"Nuestro insólito universo", ese micro radiofónico de historias increíbles que en su tiempo narraba con impecable modulación y prosodia Porfirio Torres en la antigua Radio Nacional de Venezuela; se ha quedado en pañales frente al asombro que ha supuesto la reciente creación de ficción fantástica e insólita que ha sido la escogencia del Comité del Premio Nobel de la Paz 2025. Sobre llama la atención algunos "considerando" del mismo, a saber, y citamos de memoria: por mantener la esperanza en Venezuela por "la democracia", frente a la "dictadura", "unir a la oposición" y otras ficciones similares a las luchas de obras de historias mágicas como El Señor de los Anillos o Harry Potter y las muy citadas Crónicas de Nardia, etc, etc.
No creamos que el señalado Comité sea ingenuo y desconozca el perfil de quien debe apurarse a agarrar su otro premio o mande a recibir otra vez a sus hijos, como hizo con premio aquel del ruso disidente por la libertad y el liberalismo, meses atrás. Que en las manos de quien en Venezuela ha promovido el terrorismo callejero en 2014 y 2017, con las llamadas guarimbas y su contribución más reciente a la paz de Venezuela: los llamadas "Comanditos", esa punta de delincuentes juveniles que se precipitaron a las calles inclusive antes de conocerse los resultados de las elecciones el 28 de julio de 2024, que su propio equipo de informáticos saboteó con miles de ataques al sistema electrónico del CNE. Una cosa inaudita, dado que buscaba era tomar el poder por vía de los hechos, semejante a las llamadas revoluciones de colores.
La susodicha ha invicado la intervención extranjera, la llamada fuerza es fuerza, dice ser aliada del sionismo, respaldó la extradición de compatriotas venezolanos de Estados Unidos a la tenebrosa cárcel de El Salvador, es decir, es una figura precaria moral e intelectualmente. Es además, responsable de las sanciones económicas y comerciales contra Venezuela.
Finalmente, creemos que ese fraude del premio Nobel de la Paz 2025 debería y no sé si ello sea posible, debe ser denunciado, protestar y ejercer acciones legales contra el famoso comité de Noruega, se podrá?
En lo personal, reflexionando un poco desde la perspectiva popular compartía con unos amigos en la Plaza de Libros Usados de Barquisimeto que esos son premios de y para la élite mundial y nacional, muy lejos de los procesos políticos y culturales que vive en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros pueblos; para tales élites somos pueblos con sistemas políticos bárbaros, dictaduras de izquierda y contrarios al sistema mundo capitalista; por lo que invisilizan todas las realizaciones concretas que atienden a todo el pueblo, Pero sobre todos a los más vulnerables. Por ejemplo, los migrantes venezolanos tan discriminados en la geografía norte Americana y que se les ha permitido regresar con el apoyo del gobierno bolivariano.
Lo cierto es, por otra parte, que existen en el mundo gente poderosa que no nos quiere como gente identificada con modelos sociopolíticos alternativos, sino que apoyan a través de premios fraudulentos a quienes optan por vulnerar la soberanía de la nación.
Por eso hay que decir como un amigo mío: agarra tu premio MCM y guárdalo en el mismo lugar del Sajarok, pues en la práctica no se ha traducido en la reafirmación de la democracia, ni la unidad de los tantos grupos y subgrupos de la oposición, ni mucho menos luchar por la construcción de la paz, al contrario ha propiciado la generación de violencia tanto desde factores internos y externos, esa gente del comité del Nobel de la paz de Noruega son como locos y que en realidad son parte de la Geopolítica imperialista, por lo que antes que exaltar y dar brillo a tal galardón, lo disminuye y tira al estiercoleto de la historia.