Más allá del bombardeo mediático sobre la presencia de buques y submarinos nucleares en el Caribe, muy cerca de nuestras costas, incluso más allá de la actitud del mal vecino de Trinidad y Tobago, país con el que Venezuela ha hecho convenios energéticos muy generosos para ellos o si Maria Elvira y Marquito le dicen todos los santos días a Donald Trump que invada nuestra nación ¿Cómo incide esa situación en las provincias venezolanas? ¿Qué piensa la gente sobre una posible ocupación de fuerzas invasoras a nuestro territorio? Y ¿Cómo es el día a día de los trabajadores, amas de casas, estudiantes en los estados del interior del país?
Lo pregunto porque no veo gente alarmada, haciendo compras nerviosas o encerrándose en sus casas los fines de semana y menos durante la semana. Es más, veo gente haciendo planes para las fiestas navideñas, veo a cientos de jóvenes esperando su acto de grado como nuevos profesionales en abogacía, médicina, comunicación social o docentes; en el caso que me atañe: Portuguesa, la rutina de nuestra entidad amanece como todos los días, el gobernador Primitivo Cedeño supervisando los trabajos de remoción y mantenimiento de la infraestructura vial, escolar, hospitalarias y los alcaldes y alcaldesa haciendo lo propio en sus municipios sobre el plan de bacheo, alumbrado o recolección de basura.
Tristemente debo mencionar también que nuestro día a día en los llanos occidentales venezolanos debemos ver de tres a cuatro accidentes en moto o vehículos con saldos fatales, que si en Turén o Santa Rosalía hubo 30 estudiantes que se intoxicaron porque descubrieron un artefacto que echa humo y por supuesto, vemos también las quejas de los docentes por los bajos sueldos que devengan y el impacto negativo e hiperinflación que sobre la economía ha producido los más de 15 años de bloqueo financiero.
Pero que haya un estado de conmoción o que la gente ande con el corazón en la boca porque los gringos dicen que nos van a invadir, no, eso no significa que el gobierno regional, las Fuerzas Armadas, Milicia, Policía o los patriotas estemos como Heidi en la pradera, no señor, estamos Quieto, Alerta, Pendiente -QAP- en el entendido que no hay enemigo pequeño ni amenaza descartada; pero a grosso modo, en el interior del país el día a día de las personas y de las instituciones transcurre normalmente, aun cuando no falta un escuálido disociados que por sus redes sociales asegure que Venezuela debe ser bombardeada, aquí estamos de lo más relajado.
Debo aclarar que yo no soy tan asiduo espectador de Instagram, Facebook, X o Theader, las reviso pero no como antes debido al veneno que inyectan, pareciera que viven todo el festejando halloween y eso a mi no me cuadra.