Trump se embarcó en un barcorrubio

Miércoles, 10/09/2025 05:18 AM

Trump botó la bola de su intriga en contra de Maduro al perseguir una supuesta mafia de muchos soles y, con su paraguas caribeño torpedea las olas en aguas profundas de el mar Caribe donde, el tiburón de Rubén Blades, se ahogó de tristeza como un indocumentado del sueño americano.

Las noticias que llegan a la Casa Blanca a través de la red de la confianza para que él mismo Trump se desespere de rabia antibolivariana y aumente su provocación alarmista de hundir a Venezuela de amenazas que rebotan en el Palacio Blanco sin piedad y, como la masa no está para bollos hay que echarle manos a lo que sea que mantenga la esperanza de que no entre otro tirano Aguirre al país a robarle la paz.

Mientras Trump lucha por trascender con imposiciones nada democráticas y, el cubano-americano Marco Rubio pasa a la historia de la versatilidad sin límites al mandar a la ONU al carajo, ya que no le importa lo que se diga allí sin poder nombrar a sus miembros de narcos traficantes de suculentas palabras, sino de "ONU Soles" de la verborrea indisciplinada que, cada vez que Trump asiste a ella sale resfriado y jediondo de inconformidad pluralista.

El desgaste de la terquedad gringa no entra en el pálpito de la razón entre tanto nubarrón de noticias mal concebidas que, recorren el mundo de la informática con Trump metido en aguas de trincheras marinas de su combate contra los cárteles para que de una buena vez no entre ni un miligramo de drogas a su incontaminado país de estirada acción de gracia de la convivencia humana que, aspira a desplazar a la plaga de los migrantes y, si son venezolanos más, por formar parte del tren de Aragua y del cártel de los asoleados sin tatuajes.

¿Sabrá Trump que nuestro país Venezuela tiene un himno nacional y una bandera de tres colores y, ademas, la troyana alma llanera que en inglés seguro no suena bien? Y, no solo eso, sino que también, nos arropa un amor por la Patria que enaltece a su gente con vírgenes y santos incluidos, aunque la iglesia no entre en batallas por ser romana.

Venezuela es Venezuela y como ella ninguna aunque se vistan de mona. Lloramos y reímos. Y vemos mucho atrás porque tenemos historia y no olvidamos a nuestros libertadores ni dejaremos nunca de ser libres donde quiera que estemos y, no es de olvidar que muchos vistosos collares de perlas de Margarita adornan el mundo. Y otra vaina que conforma voluntades y refuerza el sentimiento nacional es que Venezuela es y será la Patria de los bolivarianos y no de los traidores.

¿Habrá bailado Trump alguna vez la burriquita? A lo mejor no. Ni tampoco sabrá tirarse un polo y una jota margariteña a media noche encarburado de ron. Ni habrá pensado cantar una fulía tal como sabe impartir órdenes tan significativas de meterle miedo a los demás con su poder de: "Disparen primero y averigüen después" a lo romulero.

Mientras, Trump seguirá navegando en su barcorrubio frente a Venezuela.

Nota leída aproximadamente 967 veces.

Las noticias más leídas: