"Vivimos en un mundo
en el que un loco hace muchos locos,
mientras que un sabio hace pocos sabios"
Georg Christoph Lichtenberg
Hasta los momentos, lo único que no se le conoce es alguna desviación sexual, ya que, todo lo que se sabe de él, va acompañado de un extralimitado marital de 3 matrimonios y una prole de 5 hijos, pero no conforme con eso acompañó a un millonario, como fue Jeffrey Epstein, quien apareció en el mundo financiero y político de los Estados Unidos, aparentemente surgido de las influencias, para llegar a la cima del poder y de los escándalos mediáticos, sin ser dueño de alguna aplicación relacionada con el medio, como el acaudalado Elon Musk. A pesar de no pertenecer a esa farándula, llegó a formar una red, dónde la prostitución era para una clase privilegiada, que, por supuesto no podía entrar a un prostíbulo cualquiera, como un ciudadano común y corriente acostumbrado a satisfacer sus instintos sexuales en esas casas de vender sexo y menos, cuando buscaban menores de edad. El entramado lo fueron formando con personajes, que han llegado a ocupar altos cargos en USA, incluso la propia presidencia: Bill Clinton y ahora el Donald Trump.
A Donald Trump, se le ha desatado una tormenta y por mucho culipandeo, parece que no va poder evadirla. Cada momento aparecen voces denunciándolo por su arrebatos de locura, propio de un extrovertido presidente de una sociedad, que por mucha proyección de confort y bienestar, por donde usted asome la mirada se encuentra la miseria retratada y desatada, el cual el capitalismo salvaje va creando, porque precisamente la decadencia está presente en todos los órdenes de la sociedad estadounidense y una de las pruebas más clara, precisa y contundente es la polémica protagonizada por el caso del millonario Jeffrey Epstein, entre un grupo de partidarios de Trump, el FBI y el departamento de justicia (DOJ), sobre la verdad de su muerte, ya que, la opinión que adquiere mayor credibilidad es la muerte planificada y no precisamente por el mismo Epstein.
Trump, en medio de su atorrante procedimiento propio de un guapetón de barrio, en cada entrevista termina totalmente descompuesto y acalorado, dándole la razón la presentadora y actriz, Rosie O'Donnell, cuando le respondió con todo y lo único que le faltó fue incinerarlo vivo, porque el palabrerío, que le lanzó, desde Irlanda, donde se encuentra asilada, no dejó ninguna duda de su enfrentamiento con el mandatario totalmente desacreditado, al calificarlo de anciano peligroso, demente, estafador, abusador sexual, carente de empatía y humanidad básica. Todo esto sirve para terminar de conocer a un personaje, el cual llegó a la presidencia, con una hoja muy manchada y difícil de limpiar. Sin embargo, en ese personaje terrorífico se encuentran cifradas las esperanzas de las grandes corporaciones del imperialismo.
De Trump, se están cuidando tanto los de adentro, como los de afuera, es decir es un peligro latente para la humanidad y los mismos opositores venezolanos, empezando por la inhabilitada, María Corina Machado, prefiere estar "escondida" en Venezuela, que atreverse a irse para el norte, porque sabe, que ni en juego le van aceptar los arrebatos de violencia apenas abre la boca y por la otra, sabe perfectamente de la grave situación en los EE. UU y además a más de un opositor de esos bocones, vanidosos, el cual solamente saben hablar en contra del presidente Nicolás Maduro, los han bombeado sin paracaídas y han aterrizado en suelo venezolano muy serios, aún, cuando el gobierno venezolano ha demostrado el debido respeto por todos esos venezolanos engañados, que incluso le mentaban la madre al presidente, cuando emprendían el viaje, creyendo en el paraíso terrenal: MADE IN USA.
Lo triste de todo esto, no es que se hayan ido miles de compatriotas, porque al fin y al cabo el engañado es capaz de atentar contra su propia vida; el problema radica fundamentalmente en quienes ayudaron a crear está estampida, con los resultados ampliamente conocidos y lamentables, cuando el Trump, apoyado por el Bukele, terminaron de llenar una cárcel del Salvador, con migrantes venezolanos, la mayoría con el simple delito de atreverse a pisar suelo estadounidense creyendo en los pajaritos preñados de los siguientes angelitos: Antonio Ledezma y su presidente Guaidó, María Corina y su presidente Edmundo González, por nombrar estos dos dúos, el cual se separaron, cuando cada uno agarró por su lado, dejando a su partidarios más defraudados, que un jugador de lotería. El tiempo pasa y el capitalismo salvaje, en manos del imperialismo se va resquebrajando y los primeros aplastados son los propios opositores venezolanos en el norte, ya que, no pueden seguir con la incitación y además corren el riesgo de quedar totalmente limpios, al no poder declarar lo robado.