El auge en el consumo de alimentos ultraprocesados (UPFs, por sus siglas en inglés) ha desencadenado una "pandemia de enfermedades crónicas", advirtieron expertos en un nuevo informe publicado en The Lancet.
En el documento, científicos e investigadores criticaron a las grandes compañías de alimentos por anteponer la rentabilidad a cualquier otra consideración.
"La respuesta de salud pública global todavía está en una fase muy temprana, comparable a la de los movimientos contra el tabaco hace algunas décadas", señala el reporte.
Además de establecer vínculos entre los UPFs y enfermedades como el cáncer y la diabetes, el equipo responsable del estudio condenó la lentitud en la formulación de políticas públicas sobre el tema. Apuntaron que esto se debe en parte a los esfuerzos coordinados de la industria alimentaria por "manipular la toma de decisiones, condicionar los debates políticos a su favor y crear una falsa apariencia de incertidumbre científica".
El profesor Chris van Tulleken, del University College de Londres y coautor del estudio, explicó que las enfermedades relacionadas con la dieta han aumentado de forma paralela a "una historia de tres décadas de reformulación por parte de la industria alimentaria".
Sin embargo, subrayó que "esto no es un problema de un producto en particular. Toda la dieta está siendo ultraprocesada".
Por su parte, el profesor Carlos Monteiro, de la Universidad de São Paulo, agregó que los hallazgos confirman la urgencia de actuar contra los UPFs.
"El primer artículo de esta serie de The Lancet indica que los alimentos ultraprocesados dañan todos los principales sistemas de órganos del cuerpo humano", afirmó. "La evidencia sugiere con contundencia que el ser humano no está biológicamente adaptado para consumir este tipo de productos".
Desayuno con huevos fritos estrellados y tocino en primer plano. Una comida tipo keto con huevos al estilo sunny side up y tiras de tocino en el plato.
El tocino y otras carnes curadas también se consideran alimentos ultraprocesados.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados?
Aunque muchos de los alimentos que consumimos han sido procesados en cierta medida —por ejemplo, para hacer pan es necesario mezclar ingredientes crudos—, los alimentos ultraprocesados son distintos, ya que incluyen ingredientes y sustancias que no se usan en la cocina casera.
Este tipo de productos suelen pasar por múltiples etapas de procesamiento industrial y contener aditivos, conservadores y compuestos identificados con números E (E-numbers), diseñados para prolongar su vida útil y mejorar su sabor o textura.
Para clasificarlos, la escala NOVA divide los alimentos en cuatro grupos según su grado de procesamiento, lo que permite identificar con mayor precisión cuáles son los más ultraprocesados.
Ejemplos de alimentos ultraprocesados
Algunos de los productos más comunes considerados ultraprocesados incluyen:
Salchichas
Tocino
Embutidos y carnes curadas
Refrescos o bebidas carbonatadas
Botanas y alimentos empacados, como pasteles, empanadas y pizzas
Chocolates y golosinas
El chocolate, las golosinas y la repostería industrial también suelen ser alimentos ultraprocesados.
El chocolate, las golosinas y la repostería industrial también suelen ser alimentos ultraprocesados.
Las enfermedades crónicas vinculadas a los alimentos ultraprocesados
Según el informe publicado en The Lancet, entre las principales enfermedades asociadas al consumo habitual de alimentos ultraprocesados se encuentran:
Obesidad y aumento de peso
Diabetes tipo 2
Hipertensión arterial
Dislipidemia (niveles anormales de lípidos en la sangre)
Enfermedades cardiovasculares o mortalidad por estas causas
Enfermedad coronaria o mortalidad asociada
Enfermedad cerebrovascular o mortalidad asociada
Enfermedad renal crónica
Enfermedad de Crohn
Depresión
Cáncer colorrectal
Enfermedades inflamatorias intestinales
¿Cómo reducir el consumo de alimentos ultraprocesados?
La forma más efectiva de saber qué estás comiendo es preparar tus alimentos en casa, desde cero. Sin embargo, esto no siempre es posible o práctico.
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Una alternativa útil es leer las etiquetas de los productos en el supermercado. De preferencia, opta por aquellos alimentos que tengan cinco ingredientes o menos.
También puedes analizar tu dieta actual y evaluar qué porcentaje está compuesto por alimentos ultraprocesados. ¿Puedes hacer cambios simples que te ayuden a reducir su consumo?