Nuevos episodios de amenazas insolentes y malintencionadas contra la soberanía nacional en nombre de la democracia y la libertad sacuden la opinión pública en general, especialmente de los sectores extremos. Desde hace días la narrativa de buques de la Armada gringa rumbo a las costas venezolanas con la misión de intensificar la lucha de ese país contra los cárteles de la droga en Latinoamérica, en la que involucran al Gobierno de Venezuela y sus máximos representantes, nos lleva a considerar si esto es realmente el papel de actuación con que algunos gobiernos del hemisferio occidental se denominan democráticos.
Estamos acá para verificar si realmente se está utilizando la Carta de las Naciones Unidas cada vez se quiere imponer por la fuerza un asedio a otra nación bajo pretextos o engaños diciendo lo hacen en nombre de la libertad. Algunos medios derechistas hacen hincapié los gringos están preparados y "con todo su poder" para utilizarlo en su lucha contra el narcotráfico en la que ellos han metido en su "lista negra" a Venezuela. Una nación que más bien realiza importantes decomisos de drogas en cualquier rincón del país por cada año. Es decir no hay pruebas demuestren tamaña acusación.
Una manera de decírselo al mundo resulta de nuestras propias vivencias cuando transitamos calles y avenidas, especialmente por urbanismos populares, en cuyos habitantes suelen notarse más activos los jóvenes. De igual manera las áreas marginales en donde subsiste la escasez, las carencias afectivas, la poca fe, la pérdida del poder adquisitivo, entre otros, lo que conlleva a los más imprudentes resolverse de manera inmediata, fácil y holgada vendiendo alijos.
En definitiva, acá no estamos observando el libre consumo de sustancias estupefacientes en calles o plazas como efectivamente pudo ocurrir en determinadas épocas. Ni siquiera enfrentamientos armados entre bandas en pugnas por territorios. Por lo menos en la región central del país ha caído en grandes proporciones tales delitos, haciendo referencia a los que guardan relación con la distribución de drogas.
Por razones como éstas a la democracia la han vuelto frágil. Es como ver un pececito en un estanque viéndose constantemente amenazado. Se trata de un ejemplo que se repite en las naciones más débiles de Nuestrámerica. Digamos, pues, que cuando hablamos de intereses se hallen de por medio y grupos de élite van al acecho es porque buscan adquirir poder. No hay otra.
Ahora, volver a ver en las calles a la ultraderecista María Corina Machado en medio de un clima que crea confusión, en unos, y falsas expectativas, en otros, demuestra se trata del tipo de negociaciones extranjera que ella trae y que no se va aguantar palidecer porque está decidida asaltar el poder con resultados dolorosos que no le afectarán a ella ni a su círculo más cercano.
De modo evitarse tragedias como la de Argentina o Perú y ahora Bolivia, donde la derecha es fiel representante del capitalismo opresor, un país como Venezuela debe transitar cuidadosamente por caminos tan sólidamente democráticos tal cual lo recuerdan las palabras del filósofo irlandés, Edmund Burks: "La pasión ciega puede derrumbar en una hora lo que ha tomado siglos de prudencia en construirse".
Ahora Entérate
Hurtos_y_más@denuncia.com.- Muy delicada la situación que se viene presentando en instituciones del Estado, especialmente de formación y capacitación, donde son extraídos bienes de la nación y nadie ve el acto. Lo peor del asunto es que los más interesados en aprender hacen cualquier tipo de sacrificio para asistir y hasta permanecer en sus respectivas áreas de clases. Algunas veces asisten sin una adecuada alimentación. En ocasiones faltan por no contar con pasaje pero cuando les piden colaboración para adquirir, equipar, adornar, reparar o recuperar materiales, artefactos eléctricos, pintura, entre otros, los mismos terminan perdiéndose. Señalan los responsables de esta institución dejan pasar los días y luego vuelven a pedir. ¡Qué caraduras se ve en La Quizanda! ***Hasta la próxima***