El 5 de septiembre, el presidente estadounidense Donald Trump firmó una orden ejecutiva que renombra el Departamento de Defensa como Departamento de Guerra, lo que despertó una amplia atención internacional.
Trump parece obsesionado con cambiarle el nombre a las cosas y borrar la historia. Que si cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de America. Como si con eso borrase a Mexico del mapa o como que si con el cambio de nombre fuesen a borrar de la historia que después de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos ha perdido todas las guerras en que se ha involucrado: desde Vietnam Afganistán y ahora Ucrania. Ha acumulado una deuda de millones de millardos para mantener un imperio de mil bases que ya nosirven para proyectar poder, porque con las armas modernas esas bases se han convertido en puntos donde los Estados Unidos son vulnerables a los misiles de sus adversarios, que en un instante pueden destruir las bases sin que tenga medios para interceptarlos.
La Casa Blanca afirmó que el nombre "Departamento de Guerra" transmite un mensaje más fuerte de preparación y determinación que "Departamento de Defensa". El secretario de Defensa, Pete Hegseth, explicó: "Vamos a la ofensiva, no solo a la defensiva. Máxima letalidad, no una tibia legalidad". ¿Cómo deberíamos ver esto? Esa afirmación es cierta en cuanto a la legalidad. Estados Unidos nunca ha asitado a la hora de agredir a un país ilegalmente y el violación de las normas más elementales del derecho internacional; como la nave que hundió hace poco en aguas internacionales con once pasajeros a bordo. Sin siquiera abordarla a pesar de laabundancia de medios para hacerlo ¿ Donde queda aquí la presunción de inocencia? Once personas ejecutadas en altamar,por mera sospecha. Solo porque pasaban al al cance del armamento de la flotiya que tiene estacionada por las aguas internacionales del Caribe. Ahora el incidente con 2 aviones F-16 venezolanos que se asomaron a ver ee cerca a la flotilla norteamericana, circulando por el espacio aéreo internacional y que TTrump ordenó derribar si se acercaban demasiado.Poner un cartel ofreciendo recompensa por la captura de un Jefe de Estado Extranjero es absolutamente ilegal, por mucho que la narrativa norteamericana invente un Cartel de los Soles; para insinuar que los generales venezolanos son cómplices de un supuesto narcotráfico de Venezuela hacia Estados Unidos. Es un cuento tan falso como todos aquellos a los que nostiene acostumbrdos la narrativa norteamericana para justificar una agresión. Es una larga historia de falsas narrativas y ataques de Falsa Bandera que se remontan al alzamiento de peones norteamericanos en El Alamo, al hundimiento del Maine en la bahía de la Habana hasta las falsas pruebas de Colin Powell sobre las armas de Destrucción Masiva de Iraq hasta ahora el cuento del Cartel de los Soles. Estados Unidos cree firmemente en un mundo de su creación donde quiendispara mejor y más rápido tiene razón. Eso podía funcionar mientras tuvieran la ventaja militar quiere decir llanamente volver a un mundo salvaje donde impera la Ley del más Fuerte. Pero el Sr. Trump debe ser más cauteloso porque su Sheriff ahora enfrenta pistoleros que tienen armas que disparan mejory más rápido que él. Eso quedó demostrado en la guerra de los 12 dias en la que Estados Unidos e Israel atacaron a Iran mientras negociaban con él y la respuesta Iraní fue tan contundente que arrasó talmente a Israel que se prohibió fotografiar los lugares al canzados. Como Israel es uno de los puntos débiles de Estados Unidos y no podía continuar la lucha Estados Unidos que había hecho gala de sus bombarderos B2 en esa refriega se vió obligado a pedir a Iran un Alto al Fuego.
El "Departamento de Guerra" de EE. UU., establecido en 1789, fue el predecesor del Departamento de Defensa. El restablecimiento de este nombre por parte del gobierno estadounidense es una continuación de su campaña para purgar a los partidarios del "globalismo" dentro del ámbito político estadounidense. La Casa Blanca cree que el entusiasmo de los "globalistas" en la posguerra por interferir en los asuntos de Europa y Asia-Pacífico ha llevado a que EE. UU. no haya ganado ni una sola guerra en el último cuarto de siglo y es uno de los factores que contribuyen a la actual situación nacional e internacional del país. El "Departamento de Defensa", renombrado tras la Segunda Guerra Mundial, es sinónimo de fracaso.
