unidos Perpetúa la Crisis y la Migración Forzada

La Paradoja del Centro y la Periferia

En el teatro de la economía global, existe una dinámica estructural que, aunque compleja, sigue una lógica poderosa y a menudo despiadada. Esta dinámica puede ser entendida como un ciclo circular auto-reforzante, donde las acciones de un centro hegemónico generan consecuencias en la periferia que, irónicamente, terminan alimentando la fortaleza del centro mientras debilitan aún más a los actores periféricos. La secuencia que se describe desde la explotación de recursos hasta la crisis migratoria, no es una mera sucesión de eventos aislados, sino los eslabones interconectados de una cadena causal. Este artículo se propone desentrañar minuciosamente la lógica de cada uno de estos ocho pasos, argumentando que representan la manifestación contemporánea de teorías clásicas del desarrollo desigual, como el sistema-mundo de Immanuel Wallerstein y la teoría de la dependencia, o la similar teoria Centro-periferia de los autores latinoamericanos Helio Jaguaribe y  Carlos Puig.

Paso 1: La Base del Poder – La Explotación Asimétrica de Recursos

El ciclo comienza con el fundamento mismo del poder económico y tecnológico de Estados Unidos: el acceso y control sobre recursos naturales estratégicos. Históricamente, este acceso no se ha basado únicamente en el comercio en términos de igualdad. Por el contrario, a través de una combinación de poderío militar, influencia diplomática y la presión de corporaciones transnacionales, Estados Unidos ha logrado establecer condiciones de intercambio profundamente favorables para sí mismos.

Argumento: Países con grandes reservas de petróleo, minerales raros, tierras fértiles para monocultivos o biodiversidad, pero con menor desarrollo tecnológico e institucional, se ven insertos en un modelo extractivista. Este modelo prioriza la exportación de materias primas en bruto, con poco o ningún valor agregado local. Las ganancias suelen ser repatriadas por las corporaciones o concentradas en pequeñas élites locales, en lugar de reinvertirse en una industrialización diversificada. Ejemplos históricos abarcan desde el control de la United Fruit Company sobre las "repúblicas bananeras" de Centroamérica hasta la influencia contemporánea sobre la producción petrolera en Venezuela o África Occidental. La lógica es clara: el crecimiento de la economía estadounidense se sustenta en un flujo constante y barato de recursos esenciales, lo que frena simultáneamente la posibilidad de que los países proveedores desarrollen sus propias industrias manufactureras y de tecnología.

Paso 2: El Mantenimiento del Statu Quo – La Periferia Globalizada

El resultado directo del modelo extractivista es la consolidación de estos países en lo que la teoría del sistema-mundo denomina la "periferia". Su rol en la división internacional del trabajo es ser proveedores de materias primas y consumidores de bienes manufacturados y tecnología del "centro" (Estados Unidos y sus aliados occidentales).

Argumento: Esta posición no es accidental; es funcional. Instituciones financieras internacionales donde Estados Unidos tiene un peso decisivo (como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial) han promovido históricamente políticas de “apertura” y “ajuste estructural” que desmantelan aranceles protectores y recortan el gasto social. Esto hace que las economías periféricas sean más vulnerables a las fluctuaciones de los precios de las commodities en el mercado global. Cuando el precio del petróleo o del café cae, estas economías se sumergen en crisis, sin un sector industrial sólido que las amortigüe. Así, se perpetúa un estado de dependencia económica que garantiza un suministro estable y barato de recursos para el centro, al tiempo que impide el despegue económico autónomo de la periferia.

Paso 3: La Coerción Abierta – El Arsenal de las Sanciones

Cuando un país periférico intenta desafiar este orden y buscar una mayor autonomía ya sea nacionalizando sus recursos, alineándose con rivales geopolíticos del centro, o implementando modelos económicos que priorizan el desarrollo interno—Estados Unidos despliega un formidable arsenal de herramientas de coerción.

Argumento: Las sanciones unilaterales, los bloqueos financieros, el veto a autoridades y las restricciones marítimas y aéreas no son meras expresiones de descontento diplomático. Son instrumentos de guerra económica diseñados para estrangular deliberadamente la economía del país disidente. Al ser excluido del sistema financiero internacional (dominado por el dólar), se le impide comerciar con normalidad, obtener créditos o acceder a tecnología y repuestos. El caso de Cuba, con un embargo de seis décadas, es un ejemplo paradigmático. Más recientemente, Venezuela e Irán han sufrido sanciones devastadoras que han paralizado su capacidad para exportar petróleo, su principal fuente de ingresos. La lógica aquí es disciplinaria: enviar un mensaje claro a toda la periferia de que los costos de desviarse del camino aceptado serán catastróficos.

Paso 4: El Colapso Interno – La Crisis Económica y Social

El impacto de estas medidas coercitivas es inmediato y profundo. Al cortar el flujo de ingresos y dificultar la importación de bienes esenciales, desde medicinas hasta alimentos y equipos médicos, se desata una crisis humanitaria.

Argumento: La economía objetivo se contrae violentamente. La hiperinflación se dispara, los servicios públicos colapsan, la escasez se generaliza y el empleo formal se evapora. Es crucial destacar que, si bien la corrupción o la mala gestión local pueden agravar la situación, la chispa que enciende la crisis suele ser la presión externa deliberada. El deterioro no es un efecto colateral no deseado; es el mecanismo central a través del cual se espera quebrar la resistencia del gobierno o generar un cambio de régimen. La población civil, atrapada en el fuego cruzado de la geopolítica, es la que carga con el peso de la crisis, viendo cómo se erosionan sus condiciones de vida hasta niveles de supervivencia. Bajo estas condiciones por lo común, la poblaciones no distinguen entre fallas internas y fallas inducidas por sanciones, esta incapacidad de discernir es alimentada y acentuada por el dominio de las redes sociales en manos de los estadounidenses o poder imperial. lo que agrava aún más la situación a lo interno de las naciones.

