No soy un tipo de lágrima fácil, pero de cuando en cuando una lagrimita se nos escapa por ahí, lo que fuimos descubriendo es que las revoluciones del siglo XX se quedaron en el papel impreso y claro con esto de que en Venezuela el gobierno tiene el monopolio del papel, igual que en Cuba y Nicaragua, las revoluciones o los cambios modelo Venezuela se quedaron en el papel impreso gubernamental. Cosa bastante aburrida. Y es que hablar bien del gobierno estando en la nómina gubernamental es más que una tarea fácil, una tarea obligatoria. Ese no es mi caso.
Teniendo tantos años fuera del país en esos vaivenes sociales, políticos y artísticos de Latinoamérica y sin perder mi cordón umbilical con mi ciudad y mi Estado entre entradas casi clandestinas y comentarios telefónicos por la muy segura red WhatsApp, me voy enterando que la señora Nancy González de Lacava está haciendo grandes esfuerzos y tales esfuerzos vienen teniendo resultados.
La recuperación de los espacios para la apreciación artística, el mejoramiento de los lugares para el desarrollo de las actividades de contemplación de las bellas artes, el respeto a los hombres y mujeres que de una u otra manera sostienen el espíritu y las obras que van más allá del momento que nos toca vivir, Nancy González de Lacava está en lo suyo y lo está haciendo bien.
Aclaro que no pienso exponer en Carabobo en estos meses y quizás en estos años y que estoy por el momento en otras cosas, que me mantengo fuera del equipo de adulantes, pero que seria tonto no reconocer que Nancy esta realizando esfuerzos para tender puentes a través de los espacios culturales del Estado Carabobo para los artistas de la región y un poco mas allá. Claro que faltan detalles, pero son solo eso detalles y quizás abrir salones y confrontaciones artísticas más allá del salón Michelena, establecer una red de artistas de la región que hoy vivan fuera del Estado e incluso fuera del país.
Crear las condiciones para desarrollar espacios para talleres donde los artistas plásticos puedan desarrollar su obra, recuperar algunos espacios hoy con poco mantenimiento para otorgar lugares donde los habitantes del sur de la ciudad de Valencia puedan recibir enseñanzas de ballet, bailes nacionales, teatro y distintas disciplinas todo con el fin de darle vida más allá de lo comercial al centro histórico de la Ciudad de Valencia.
No puede negar que las noticias acerca del trabajo de la primera dama del Estado (No me agrada eso de primera combatiente). Superó con creces todo lo que me había imaginado, los amigos artistas y profesionales me mantienen informado de la transformación y el mejoramiento de los distintos espacios físicos que se han venido recuperando. Museos, salas de exposición, también se vienen desarrollando eventos artísticos importantes.
Yo voy viendo los eventos que transcurren con la visión de un crítico, que a la distancia puede apreciar lo que ocurre con una mirada que cubre un espectro visual mucho más grande de quienes están por ahí observando la rama y no el bosque. Bien por la primera dama de Carabobo. Soy solo un mortal a la distancia que aprecia profundamente su trabajo por un Estado que necesita sensibilidad, aprecio por lo que existe y sentido de trascendencia. Ojalá y su obra continúe. Estamos atentos a sus esfuerzos y a pesar de la distancia esperamos que nuestro aplauso para usted se escuche por allá.
Notas a pie de página: No terminan de tomar posesión de su cargo y ya comenzó el besamanos, no basta con los llamados recoge latas del parlamento regional de Carabobo, ahora algun@s miembros de la comunidad artística de Naguanagua hacen fila para ver si les llueve algún pan. Caramba, eso de tener más labia que obra es una cosa tan común que ya se volvió corriente. Lealtades de cartón piedra u orgullos de sal y agua.
El adjetivo ALCAPARRA, para identificar al nunca bien recordado alcalde de Valencia Edgardo Parra, fue obra mía. Recordemos que la Alcaparra está en todos los guisos. Yo no soy juez espiritual y tampoco San Pedro, pero veo muy difícil que pueda estar en el paraíso.
Yo soy uno más de los millones de desterrados voluntarios y es que no deseo tener una suite en el Helicoide, eso de la incomunicación no es lo mío y creo que tampoco lo de ustedes.