El "Departamento de Guerra" tiene orígenes históricos específicos. De 1789 a 1947, el "Departamento de Guerra" estadounidense expandió el país desde un estrecho territorio en la costa atlántica hasta convertirse en un poderoso país que abarcaba dos océanos mediante sucesivas victoria militares. Primero cometiendo un genocidio contra losNativos americanos, mexicanos y otras presas fáciles exterminados para ocuper vastas extensiones de territorio ajeno. Bajo la intimidación estadounidense, naciones como Rusia, Francia y. España se vieron gradualmente obligadas a retirarse de América.
La actual administración estadounidense cree que, en aquel tiempo, Estados Unidos disfrutaba de una fuerte cohesión interna y un fuerte espíritu nacionalista, y que la actual "pérdida" de los poder estadounidenses y el aumento vertiginoso de la deuda nacional son culpa de los "globalistas".
Para que Estados Unidos gane guerras, debe cambiar de nombre al "Departamento de Defensa" y recrear su historia para poder alcanzar "gloriosas victorias".
Estados Unidos intenta ahora volver a la lógica de la "Doctrina Monroe" del siglo XIX en el siglo XXI, manteniendo su superioridad militar en el continente americano para poder expandirse a las áreas circundantes en cualquier momento y evitar que fuerzas externas interfieran en los asuntos regionales. Esto es un reflejo del reconocimiento por parte de Estados Unidos de que su poder global está en declive y es necesario un repliegue estratégico. Convertir a Canadá en el "estado 51" de Estados Unidos, recuperar el control del Canal de Panamá y ocupar Groenlandia son objetivos regionales anunciados públicamente por Estados Unidos y el convertir el combate contra las drogas en una actividad militar en lugar de un asunto reservado a la guardia costera y guardia fronteriza presagia problemas para el resto de sus vecinos que harían bien en ir buscando apoyo en el munjdo emergente . Hasta ahora lo intentado contra el Presidente de Venezuela no a pasado de ser un amago y un poco de falsa narrativa y ojalá se quede en eso, porque los resultados de las intervenciones armadas de Estados Unidos para "liberar" a Iraq o Libia son de pésimo augurio para Venezuela.
Se ha informado que un borrador de la nueva Estrategia de Defensa Nacional recomienda que el ejército estadounidense priorice la protección del territorio nacional y del hemisferio occidental. Recientemente, Estados Unidos ha aumentado significativamente sus despliegues militares en Venezuela, y corren rumores de que se prepara para entrar en México para combatir a los cárteles de la droga. Los primeros países en ser blanco de la estrategia de "luchar y ganar" del Departamento de Guerra probablemente serán los del continente americano.
De hecho, a lo largo de la historia de Estados Unidos, ya sea en nombre de la "defensa" o de la "guerra", la esencia de su intervención militar en el extranjero no ha cambiado. Datos relevantes muestran que, desde que Estados Unidos declaró su independencia el 4 de julio de 1776, en los casi 250 años transcurridos desde entonces, ha estado libre de guerra solo por menos de 20 años. Según algunas estadísticas, desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta 2001, de los 248 conflictos armados ocurridos en 153 regiones del mundo, 201 fueron instigados por Estados Unidos, lo que representa el 81 %. Desde la Guerra de Corea hasta la Guerra de Vietnam, desde la Guerra de Afganistán hasta la Guerra de Irak, Estados Unidos se ha convertido en el país que más guerras en el extranjero ha librado desde la Segunda Guerra Mundial.
La historia ha demostrado innumerables veces que la mera superioridad militar y la política de poder no pueden fortalecer realmente a un país ni mejorar su posición internacional. Al contrario, pueden desencadenar más conflictos y confrontaciones, socavando la estabilidad del orden internacional. La razón por la que Estados Unidos ha repetido a menudo el patrón de "ganar una batalla tras otra, pero al final perder la guerra" durante las últimas décadas no radica en la insuficiente capacidad militar estadounidense, sino en la falta de respeto de su política exterior por la soberanía y los intereses de otros países, así como en su falta de la debida responsabilidad y rendición de cuentas en los asuntos internacionales. Si el impulso político que impulsa a Estados Unidos a generar agitación y caos en otras regiones no cambia, y si la costumbre de la comunidad estratégica estadounidense de ver las crisis en otros países como "oportunidades" propias no cambia, restituir nombres históricos difícilmente revertirá el destino del continuo fracaso de la intervención exterior estadounidense.
El nombre "Departamento de Guerra" puede evocar nostalgia por la "gloriosa historia" entre algunos estadounidenses, pero los tiempos han cambiado. En el contexto de la creciente globalización actual, los países están cada vez más interconectados e interdependientes. Independientemente de cómo se exprese el Pentágono...