Paso 5: La Respuesta Humana – La Migración como Último Recurso

Frente al colapso económico, la violencia y la falta de oportunidades, los individuos y las familias se ven enfrentados a una elección desgarradora: quedarse y afrontar un futuro sombrío, o emigrar en busca de seguridad y una vida digna.

Argumento: La migración masiva desde países en crisis (como los de Centroamérica, Haití o partes de África) no es un capricho, sino una respuesta racional y desesperada a condiciones insostenibles. Es un flujo humano impulsado por un instinto de supervivencia. Estos migrantes no son simplemente "buscadores de oportunidades económicas" en el sentido abstracto; son refugiados de crisis económicas y sociales creadas, en gran medida, por las dinámicas descritas en los pasos anteriores. Huyen de las consecuencias directas de un sistema que primero explotó los recursos de su país y luego lo asfixió por intentar escapar de ese destino. El caso venezolano que poseía una crisis moderada se aceleró exponencialmente debido a estimulación propagandista en todos los medios posibles de comunicación, el objetivo preciso en manos del grupo de Lima, era declarar al país un Estado Fallido para luego invadirlo con una coalición militar.

Paso 6: La Paradoja de la Frontera – El Cierre y la Expulsión

El siguiente eslabón del ciclo es quizás el más cínico y revelador. Cuando las consecuencias de las políticas estadounidenses, en forma de migrantes desesperados, llegan a sus fronteras, la respuesta no es de reflexión o responsabilidad, sino de contención y rechazo.

Argumento: Se levantan muros, se implementan políticas de "Quédate en México", se realizan deportaciones masivas y se restringe el derecho al asilo. El discurso político se llena de narrativas que criminalizan al migrante, presentándose como una amenaza en lugar de lo que es: un producto de las propias acciones del país receptor. Esta respuesta cierra el círculo de manera perversa: Estados Unidos se beneficia de la debilidad estructural de los países periféricos (Paso 1 y 2), activamente contribuye a su colapso cuando desafían el orden (Paso 3 y 4), pero se niega a asumir cualquier responsabilidad por el flujo humano resultante (Paso 5). La frontera se convierte en una barrera física y legal que protege al centro de las externalidades negativas de su propio sistema de dominación.

Paso 7: La Consolidación del Centro – La Ventaja Continua

Mientras la periferia se debate en crisis y sus ciudadanos son rechazados en las fronteras, Estados Unidos continúa su trayectoria de crecimiento y desarrollo.

Argumento: El flujo de recursos baratos sigue alimentando su industria y manteniendo bajo el costo de vida para sus ciudadanos. Incluso, la fuga de cerebros (brain drain) que acompaña a la migración, donde los profesionales más capacitados de los países en crisis logran emigrar, representa otra forma de subsidio humano para el centro. Gana mano de obra calificada formada a coste cero. Así, el ciclo refuerza la brecha tecnológica y económica, haciendo al centro más rico y poderoso, y a la periferia más dependiente y vulnerable. La coerción (Paso 3) sirve, en última instancia, para garantizar que este flujo de beneficios no se interrumpa.

Paso 8: La Retroalimentación del Ciclo – Más Migración

Finalmente, la continuación del modelo asegura que la crisis en la periferia no sólo no se resuelva, sino que se profundice.

Argumento: Al cerrar las vías legales y seguras para la migración, y al no abordar las causas raíz de la misma (la explotación y la coerción), Estados Unidos no elimina el impulso migratorio; solo lo canaliza hacia rutas más peligrosas y lo criminaliza. Mientras las condiciones que generan la migración persistan y de hecho, se agraven por las sanciones y la falta de desarrollo, el flujo de personas continuará. Cada nueva crisis generada o exacerbada por la política exterior estadounidense producirá una nueva ola de migrantes. El Paso 8 se convierte así en la consecuencia inevitable e ineludible del Paso 1, creando un bucle infinito de causa y efecto.

Conclusión: La Necesidad de Romper el Círculo

La lógica circular descrita no es una teoría de la conspiración, sino un modelo analítico robusto para entender las relaciones de poder asimétricas en el mundo actual. Explica por qué, a pesar de décadas de "ayuda al desarrollo" y retórica sobre la libre empresa, la brecha entre el centro y la periferia persiste. Muestra cómo la migración masiva hacia Estados Unidos es, en gran medida, un fenómeno creado por sus propias políticas económicas y exteriores.

Romper este ciclo requiere un cambio de paradigma radical. Implica pasar de un modelo basado en la explotación y la coerción a uno basado en la cooperación genuina, el comercio justo y la inversión en un desarrollo autónomo y sostenible en la periferia. Mientras la lógica del centro siga siendo extraer recursos y luego contener a las personas que huyen de las consecuencias de esa extracción, el ciclo de dependencia, crisis y migración forzada no sólo continuará, sino que se intensificará, alimentando las contradicciones morales y políticas del sistema internacional del siglo XXI. Esto fue lo que Donald Trump olvidó decir en su última presentación en la ONU.

INCONFORMIDAD, IDEOLOGÍA Y TRABAJO

 

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