No conocí personalmente a Yanelys Patiño. Me acerqué a ella a través de los afiches de campaña electoral y así le vi su rostro Patiño y de pueblo noble y trabajador. Por haber estado lejos de Margarita, no tuve esa oportunidad y tampoco pude conocer las líneas y resultados de su gestión.
En una oportunidad y por intermedio del correo electrónico, le ofrecí la posibilidad de una formación a su personal y así lo hice. Este esfuerzo no tuvo ningún costo para la alcaldía.
No haberla conocido, no limita, la posibilidad de pensar en la figura de Yanelys y el significado que tiene para su pueblo y los otros pueblos del municipio Gómez. No la conocí, pero en mi niñez y adolescencia, caminé mucho al pueblo de
El Cercado y sé que Yanelys es la expresión de ese pueblo y del esfuerzo que ha venido realizando en el tiempo. Yanelys, es la expresión de un pueblo, que con trabajo, se ha venido abriendo camino.
Estuve al tanto de su problema y cuando supe de su muerte, pensé en él. Yannelys como persona, tuvo que ser el prototipo de la mujer Cercadeña. Una mujer de trabajo fuerte. Mujer de levantar y llevar sobre sus hombros o cabeza, mapire de barro que salía a buscar lejos para luego darle forma y templarlo con el fuego.
Yanelys tuvo que ser esta mujer que tantas veces vi en los rincones de una humilde casa de bahareque dándole la consistencia al barro. Tuvo que ser esa mujer en otro momento. Yanelys es una mujer de barro cocido. Resistente en en su empeño. Ella ES el empeño de ese pueblo que ha crecido mucho desde aquella niñez.