El discurso político como herramienta tiene bases sólidas que muchos desconocen, sin embargo el desconocimiento no significa que desde esas bases no se estructure una narrativa que transforme la realidad o simplemente la mantenga y la consolide en el tiempo. Eso lo saben muy bien los enemigos del gobierno revolucionario y por ende enemigos del poder popular; bajemos al averno, los oposicionistas insisten en vulnerar las Fuerzas Armadas nacional llamándolos a la sublevación y a tomar el poder a punta de plomo, atrás quedó el discurso aquel que eran unos "cagaos", "indignos de portar el uniforme del glorioso Ejército forjador de libertades", incluso la oposición entendió que la soberbia de Orlando Urdaneta cuando dijo: "ustedes son nuestras putas y hacen lo que nos de la gana", debía ser olvidada, pero como ha sido tanta la basura contra los componentes militares por parte de Nitu Pérez Osuna, Edmundo González, Capriles, Ledezma, María Machado, Julio Borges y muchos más, que todos han intentado reparar el capote con halagos y palabras amorosas, pero no han podido ¿Por qué no han podido? Y a estás altura del partido dificulto qué puedan hacerlo ¿Qué ha ocurrido que las FAN no son parte de la oposición? Dejo en claro que siempre hay por allí un agazapado, pero ¿Cómo es la cosa?
Lo primero que hay que preguntarse es dónde están aquellos que integraron las promociones de Rosendo, Baduel, Tamayo, Cristofer, entre otros; simple, en el extranjero. Lo segundo que debemos preguntarnos es ¿La oposición tiene control subrepticio o abierto en las FAN? Claro que no y tercero ¿Estas nuevas promociones de los últimos 25 años se identifican con el patriotismo, el bolivarianismo y la revolución chavista? Por supuesto. Y es aqui que el discurso político hace lo propio, empezando por la unión militar-policial-comunal que organizó Nicolás Maduro Moros, siguiendo con la exigencia del ministro de Interior, Justicia y Paz: Diosdado Cabello al personal superior y subalterno de sintonizar y ver todos los miércoles: Con el mazo dado y terminando con las cadenas diarias del Presidente en las que da a conocer los avances socioeconómicos, tecnológico y seguridad que adelanta su gobierno.
En otras palabras, el discurso belicista, ingerencista y guerrerista de la oposición no cala, no llega, no tiene efecto, aún cuando no hay que subestimar a más de un enajenado, sicópata, demente o traidor a la patria que se hace eco de los cantos de sirena que a diario vemos por la redes sociales. A diferencia del discurso patriota, bolivariano y venezolanista del Estado-nación que llama a la convivencia entre hermanos, a la consciencia ciudadana y a la defensa de la tierra donde nacimos.